Los niños con déficit visual se desarrollan de forma similar a los niños videntes siempre que reciban estimulación temprana suficiente. Aunque construyen una representación mental diferente del mundo, pueden desarrollar buenas habilidades táctiles y de atención auditiva. Es importante estimularlos con múltiples sentidos para optimizar sus restos visuales y evitar retrasos en la movilidad o en describir acciones.