1. DIETA RECOMENDADA EN LA FIBROMIALGIA
En la fibromialgia se han utilizado diferentes dietas: alimentación macrobiótica, alimentación
vegana con muchos productos crudos, nutrición ortomolecular, etc. En todas ellas hay elementos
comunes que son la base para la mejoría de estas enfermedades. Por ejemplo, recomiendan
consumir alimentos sanos, vivos, integrales, ecológicos y que hayan sufrido el menor
procesamiento posible. También recomiendan eliminar de nuestra dieta los productos refinados
(pan blanco, arroz blanco, azúcar blanco o integral, aceites refinados y grasas hidrogenadas, etc).
Estos productos refinados están totalmente desprovistos de nutrientes esenciales para nuestra
salud. El refinado de los cereales los ha trasformado en algo dañino para nuestro intestino y
nuestra salud. Debemos reducir también el consumo de productos de origen animal, como la
carne roja y los lácteos, con abundantes grasas saturadas, que favorecen el dolor y la inflamación.
Una dieta rica en vegetales, que aportan minerales como el potasio, zinc, calcio, magnesio, silicio,
selenio, etc y pobre en grasas y proteínas animales, nos ayuda a mantener los músculos y
tendones en buen estado y disminuye el dolor. Es importante el aporte adecuado de calcio a
través del consumo de verduras, legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos, pues su
déficit favorece los espasmos musculares. Además los alimentos ricos en calcio contienen también
magnesio, mineral muy importante para la salud muscular en las personas con fibromialgia.
- Hay diversos trabajos científicos sobre la dieta vegetariana en la fibromialgia, y en ellos se ha
demostrado que esta dieta produce una mejoría en el estado general de las personas afectadas,
disminuyendo el dolor y otros síntomas de la enfermedad. Además, al volver a la dieta normal, se
comprobó que los síntomas volvían a empeorar. Se piensa que la dieta vegetariana mejora la
fibromialgia y la fatiga crónica por su riqueza en antioxidantes, la baja ingesta de grasa y proteína,
la abundancia de fibra, vitamina C, vitamina E, betacaroteno, magnesio, potasio y zinc. Las
asociaciones de dietética canadiense y americana recomiendan en la fibromialgia una dieta vegana
con muchos productos crudos. Pero si tenemos en cuenta los aspectos energéticos de la
alimentación, la proporción de alimentos crudos debe adaptarse a nuestra constitución particular,
nuestro estado de salud o enfermedad, al clima, los cambios estacionales, etc.
SENSIBILIDAD ALIMENTARIA
Los pacientes con fibromialgia tienen con frecuencia intolerancia a algunos alimentos, por ejemplo
el gluten y los lácteos. Otros alimentos implicados con frecuencia en las intolerancias alimentarias
son los huevos, frutos secos como los cacahuetes y nueces, pescado, marisco y soja. Estos
alimentos producen el 90% de las intolerancias alimentarias y puede ser recomendable eliminarlos
en las personas con fibromialgia, sobre todo el gluten y los lácteos. Para algunos autores, seguir
una dieta sin gluten es importante en la fibromialgia. Puede ser interesante realizar un estudio de
sensibilidad alimentaria en personas con fibromialgia, para descubrir posibles intolerancias y de
esta forma eliminar estos productos de nuestra dieta.
2. EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
En la fibromialgia es importante mantener el equilibrio ácidobase de nuestro organismo, evitando
el exceso de alimentos que generan un Ph ácido. Una dieta rica en proteínas animales y otros
alimentos acidificantes (azúcar, harinas refinadas, alcohol, etc), es la principal causa de acidosis.
Una alimentación sin cereales refinados, lácteos, azúcar, gluten y cafeína, puede aumentar los
niveles de energía de las personas afectadas hasta en un 40%. 45 La acidosis mantenida de forma
crónica debilita nuestro sistema inmunitario y provoca una mayor sensibilidad a las infecciones. La
acidosis provoca además trastornos artríticos, reumatismos, fatiga, fenómenos dolorosos,
espasmos y dolores musculares, calambres e inflamaciones. A nivel del sistema nervioso, produce
irritabilidad, cansancio crónico, estado depresivo y estrés permanente. - Mantener el Ph
equilibrado es esencial para conservar un sistema inmunitario sano y mantener un nivel óptimo de
energía y vitalidad. La proporción de alimentos alcalinizantes / acidificantes en la dieta debe ser
aproximadamente 2/1.
Los principales alimentos alcalinizantes son todas las frutas y verduras, debido fundamentalmente
a su riqueza en sales minerales. También son alcalinizantes las algas, castañas, almendras, la sal y
otros condimentos, como el miso y el tamari. Aunque sea alcalinizante, la sal debe tomarse con
moderación y siempre sin refinar. Los alimentos acidificantes son las proteínas animales (carne,
aves, pescado, marisco, huevos y quesos, sobre todo los curados), el azúcar refinado y la miel, los
cereales refinados, las grasas y aceites refinados, las legumbres, los frutos secos, excepto las
almendras, las conservas, el té, el café, el chocolate, el alcohol y el tabaco. - Hay algunos alimentos
que actúan como sustancias tampón, haciendo menos ácidos a los alimentos ácidos por su
contenido mineral y menos alcalino a los alimentos alcalinos por su contenido proteico: son en
general la leche y sus derivados (yogur, mantequilla, helados), la soja y sus derivados y los cereales
integrales.
