1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
ENSAYO
Integrante: Alexander Lobatóna
Barquisimeto, Julio del 2015
2. En primer término se debe precisar lo que es el Gobierno Electrónico, así pues, según
la Organización de las Naciones Unidas, cuando se habla de Gobierno Electrónico se hace
referencia al uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) por parte de las
instituciones de gobierno, con la finalidad de mejorar cualitativamente los servicios e
información que se ofrecen a las ciudadanas y ciudadanos, aumentar la eficiencia y eficacia
de la gestión pública, así como para incrementar sustantivamente la transparencia del sector
público y la participación ciudadana. Al respecto, en la Carta Iberoamericana (2007) se
entiende al “Gobierno Electrónico” como el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación en los órganos de la Administración para mejorar la información y los
servicios ofrecidos a los ciudadanos, orientar la eficacia y eficiencia de la gestión pública e
incrementar sustantivamente la transparencia del sector público y la participación de los
ciudadanos.
Cabe decir que este Gobierno Electrónico, persigue: (a) el uso y despliegue de las
TIC siguiendo determinadas pautas, normas, experiencias y buenas prácticas. (b) proveer la
oportunidad de plantear una nueva forma de hacer gobierno. Y (c) Orquestar y gestionar de
forma coherente personas, tecnologías, normas, servicios, sistemas y procesos propios del
campo de dominio del Gobierno Electrónico, como de otros campos que sea necesario
considerar. En tal sentido, con ello se busca que las Tecnologías de Información y
comunicación, sirvan de apoyo para lograr desarrollar buenos gobiernos, como es de
suponer, con su uso adecuado se pretende tener mayores niveles de eficiencia y eficacia en
el quehacer gubernamental.
Ante lo expuesto surge el propósito del presente escrito, desarrollar un ensayo sobre
los temas de la carta Iberoamericana de gobierno electrónico, el rol de las Instituciones; y
las obligaciones y prioridades que a través de esta carta los gobiernos y administraciones
iberoamericanos tienen en las políticas y las actuaciones que el Gobierno Electrónico tiene
con la ciudadanía, Se espera que el contenido de este escrito, sirva de referencia para
futuras consultas sobre los temas.
Ahora bien, algunos autores han señalado que la conformación de un gobierno
electrónico es un arduo trabajo, tanto para alcanzar los objetivos enunciados en la Carta
Iberoamericana, como para cualquier otro que se propongan. Así pues, mucho de su
esfuerzo debe ser orientado por el liderazgo gubernamental, la normativa, la agenda de
3. gobierno, las constelaciones de trabajo y el diseño de indicadores y análisis de resultados,
de tal forma de emplear el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación para conseguir un estado más accesible e igualitario.
Además de ello se debe destacar que debido a diversidad de factores, se presentarán
diferentes modelos de gobierno electrónico en Iberoamérica. Por su lado, las
organizaciones públicas deberán establecer sus propios objetivos en gobierno electrónico.
No modificarán su estructura significativamente, pero deberán adaptar sus procesos para
ofrecer mejores servicios y lograr mayor alcance. Se debe tener claro, que si bien, los
agentes públicos se han acostumbrado a las nuevas tecnologías, aún no lo han hacho con
trabajo en redes humanas. Por lo que algunos especialistas en el tema consideran que deben
adoptar la adhocracia, es decir, que no existan jerarquías internas y que sean guiadas por un
fuerte liderazgo de los directivos que los respalde en sus iniciativas. De allí que es
fundamental consultar a los ciudadanos en el diseño y la evaluación de los servicios
públicos.
Respecto a los valores principales expuestos en esta Carta, se tienen: la igualdad, la
legalidad, la conservación, la transparencia y accesibilidad, la seguridad, la responsabilidad
y por supuesto, la que no debe faltar, la adecuación tecnológica. Así mismo se dice que se
debe centrar en los destinatarios del gobierno electrónico: el ciudadano y la sociedad.
