Este documento discute la necesidad de una "democracia semiótica" que permita a los receptores interpretar mejor los contenidos de los medios desde sus propias perspectivas culturales. Plantea que los receptores deben tener las herramientas para cuestionar críticamente los mensajes transmitidos y leer entre líneas. Una democracia semiótica fomentaría interpretaciones múltiples en lugar de lecturas únicas y homogenizadas, lo que enriquecería el debate público.