ALIMENTOS MÁS RECOMENDABLES
Vamos a referir ahora los alimentos más recomendables para mejorar la salud de las personas
afectas de fibromialgia y enfermedades asociadas. Es importante consumir la mayor cantidad
posible de alimentos de origen ecológico, libres de pesticidas y otros tóxicos, que pueden estar
implicados en la aparición de la fibromialgia y pueden dificultar su mejoría. VERDURAS
El consumo habitual de verduras frescas, biológicas y adecuadas a la estación y la zona geográfica
en que vivimos es muy importante para nuestra salud. Estos alimentos son las fuentes principales
de vitaminas y minerales. Así, las verduras son buenas fuentes de vitaminas como la vitamina C,
calcio, minerales alcalinos y clorofila.
Además contienen compuestos antioxidantes y fitoquímicos, importantes en la prevención y el
tratamiento de muchas enfermedades, sobre todo las de tipo degenerativo, como el cáncer y las
enfermedades coronarias. Los productos vegetales, incluidos cereales y legumbres, son
3. imprescindibles en la dieta y poseen cualidades terapéuticas de incontable valor. Podemos
consumir las verduras crudas en ensalada, sobre todo en verano. Por ejemplo, cogollos de Tudela,
endibias, escarola, brécol, zanahorias, apio, remolacha, canónigos, col lombarda, hojas de roble,
coles chinas, etc. Es importante que la ensalada contenga un componente amargo (escarola o
endibia), un componente antioxidante ( brécol o col lombarda) y un vegetal rico en carotenoides (
vegetales de color naranja, granate o rojizo). En invierno, es importante disminuir el consumo de
ensaladas y comer las verduras cocidas ligeramente al vapor: por ejemplo, verduras de raíz como
zanahorias, nabos, rábanos, puerros, chirivía y cebollas. También son adecuados la calabaza, los
calabacines, el brécol y otras coles. Es mejor consumir con moderación o evitar las solanáceas
(tomate, patata, pimiento y berenjena), por su contenido en solanina. La solanina inhibe la
absorción del calcio y puede producir contracturas musculares. Además es tóxica para las enzimas
musculares, por lo que favorece el dolor y la inflamación. Una dieta sin solanáceas produce
muchas veces una rápida recuperación en caso de dolores artríticos, artritis reumatoide, dolor en
la parte baja de la espalda, etc.
También disminuiremos o evitaremos el consumo de espárragos, espinacas y acelgas por su
contenido en oxalatos. Los oxalatos también inhiben la absorción de calcio. Las frutas son
alimentos vitales para mantener la salud y prevenir enfermedades. Nos aportan muchos
nutrientes y energía vital y sana. Pero en exceso, pueden producir debilidad, pues son alimentos
enfriadores para el organismo. En invierno, reduciremos el consumo de frutas crudas y
preferiremos tomar las manzanas y peras cocidas. - Podemos consumir albaricoques, cerezas,
fresas, frambuesas, higos, arándanos, nísperos, caquis, melocotones, peras, manzanas, ciruelas,
granadas, uvas,etc. - Debemos tomar con moderación cítricos, sobre todo los no ecológicos
(naranjas, mandarinas, limones y pomelos) y frutas tropicales (piñas, papaya, plátanos, mango,
Kiwi, aguacate). En general, es mejor tomar la fruta a media mañana o media tarde. Si la tomamos
como postre, preferiremos las frutas cocidas o en compota. Si tomamos fruta fresca como postre,
puede producir pesadez, ardor o gases. Las frutas y verduras no biológicas se han rociado con
productos químicos y se han cultivado en suelos tratados con fertilizantes y pesticidas. Los
residuos de estos productos se introducen en nuestro organismo y dañan órganos y tejidos. Los
pesticidas se han relacionado con alergias, alteraciones hormonales, fibromialgia, fatiga crónica,
sensibilidad química múltiple, cáncer y enfermedades del sistema nervioso, como el Parkinson. El
uso de pesticidas es una de las principales causas de intoxicación medioambiental en todo el
mundo. Es preferible consumir las frutas y verduras de origen ecológico.
CEREALES INTEGRALES
Los cereales integrales nos proporcionan hidratos de carbono complejos, que mantienen nuestro
nivel de energía constante a lo largo del día, equilibrando nuestro estado de ánimo. Son una
buena fuente de proteínas, sobre todo el mijo, la quinoa y el amaranto, y contienen gran cantidad
de vitaminas y minerales, prácticamente ausentes en los cereales refinados. Contienen además
4. elementos fitoquímicos y compuestos antioxidantes, importantes para nuestra salud. Es preferible
consumir cereales integrales completos y de origen biológico.
Los cereales se pueden combinar con legumbres para obtener proteínas vegetales completas.
También pueden combinarse con frutos secos y/o algas con el mismo fin. 49 Por ejemplo, la
combinación de lentejas u otra legumbre con arroz integral sustituye de forma ventajosa a las
proteínas de origen animal y se puede tomar como segundo plato 3 o 4 veces a la semana (mejor
en la comida del mediodía). Los cereales y legumbres se combinan en una proporción 2/1 (dos
partes de cereales por una parte de legumbres). Los cereales más recomendables son el arroz
integral, el trigo sarraceno y la quinoa. El arroz integral debe ser el cereal básico de nuestra dieta.
También se pueden incluir el amaranto y quizás la espelta. Algunos autores recomiendan eliminar
el trigo en pacientes con fibromialgia. Incluso puede ser beneficioso eliminar otros cereales con
gluten, como el centeno, la cebada y la avena, y valorar la tolerancia a la espelta. Por otra parte, la
avena y el mijo deben consumirse con moderación si existen problemas osteoarticulares. El trigo
es un cereal especialmente rico en gluten, que se adhiere a las paredes intestinales y provoca
intolerancias al gluten, cada vez más frecuentes en nuestra sociedad. Estas intolerancias, a veces
no muy evidentes, pueden causar a la larga problemas de salud. La intolerancia al gluten es uno de
los factores causales de la hipersensibilidad intestinal, que favorece el paso de sustancias tóxicas a
la sangre.
