El documento describe la familia como la primera expresión de la naturaleza social del hombre y como una institución fundamental en los planes del Creador. Señala que el matrimonio y la familia responden a los designios de Dios y que a través de ellos las personas participan en la familia humana y en la Iglesia. Además, critica las parejas de hecho y el divorcio por no estar de acuerdo con la dignidad de la persona y el plan de Dios para el amor y la transmisión de la vida.