El documento discute el uso de las TICs en la educación. Señala que, a pesar de los temores sobre la deshumanización, las TICs han demostrado aumentar la relación entre docentes y estudiantes. También explica que la educación a distancia ya existía antes de las TICs modernas y que estas son simplemente herramientas más eficientes. El documento concluye que los docentes deben concentrarse en ayudar a los estudiantes a aprender por sí mismos a través de la práctica en lugar de enfocarse solo en

1. Tecnología y
Educación
Marco Torres
Módulo: Las TICs Aplicadas a la Educación, Año: 2013

2. FACTOR HUMANO
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Existe una suerte de dogma y un temor reverencial con
respecto al uso de las TICs en la educación: ellas nos
llevan inevitablemente hacia la deshumanización.
Sin embargo, paradójicamente, ese dogma quedó en
entredicho al comprobarse en todo el mundo que la
relación entre docente y alumnos es mucho mayor con
el uso de las TICs que con la mera clase presencial o
magistral

3. LAS TICs: NO son una “INNOVACIÓN”,
la EDUCACIÓN A DISTANCIA, ya existía.
ACTUALMENTE
HACE 30 AÑOS:
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Ya existía educación a distancia,
aunque la tecnología utilizada
fuese distinta.
Así, por ejemplo, se utilizaban el
CORREO para remitir contenidos
didácticos y trabajos; y el
TELÉFONO
para
aclarar
dudas...
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La educación a distancia sigue
existiendo, aunque la tecnología
evolucionó bastante.
Hoy en día, existen más recursos
tecnológicos, que cumplen el
mismo objetivo que hace un
tiempo atrás, aunque de forma
más eficiente y menos costosa.
¿Son entonces, las TICs una
innovación?

4. EL ORDENADOR: UNA
HERRAMIENTA
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Los ordenadores como parte del proceso de
aprendizaje a través de las TICs, por sí mismos, no
tienen ninguna relevancia.
La calidad del aprendizaje no depende de la mera
utilización de ordenadores, sino en la existencia de
buenos softwares que permitan que los alumnos
aprendan de forma creativa a construir su
conocimiento.

5. FUNCIÓN DEL DOCENTE
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Los docentes deben concentrarse en ayudar a los
alumnos a hacer mejor lo que son capaces de hacer.
Los docentes, no deben, en consecuencia,
concentrarse tanto en lo que saben, sino en cómo
hacer que los alumnos aprendan por sí mismos
mediante la única forma posible: haciendo.