También puede ser interesante eliminar el maíz, pues junto al trigo, son los dos cereales que han
sufrido más cambios a lo largo de la historia y nuestras enzimas no se han adaptado a ellos. Vamos
a describir las propiedades de los cereales más beneficiosos:
- El arroz integral tiene vitaminas esenciales para el sistema nervioso y equilibra además el sistema
digestivo. Es el cereal menos alérgeno, incluso en personas sensibles. 50 Puede ser interesante
alternar el arroz integral con el arroz basmati blanco ecológico, pues el arroz integral puede ser un
poco irritante para un intestino sensible. El trigo sarraceno o alforfón se cocina como el arroz.
Contiene proteínas y grasas saludables y es rico en vitaminas B2, B3, B6, vitamina E, folatos,
magnesio, hierro, potasio y zinc.
La quinoa también se puede cocinar como el arroz. Es un alimento concentrado en nutrientes,
entre ellos ácidos grasos esenciales, proteína completa, calcio, magnesio, hierro, fósforo y
vitaminas B y E. El amaranto contiene más calcio, magnesio y silicio que la leche. Fortalece los
pulmones. Nos ayuda a complementar nuestros requerimientos diarios de proteínas y calcio. Se
puede combinar con otros cereales, pues es un alimento muy concentrado y de sabor intenso.
También puede usarse en panes, sopas o ensaladas (como germinado). La espelta es una variedad
de trigo, origen de todas las variedades de trigo actuales. La espelta tiene la ventaja de no haber
sufrido variaciones ni selecciones genéticas como el trigo, por lo que es menos probable que
produzca reacciones alérgicas. La espelta puede sustituir al trigo en la elaboración de pan, pasta,
5. etc. Debemos valorar nuestra tolerancia a la espelta. Evitaremos en lo posible el pan blanco, y lo
sustituiremos por pan integral, por ejemplo, de espelta, elaborado con grano completo y
fermentado con levadura madre. También es preferible la pasta integral. En cualquier caso, no
debemos abusar de productos ya elaborados con cereales cocidos (pan, pasta, bizcochos, etc) y
preferir siempre los cereales recién preparados y sus harinas recién molidas.
LEGUMBRES
Las legumbres son un alimento muy completo. Nos proporcionan proteínas, hidratos de carbono
complejos, fibra, vitaminas y minerales. Tienen además elementos fitoquímicos de acción curativa
sobre diversas enfermedades y favorecen la eliminación de toxinas. Combinadas con una pequeña
cantidad de cereales, conseguimos proteínas vegetales completas de calidad, que pueden sustituir
a las proteínas de origen animal. Las legumbres son de difícil digestión. Es importante dejarlas a
remojo una noche y después lavarlas bien antes de cocerlas. Es preferible acompañarlas de
vegetales, cocinarlas con aceite y ajo, usar especias como el comino o el laurel y tomarlas como
segundo plato, siempre en la comida del mediodía. Puede añadirse a la cocción un trozo de alga
kombu. Las legumbres más aconsejables son las lentejas, las judías mungo, las judía azuki, los
garbanzos, etc. La lenteja es muy rica en fibra, proteínas, vitaminas B1 y B6, folatos, magnesio,
hierro, potasio, zinc y cobre. Se puede combinar con arroz integral. Es un alimento ideal para las
mujeres jóvenes y embarazadas, porque es rica en hierro y folatos, nutrientes que ayudan a evitar
la anemia. También nutren los riñones. La judía mungo ayuda a depurar el organismo,
favoreciendo la función del hígado. La judía azuki fortalece los riñones, actúa como diurético
natural, elimina la congestión y mucosidad y equilibra el metabolismo, favoreciendo el control de
peso.
FRUTOS SECOS
Los frutos secos son importantes en una alimentación básicamente vegetariana, por su gran
contenido en nutrientes esenciales. Deben tomarse con moderación y mejor crudos, no tostados
ni salados. Es importante comprar los frutos secos crudos y con su cáscara. En los frutos secos que
se venden pelados, los ácidos grasos se enrancian y no son adecuados para nuestra salud.
Debemos evitar también los frutos secos de Estados Unidos, pues generalmente están
pasteurizados. Debemos tener en cuenta que los frutos secos pueden se alérgenos en
determinadas personas, por lo que hay que valorar la tolerancia a los mismos. La almendra
contiene grasas cardiosaludables y refuerza el sistema inmunitario. Es muy rica en proteínas,
vitaminas y minerales, como el calcio, magnesio y fósforo. Es preferible tomar las almendras
crudas, después de dejarlas a remojo por la noche. Hay que pelarlas antes de comerlas. Deben
tomarse con moderación: unas 6-8 almendras al día son suficientes. La avellana es buena para los
niños, adolescentes y deportistas. Se aconseja durante el embarazo y la lactancia. Es importante
también para la salud cardiovascular. Contiene magnesio, fósforo, potasio, calcio y vitamina E y
ácido fólico. Las nueces contienen ácidos grasos omega-3 (unas 5 nueces cubren prácticamente las
6. necesidades diarias de estos ácidos grasos, esenciales para la salud). Contienen además flúor,
fósforo, magnesio, vitamina E y vitaminas del grupo B.
SEMILLAS
Las semillas de sésamo contienen grasas cardiosaludables, proteínas, vitaminas y minerales. Son
antioxidantes. Entre los minerales, destacan el calcio, magnesio, fósforo, cobre, manganeso,
hierro, potasio, zinc, selenio, silicio y boro. Entre las vitaminas, contienen vitamina B1, B3, B6, E y
ácido fólico. El sésamo se considera remineralizante, energético y reconstituyente, indicado en
caso de estrés o agotamiento. Beneficia además al sistema nervioso. Pueden tomarse diariamente.
