El documento resume las seis fuerzas competitivas que, según Michael Porter, determinan la estructura competitiva de una industria: 1) la amenaza de nuevos competidores, 2) la amenaza de productos sustitutos, 3) el poder de negociación de los proveedores, 4) el poder de negociación de los clientes, 5) la rivalidad entre los competidores existentes, y 6) los esfuerzos de las empresas por enganchar a clientes y proveedores para dificultar los cambios.