2. “El diente agrietado”
“El diente agrietado” es un problema que se
presenta con frecuencia; pero dadas las
características clínicas es difícil de
diagnosticar. El paciente acude a la consulta
y no se aprecia ningún daño en el diente que
señala como afectado.
Se puede sospechar el síndrome del diente
agrietado cuyos síntomas son: dolor al
masticar y sensibilidad al frío, sin causa
aparente; también puede sentirse dolor al
masticar alimentos fibrosos como carne,
dolor que desaparece tan pronto se deja de
hacer presión contra el diente.
3. Manifestaciones Clínicas
En el examen clínico en la mayoría de los casos no se aprecia la existencia de
caries ni de recidiva en las restauraciones, pero sí se encuentra abrasión de
las cúspides y, en muchos casos, existen restauraciones muy grandes sin
protección cuspídea.
Se puede comprobar cínicamente al hacer que paciente muerda un rollo de
algodón en esa zona y así se replica el dolor, porque hay tendencia a la
separación de las dos partes al ejercer esa presión pues se presenta un efecto
cuña en la relación cúspide-fosa que provoca un agrietamiento vertical, al
punto de llegar, en casos más avanzados, hasta el compromiso de la pulpa si
no se hace un diagnóstico rápido.
Este efecto cuña es más grave a medida que hay atrición de las cúspides
funcionales, cuando existen interferencias oclusales o en episodios de
bruxismo, y se presenta con mayor frecuencia en las cúspides no
funcionales, puesto que las funcionales tienen apoyo interno y externo.
Por lo tanto, se generan fuerzas laterales que tienden a producir la
separación de las cúspides.
4. El diagnóstico es difícil; la única opción es utilizar algún
medio de tinción para identificar la grieta; en el examen
radiológico no se pueden observar puesto que el
agrietamiento va en sentido proximal, en el cual, por ser un
método de diagnóstico que nos ofrece una imagen plana, se
dificulta su apreciación porque la mayoría de las veces el
agrietamiento sucede en el plano paralelo a la placa
radiológica.
Los dientes con cúspides funcionales abrasionadas
principalmente por bruxismo, masticación de sustancias
abrasivas y por ajustes oclusales inadecuados, producen una
alteración de los contornos haciendo que la cúspide no
funcional sea más larga que la funcional y la vuelve más
susceptible al agrietamiento.
El diente puede ser sintomático o asintomático pero ambos
presentan agrietamiento por abrasión de sus cúspides
funcionales.
5. Tratamiento
El tratamiento es similar en los dos casos. Se hace un ajuste oclusal, pero de
carácter preventivo en el tipo asintomático, y definitivo en el tipo
sintomático. El ajuste debe concluir con la confección de una restauración
con recubrimiento cuspídeo que abrace las dos cúspides para evitar así su
desplazamiento y la producción de los síntomas descritos. En
sintomatología crónica hacer endodoncia.
Técnica del ajuste oclusal, para el síndrome del diente agrietado:
A) Se reduce la altura cuspídea (cúspide no funcional).
B) Se elimina contacto de la vertiente interna de la cúspide no funcional.
Hay que verificar movimientos excéntricos.
C) Se recontornean las cúspides linguales.