Es mejor moler las semillas para absorber mejor todos sus nutrientes. Las semillas de calabaza nos
aportan zinc, fósforo, magnesio, hierro y vitamina E. Destaca su contenido en proteínas y grasas
saludables. Las semillas de lino contienen ácidos grasos esenciales omega- 3 y omega-6 de forma
equilibrada. Es una de las pocas fuentes vegetales de omega-3. Son beneficiosas para el hígado. Es
mejor tomar las semillas de lino recién molidas y sin calentarlas para poder absorber todos sus
nutrientes. Deben tomarse con moderación, no más de una cucharada al día. Los frutos secos y
semillas aumentan nuestra vitalidad. Contienen gran cantidad de ácidos grasos esenciales (omega-
3 y omega-6), que nos ayudan a reforzar nuestro sistema inmunológico. Son además una buena
fuente de proteínas, vitaminas A, B, C y E y minerales como el calcio, magnesio, potasio, zinc,
hierro, selenio y manganeso.
ALGAS
Las algas tienen una gran concentración de minerales y vitaminas, además de proteínas, enzimas,
hidratos de carbono y fibra. Entre los minerales destacan al calcio, selenio, potasio, iodo, hierro y
magnesio. Las algas son los alimentos más ricos en calcio y magnesio. También contienen sodio,
por lo que los hipertensos deben consumirlas con moderación. En cuanto a las vitaminas,
contienen vitamina C, E, B1, B2, niacina y folatos. Las algas aumentan nuestra energía, y son
importantes para el sistema nervioso, el sistema inmunitario y los riñones. Son alcalinizantes,
refuerzan y remineralizan nuestros huesos. Las algas además son depurativas, nos ayudan por
ejemplo a eliminar toxinas, metales pesados y nos protegen de la contaminación por radiaciones
de móviles, ordenadores, etc. Por ello, su consumo es muy importante en la fibromialgia. Pueden
tomarse diariamente en pequeñas cantidades (5-15 gr/día en peso seco). Podemos usarlas en
caldos, sopas, guisos, etc. Las más usadas en la alimentación son:
- Hiziki: se añade a platos de arroz, verduras o pescado. .
- Kombu: se puede consumir con legumbres. .
- Wakame: combina bien con arroz, verduras y sopa.
7. Es importante conocer el lugar de procedencia de las algas, pues si crecen en aguas contaminadas
pueden contener tóxicos, como metales pesados, etc. Sin embargo, algunos autores sostienen que
las algas no pueden crecer en aguas contaminadas. En cualquier caso, podemos aplicar el principio
de moderación en su consumo y recordar que los grandes peces concentran los tóxicos y son una
fuente mucho más importante de toxinas. El 90% de los tóxicos alimentarios que entran en
nuestro organismo proceden de la carne, los lácteos y los grandes peces.
GERMINADOS
Son alimentos vivos, que nos aportan mucha energía y vitalidad, y fortalecen y regeneran el
organismo. Son alcalinizantes. Contienen proteínas, minerales, vitaminas, enzimas y fibra. La
germinación aumenta de forma espectacular la cantidad de vitaminas presentes en el grano o
semilla. Los germinados son antioxidantes, mejoran la digestión, regeneran la flora intestinal, son
depurativos y remineralizantes y refuerzan nuestro sistema inmunológico. Al estar tan
concentrados en nutrientes, deben tomarse con moderación. Y además son enfriadores, por lo
que no debemos abusar de su consumo, sobre todo crudos. Se pueden germinar en casa semillas
de casi todos los vegetales, pero las más utilizadas para germinar son la alfalfa, la judía mungo, la
lenteja, girasol, cebada, avena, arroz, guisantes, trébol rojo, etc. Los germinados de grano y
legumbre de tamaño grande (judía azuki, judía mungo, lenteja, garbanzo, trigo, etc) es mejor
cocinarlos al vapor para mejorar su digestión. Los germinados de alfalfa pueden tomarse crudos
en ensalada, pero deben evitarse en caso de artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico. 56
ALIMENTOS ECOLÓGICOS
Es aconsejable consumir frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, etc, de origen ecológico.
Las ventajas de los productos ecológicos son las siguientes: . Los vegetales ecológicos no contienen
pesticidas, que son sustancias muy tóxicas para nuestro hígado y nuestra salud en general. . Los
alimentos ecológicos son más nutritivos, pues contienen más vitaminas y minerales que los
productos de la agricultura convencional. Por ejemplo, los vegetales ecológicos tienen mayor
cantidad de antioxidantes, vitamina A, vitamina C, vitamina E, calcio, magnesio, hierro y zinc. En
algunos casos, la diferencia llega hasta el 80%. Los alimentos ecológicos contienen también más
enzimas, ácidos grasos omega-3 y sustancias biológicamente activas o fitoquímicos, que nos
protegen frente al cáncer y las enfermedades degenerativas. Por todo ello, el consumo de
productos ecológicos es muy importante en personas con fibromialgia, que tienen con frecuencia
déficit de nutrientes. . La agricultura ecológica no utiliza tampoco organismos genéticamente
modificados o transgénicos, cuyo impacto sobre la salud es desconocido.
Los productos de origen animal, como la carne, los lácteos y los huevos procedentes de la
ganadería convencional, también están contaminados por pesticidas, incluso en mayor medida
que los productos vegetales, puesto que estos elementos se concentran en los animales que luego
consumimos. Además contienen hormonas, antibióticos y otros fármacos que se administran a los
8. animales que se crían industrialmente. Por ello, si deseamos incluir en nuestra dieta lácteos,
huevos o carne, es importante que estos alimentos sean de origen ecológico.
