El sistema público de pensiones español se diseñó e implantó en los años 1960 y ha sufrido varias reformas paramétricas desde entonces para hacerlo sostenible. Actualmente el número de pensionistas supera a la población menor de 19 años y se espera que el gasto en pensiones aumente significativamente en los próximos años debido al envejecimiento de la población. Se necesitan reformas adicionales para garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo del sistema de acuerdo con las normas de la Unión Europea.