Quizás sea más sencillo sustituir las proteínas de origen animal, productoras de toxinas, residuos
y ácidos, por proteínas de origen vegetal y consumir huevos y lácteos de origen biológico con
moderación, dejando la carne y el pescado para tomarlos sólo de forma ocasional. - Tomar
alimentos ecológicos, libres de pesticidas, es muy importante para nuestra salud, pues estas
sustancias se han relacionado con diversas enfermedades, como asma, alergias, alteraciones
hormonales, enfermedades del sistema nervioso, como la enfermedad de Parkinson, fibromialgia y
enfermedades asociadas (síndrome de fatiga crónica y sensibilidad química múltiple) y diversos
tipos de cáncer. Las toxinas que ingerimos a través de la dieta, incluidos los pesticidas, pueden ser
un importante factor causal en la fibromialgia y una dieta libre de tóxicos es la base para su
mejoría. Consumir productos de temporada, integrales y ecológicos, a ser posible del lugar en el
que vivimos, contribuye a mantener nuestra salud y vitalidad. 58 ALIMENTOS A CONSUMIR CON
MODERACIÓN PESCADO
El pescado contiene proteínas de calidad, fácilmente digeribles y sus grasas son cardiosaludables,
siempre que no se cocine frito, a altas temperaturas o ahumado a la parilla. Estas últimas formas
de cocción son nocivas para la salud. Contiene vitaminas A, B, D y E y minerales como el fósforo,
hierro, yodo y sodio. Es un producto que se cría de forma natural, excepto el de piscifactorías, que
es preferible no consumir.Podemos consumir pescado blanco de calidad a la plancha o cocido a
baja temperatura varias veces a la semana. Consumir con moderación el pescado azul. En general,
las proteínas de origen animal es mejor consumirlas en la comida del mediodía.
El pescado contiene ácidos grasos omega-3, sobre todo los pescados de mares fríos, como el
arenque, la merluza y el pescado azul de pequeño tamaño, como las sardinas, anchoas, etc. Los
peces de piscifactoría prácticamente no contienen estos ácidos grasos esenciales. Los ácidos
grasos omega-3 poseen múltiples funciones favorecedoras de la salud. Se ha demostrado que
reducen el colesterol, tienen una acción antiinflamatoria, reducen la tensión arterial, favorecen la
mineralización de los huesos y son útiles en el tratamiento de la artritis reumatoidea, la colitis
ulcerosa, la psoriasis y la prevención del cáncer. Pero estos efectos beneficiosos se producen
cuando el pescado sustituye a otras fuentes de proteína animal, como la carne o los lácteos. Por lo
tanto, el consumo de pescado es beneficioso cuando se acompaña de una reducción del consumo
de carne. Además, al cocinar el pescado, los ácidos grasos omega-3 sufren una cierta
desnaturalización.
Entre los inconvenientes del pescado, podemos citar:
- Produce alergias con relativa frecuencia.
9. - Es acidificante porque tiene mucho fósforo y poco calcio, lo que favorece la pérdida de calcio por
la orina, aunque es menos acidificante que la carne.
- Actualmente, el pescado es también un alimento amenazado por la gran cantidad de tóxicos
existentes en nuestros ríos, lagos y mares: metales pesados como el cadmio, arsénico y mercurio;
bifenilos policlorados o PBC; dioxinas y pesticidas. Muchas de estas sustancias son cancerígenas y
se acumulan en los animales. Los mariscos sufren una mayor contaminación. Uno de los tóxicos
más preocupantes es el mercurio. El mercurio se va acumulando en nuestro organismo, y es muy
tóxico para el sistema nervioso central y los riñones, pudiendo causar daños irreparables. Es
conveniente evitar o reducir el consumo del pescado más contaminado. Diversos organismos de
salud de Estados Unidos, como el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC), han
publicado unas recomendaciones sobre el consumo de pescado, en relación con su contenido de
mercurio.
Pescado con poco mercurio:
Anchoa, arenque, almeja, ostra, vieira, camarón, caballa del Atlántico, sardina, rodaballo, platija,
merluza, cangrejo, bagre, calamar, chipirón, mújol, lenguado, pez mantequilla, abadejo, salmón
fresco y enlatado y sábalo. Siempre que podamos, debemos consumir pescado perteneciente a
este grupo. .
Pescado con moderado nivel de mercurio:
Lubina, langosta, besugo, rape, raya, bonito, carpa, trucha, bacalao y fletán.
Se recomienda no consumir este tipo de pescado más de 6 veces al mes. . Pescado con alto nivel
de mercurio: atún enlatado, mero, lubina chilena y caballa del Golfo. Se recomienda consumirlos
un máximo de 3 veces al mes. . Pescado con muy alto nivel de mercurio: pez espada, emperador,
blanquillo, tiburón, Peces Aguja, caballa gigante y atún. Se recomienda no consumir estos
pescados. Las personas con fibromialgia deberían consumir los pescados menos contaminados de
mercurio.
AVES
Podemos consumir pollo de calidad ecológico criado al aire libre una o dos veces a la semana,
mejor en la comida del mediodía.
HUEVOS
El huevo es un alimento muy completo. Sus propiedades nutritivas son muy destacables: tienen
proteínas de calidad y de fácil asimilación. Nos aportan vitaminas como la vitamina A, E, D y
vitaminas del grupo B; minerales como el fósforo y el hierro y oligoelementos como el zinc y el
selenio. Por su concentración en nutrientes y por su origen animal, los huevos deben consumirse
10. con moderación. Podemos tomar dos o tres huevos ecológicos a la semana, y mejor pasados por
agua o escalfados que fritos o cocidos. Debemos tener en cuenta que los huevos no son
imprescindibles en una dieta sana. Pueden producir alergias y además favorecen la
arterioesclerosis y la hipertensión arterial. Algunos autores desaconsejan el consumo de huevos
en la fibromialgia.
ALIMENTOS MENOS ACONSEJABLES - Debemos limitar el consumo de proteínas de origen animal.
Esto supone evitar los productos lácteos, la carne común (vaca, cerdo, conejo, cordero, etc), la
charcutería común (chorizo, salchichón, mortadela, jamón York, jamón de pavo, salami, chopped,
etc), las vísceras animales (hígado, riñones, paté, etc) y el marisco crudo o cocido.
PRODUCTOS LÁCTEOS
Un recién nacido que mama la leche de su madre recibe el alimento perfecto, hecho a medida
para satisfacer sus necesidades hasta el momento en que el pequeño pueda comenzar a comer los
mismos alimentos que los adultos. La leche es nutritiva, tranquilizadora para el ánimo y portadora
del calor vital que permitirá al niño desarrollar su capacidad de amor y cariño. Es por este motivo
por lo que la leche en general, no sólo la materna, se asocia a la buena nutrición y la felicidad,
tranquilidad y candor de la infancia. Pero ¿qué ocurre con el consumo de leche en la edad adulta?.
Leche
Contiene grandes cantidades de calcio. Sin embargo, los países occidentales, grandes
consumidores de lácteos, tienen una mayor incidencia de osteoporosis: estudios realizados en
diferentes países han indicado que la leche no sólo no calcifica, sino que puede desmineralizar.
Esto ocurre porque la leche es un alimento rico en proteínas que provoca una acidez transitoria en
la sangre, que debe ser neutralizada con el calcio de los huesos. Por otra parte, la relación calcio /
fósforo / magnesio de la leche no es la adecuada para la correcta asimilación del calcio.
Las mejores fuentes de calcio
las verduras, algas, frutos secos, legumbres, cereales integrales y semillas de sésamo. La leche
contiene lactosa, que debe ser hidrolizada por la lactasa, enzima con frecuencia deficiente en los
adultos. La intolerancia a la lactosa puede producir hipersensibilidad intestinal y favorecer el paso
de toxinas intestinales a la sangre. Esta intolerancia puede manifestarse como distensión
abdominal, gases, diarrea o estreñimiento, o pasar inadvertida. La leche de vaca contiene caseína,
una proteína difícil de digerir. La caseína de la leche se ha relacionado con reacciones alérgicas que
pueden manifestarse como asma, congestión, erupción cutánea, fatiga e irritabilidad. También
está relacionada con otras enfermedades, sobre todo de tipo autoinmune. La leche favorece la
formación de mucosidades respiratorias e intestinales. Muchos casos de asma o sinusitis mejoran
cuando se eliminan los lácteos de la dieta. La leche además contribuye a la fatiga crónica y debilita
el sistema inmunológico, favoreciendo las infecciones. La pasteurización de la leche destruye
11. vitaminas y enzimas necesarias para la digestión de la proteína láctea, de forma que la leche no
puede ser fácilmente digerida y el calcio y demás minerales de la leche no son bien asimilados.
Además la leche pasteurizada es más acidificante y no nos aporta el calcio suficiente para combatir
la osteoporosis. La leche contiene pesticidas, hormonas, productos químicos, antibióticos, etc.
Todos ellos son perjudiciales para la salud, pues alteran nuestros sistemas digestivo, hormonal e
inmunológico. Se pueden evitar tomando leche ecológica. El consumo de leche se ha asociado con
un aumento de riesgo de padecer cáncer de mama, ovario y próstata.
En resumen, la leche de vaca pasteurizada u homogeneizada, a la que con frecuencia se han
añadido vitaminas sintéticas (por ejemplo vitamina D), es un alimento totalmente desnaturalizado,
muy diferente de la leche materna que va directamente de la madre a su hijo.
Yogur
Tiene claras ventajas respecto a la leche: la lactosa se ha transformado en ácido láctico gracias a la
fermentación y las proteínas están parcialmente digeridas, por lo que produce menos problemas
de intolerancia. Además, el calcio del yogur tiene mejor disponibilidad que el de la leche, gracias a
la fermentación de las bifidobacterias. Es preferible consumir yogur realizado con leche fresca, sin
pasteurizar y de origen biológico, natural, sin sabores ni azúcares añadidos. Debe consumirse con
moderación: sólo algún yogur biológico de forma ocasional. Debe evitarse o restringirse el
consumo de yogur en caso de asma, bronquitis y alergias cutáneas o respiratorias. En general, se
desaconseja el consumo de lácteos en la fibromialgia. CARNE - La carne posee ciertos valores
desde el punto de vista nutritivo, pero, a diferencia de los alimentos de origen vegetal, carece de
poder curativo, y presenta numerosos inconvenientes. Debemos tener en cuenta que la
Organización Mundial de la Salud, a través de su publicación “Forum Mundial de la Salud”, ha
reconocido que la carne no constituye un alimento imprescindible, ni tan siquiera necesario para
la alimentación humana.
La carne y los productos lácteos contienen gran cantidad de colesterol y grasas saturadas, que
favorecen el dolor y la inflamación articular. La grasa de la carne y sobre todo, las vísceras de los
animales, fundamentalmente el hígado, acumulan diferentes sustancias químicas tóxicas: metales
pesados como el plomo y el cadmio, pesticidas, fungicidas, disolventes, aditivos, etc. También
contienen residuos de hormonas, antibióticos y otros fármacos que se emplean en la ganadería
intensiva. Todos ellos son perjudiciales para nuestra salud, sobre todo en personas con
fibromialgia. La carne de cerdo es más grasa, por lo que acumula más tóxicos. - Debemos evitar
tomar carne y otras proteínas animales en la cena, pues dificultan los procesos de desintoxicación
del organismo, que tienen lugar durante la noche.
El consumo habitual de alimentos ricos en proteínas y grasas de origen animal, sobre todo carne
roja, acidifica la sangre y los tejidos, influye negativamente en la composición de la flora intestinal,
sobrecarga el hígado y riñones, disminuye el calcio produciendo osteoporosis y favorece la
12. aparición de enfermedades cardíacas, incluido el infarto de miocardio. También se ha asociado a
enfermedades reumáticas como la artrosis y artritis reumatoide, gota, diabetes y diferentes tipos
de cáncer (cáncer de mama, colón y riñón). Debemos considerar que el consumo de cereales y
legumbres como fuente de proteínas es más respetuoso con el medio ambiente y mejor para la
salud humana que el consumo de proteínas de origen animal.
EMBUTIDOS - La carne de cerdo en general y los embutidos fabricados con ella (jamón, incluyendo
el jamón York, chorizo, salchichón, mortadela, beicon, etc), son los productos cárnicos que
presentan mayores riesgos para la salud. El consumo habitual de carne de cerdo y derivados, como
los embutidos (jamón cocido, beicon, etc), se asocia con la aparición de diversos tipos de cáncer.
Algunos autores consideran el beicon como el producto cárnico más cancerígeno, sobre todo si
está ahumado y se cocina a altas temperaturas.
MARISCO
El marisco es un alimento muy acidificante y provoca con facilidad reacciones alérgicas, en forma
de asma, rinitis, urticaria, etc. Contiene mucho ácido úrico, sobre todo la langosta y el langostino,
mucho colesterol y es difícil de digerir. Puede producir infecciones, parasitosis e intoxicaciones
por toxinas. Tiene contaminantes químicos, como el mercurio y el cadmio. Además acumula otros
tóxicos del mar, como pesticidas y dioxinas, que son cancerígenos. En resumen, el marisco no es
un alimento imprescindible en la dieta y no debería formar parte de una alimentación saludable.
En la fibromialgia, es importante evitar el consumo de marisco.
CONDIMENTOS Y OTROS GRASAS Y ACEITES
- Las grasas más beneficiosas para la salud las encontramos en los aceites vegetales no refinados,
obtenidos por primera presión en frío, como el aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol , etc. -
En general, podemos utilizar como base el aceite de oliva virgen extra, tanto crudo en ensaladas,
etc, como para cocinar, pues soporta bien las altas temperaturas. El aceite de oliva contiene grasas
monoinsaturadas, importantes para la salud cardiovascular y la prevención de algunos tipos de
cáncer, como el cáncer de mama, pero prácticamente no contiene ácidos grasos esenciales
omega-3 y omega-6. - Una persona sana y con una alimentación equilibrada, puede cubrir sus
necesidades diarias de ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 recurriendo a los frutos secos
y las semillas y sus aceites. Así, las semillas de sésamo, girasol, calabaza o lino y los frutos secos,
constituyen buenas fuentes alimentarias de ácidos grasos esenciales. Los ácidos grasos omega-6
están más extendidos en la naturaleza, pero los omega-3 son más escasos. Las fuentes vegetales
principales de ácidos grasos omega-3 son las semillas de lino y las nueces. En la práctica, una
cucharada de aceite de girasol (omega-6) no refinado obtenido por primera presión en frío y una
cucharada de semillas de lino (omega-3) recién molidas al día nos proporcionan cantidades
suficientes de ambos ácidos grasos esenciales. Es importante que los aceites de semillas estén
prensados en frío, pues el calor desnaturaliza los ácidos grasos esenciales.
13. Los ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6
Son imprescindibles para la salud, refuerzan el sistema inmunológico y garantizan el buen
funcionamiento del sistema nervioso. La carencia de estos ácidos grasos está en la base de muchas
enfermedades degenerativas. El déficit de estos ácidos grasos se puede manifestar inicialmente
como alergias en la piel (ezcemas o urticarias) o vías respiratorias (asma o fiebre del heno),
sinusitis, cefaleas, piel seca y resfriados frecuentes. Posteriormente pueden aparecer
enfermedades crónicas como la artritis reumatoidea, esclerosis múltiple, lupus eritematoso
sistémico, otras enfermedades autoinmunes y cáncer.
Es mejor evitar los aceites refinados, como el aceite de oliva o de girasol refinados que
encontramos en los supermercados, pues han sido sometidos a altas temperaturas y sus ácidos
grasos están desnaturalizados. Además, los aceites refinados contienen productos que se usan
para su obtención (disolventes, como el hexano), que son tóxicos para la salud. Debemos evitar
también los aceites hidrogenados y los ácidos grasos trans, presentes en margarinas y muchos
productos de bollería. Este tipo de grasas interfiere en el metabolismo de los ácidos grasos
esenciales, importantes para nuestra salud.
El consumo de este tipo de grasas se ha relacionado con la obesidad, diabetes, enfermedades
cardíacas y cáncer. Los aceites obtenidos por primera presión en frío y las semillas y frutos secos
deben sustituir en la dieta a los aceites refinados, ácidos grasos trans y grasas saturadas, pues
estos tipos de grasas alteran el metabolismo de los ácidos grasos esenciales. No es suficiente con
tomar ácidos grasos omega-3 y omega-6; también debemos eliminar las grasas perjudiciales para
la salud.
ENDULZANTES
Debemos reducir o eliminar de nuestra dieta el consumo de azúcar (blanco o integral), fructosa,
chocolate, helados, caramelos, pasteles, mermeladas, edulcorantes artificiales, etc. Podemos
sustituirlos por endulzantes naturales como la miel (con moderación), melazas de cereales o frutas
secas. Estas últimas contienen vitaminas, minerales y fibra, ausentes en el azúcar. Evitar los
edulcorantes artificiales como la sacarina, el ciclamato y el aspartamo. El aspartamo es
especialmente tóxico. Su consumo se ha asociado con alteraciones visuales y neurológicas, como
epilepsia, tumores cerebrales y síntomas similares a la esclerosis múltiple. El aspartamo o E-951
está en chicles, caramelos, bebidas de cola Light, etc. Los niños y las mujeres embarazadas son
especialmente sensibles a los efectos nocivos de esta sustancia, por lo que deben evitar
consumirla. El aspartamo también puede empeorar los síntomas de la fibromialgia, por lo que las
personas afectadas deben evitar su consumo.
SAL, HIERBAS Y ESPECIAS
14. Consumir sal marina no refinada (con moderación), en lugar de sal refinada. Podemos utilizar
como condimentos hierbas aromáticas (cilantro, eneldo, albahaca, orégano, etc) y especias como
cúrcuma, comino, jengibre o canela, siempre con moderación. ESTIMULANTES - Debemos limitar o
incluso eliminar el consumo de alcohol y estimulantes, como el café, el té y las bebidas con gas y
azúcar.
ASPECTOS MÁS IMPORTANTES DE LA DIETA EN LA FIBROMIALGIA
Es beneficiosa una dieta prácticamente vegetariana, compuesta por frutas y verduras frescas,
legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas. Se pueden añadir pequeñas cantidades de
algas, hierbas aromáticas y especias. Esta dieta es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Tomar alimentos frescos, naturales, integrales y biológicos. Las frutas, verduras y otros vegetales
ecológicos potencian nuestro sistema inmunitario.
- Consumir verduras frescas y de temporada, en lugar de verduras congeladas o en conserva.
Evitar las solanáceas (tomate, patata, pimiento y berenjena) y las verduras más ricas en ácido
oxálico (espinacas, acelgas y espárragos).
- Evitar los alimentos a los que presentemos intolerancia. El gluten y los lácteos son los principales
alimentos implicados en las intolerancias alimentarias. Para algunos autores, es aconsejable seguir
una dieta sin gluten en la fibromialgia.
- Mantener el equilibrio ácido-base del organismo a través de la alimentación adecuada. - Beber
agua pura (filtrar el agua del grifo o tomar agua mineral). No tomar bebidas gaseosas
industrializadas, colas, etc. Evitar asimismo el café, el té, el alcohol y el tabaco. - Evitar el
microondas y las cocinas de inducción. Lo mejor es cocinar con gas o cocina de leña.
Cocinar los alimentos a baja temperatura (vapor suave, plancha suave, guisos, estofados),
evitando fritos, hornos a altas temperaturas, parrilladas y cocciones largas a fuego vivo. Es
importante que las temperaturas de cocción no superen los 110ºC. Cocinar a altas temperaturas
genera sustancias químicas nuevas, algunas de las cuales son tóxicas. Evitar también los
ahumados.
Consumir alimentos frescos y platos recién cocinados en lugar de comidas precocinadas. Los
alimentos elaborados, envasados, enlatados y procesados industrialmente tienen aditivos,
conservantes, etc, que es mejor evitar. No abusar de los alimentos congelados, pues han perdido
su fuerza vital y no pueden nutrir adecuadamente nuestras células. - Sustituir progresivamente la
carne roja, empezando por la carne de cerdo y los embutidos, por proteínas vegetales (legumbres,
cereales, frutos secos y algas) y pescado blanco. Podemos tomar, siempre con moderación, huevos
15. y aves, ambos de origen ecológico. Puede tomarse pescado azul de forma ocasional. Evitar el
marisco y los pescados muy contaminados por mercurio.
- Sustituir los lácteos por leches de cereales. Puede tomarse un yogur biológico de forma
ocasional, pero en la fibromilagia puede ser mejor prescindir totalmente de los lácteos. Sustituir
las harinas y cereales refinados por cereales integrales y sus harinas recién molidas. Los cereales
más recomendables son el arroz integral, el trigo sarraceno, la quinoa, el amaranto y quizás, la
espelta. Ir eliminando de la dieta los alimentos elaborados con trigo o maíz: pan de trigo, pastas,
sémolas, harinas, pizzas, bollería, repostería, palomitas de maíz, maíz dulce, tortitas de maíz, etc.
Aconsejable eliminar los demás cereales con gluten
Centeno, cebada y avena, y valorar la tolerancia a la espelta. Se puede tomar pan integral
biológico, por ejemplo de espelta, elaborado con levadura madre, o incluso sin levadura (crakers),
en lugar de pan blanco. También pueden tomarse tortitas de arroz integral. En cualquier caso, no
es recomendable abusar de los productos elaborados con cereales cocidos u horneados (pan,
pasta, galletas, bizcochos, etc). Es mejor tomar los cereales recién preparados o utilizar sus harinas
recién molidas.
- Utilizar aceites de primera prensión en frío, semillas y frutos secos en sustitución de los aceites
refinados comerciales comunes y las grasas hidrogenadas o esterificadas, como las presentes en la
margarina y muchos productos de bollería. Sustituir el azúcar blanco o integral, el chocolate y los
edulcorantes artificiales (sacarina, ciclamato y aspartamo) por endulzantes naturales, como las
melazas de cereales o la miel cruda (con moderación). También podemos usar las frutas secas
como endulzantes.
- Tomar sal marina no refinada y sin aditivos (con moderación), en lugar de sal blanca refinada. -
En la fibromialgia son frecuentes el sobrepeso y la obesidad. En este caso, es importante la
reducción de peso.