Expuesto todo lo anterior, se deduce que dentro de sus objetivos esta la
implementación de una accesibilidad total, al gobierno electrónico, bajo el supuesto de
disminuir la brecha digital, dado que se contrapone con el derecho de igualdad de
oportunidades de todos los ciudadanos. Sin embargo, pese a que la brecha digital y la
alfabetización se acortan, se sabe que se mantiene una exclusión en la población de bajos
ingresos, y también debido a razones geográficas, hay que recordar que la más alta
concentración de servicios presenciales y disponibilidad de redes y computadoras ocurre
principalmente en los centros de mayor población y que presentan ingresos más altos y así
como el nivel educativo más alto.
En el mismo orden de ideas, se evidencia otro factor de gran relevancia, y se refiere a
la homologación de la información, en tal caso se plantea homologar la información que se
ofrece a distancia para tener acceso a cada uno de los servicios con toda la información que
4. se da regularmente de manera presencial; lo cual incluye: la normativa, los procedimientos,
los requisitos, entre otros.
De ello se señala, que los ciudadanos tienen gran dependencia del sector público,
dado que deben acudir a sus oficinas para ejercer sus derechos y cumplir obligaciones. Bien
se sabe que el ciudadano común, generalmente desconoce la legislación y el alcance de los
programas y servicios que se diseñan en sus respectivos países, y por cada uno de sus
gobiernos, y que tienen alcance regional y local. Pero no quieren perder tiempo ante el
fuerte proceso de ubicar los puntos de contacto de la organización, los horarios de
atención, obtener información clara sobre cualquier requisito, aranceles, aclarar dudas,
tiempos de demora para trámites.
Hechas las consideraciones anteriores, los ciudadanos básicamente quieren tener toda
la información para acceder a los servicios públicos, pero que dicha información cumpla
con lo siguiente: (a) que sea actualizada, lo cual ofrece la tecnología, de forma rápida y
segura. (b) que sea comprensible. (c) que sea suficiente y graduada, según los distintos
tipos de destinatarios y sus necesidades. (d) que sea coherente, por lo que debe coincidir
con lo que requiere. (e) que tenga variedad y validez de los canales y herramientas
existentes, para disponer de la información y la consulta, bien sea presencial, telefónica
gratuita, fax, página web, correo electrónico, guías de servicios y trámites. Así mismo es
importante contar con un directorio completo de puntos de contacto del Estado de acceso
público a distancia.
Pese a lo expuesto anteriormente, se piensa que, aunque se cree que el cambio
tecnológico lleva a un cambio en las estructuras organizacionales del estado, esto no
necesariamente es así, pues, generalmente estas estructuras son rígidas y la llegada del
gobierno electrónico no cambiará esto, al menos en el corto plazo. Se habla también de
variedad de modelos, sin embargo, ello trae ciertas interrogantes: ¿qué tecnologías aplicar a
estructuras rígidas y poco responsivas a las necesidades de los ciudadanos? Estas dos
variables se irán debatiendo y consensuando en forma progresiva en ámbitos de
colaboración, asistencia técnica e intercambio de experiencias.
Ahora bien, los responsables políticos, directivos y empleados públicos
iberoamericanos tienen perspectivas múltiples en torno al Gobierno Electrónico, pero se
sabe que hay mayor innovación de TIC en el sector privado que en el público, dada la
5. necesidad de adaptación y las grandes oportunidades que significa la innovación para el
primer sector mencionado. Pese a que las organizaciones públicas tienen perspectivas
múltiples, hasta ahora han mostrado desarrollo desigual en gobierno electrónico. Por lo que
se dice que el liderazgo parece ser la explicación más cierta para esto. Así pues, tanto el
funcionario público, como el ciudadano, están claros de que el cambio tecnológico avanza
con mayor rapidez y ofrece cada vez mayores servicios.
Cabe decir que en el sector público en general se espera que la implementación del
gobierno electrónico traiga como resultado la aceleración del flujo de trabajo y la
disponibilidad de información en línea para disminuir la demanda presencial actual. Hay
desarrollos propios y adaptaciones mediante el benchmarking que son dignas de mencionar.
Se han desarrollado en forma creciente las páginas web institucionales con mucha y variada
información. Pero no hay que descuidar el hecho que ordenar la trastienda es prioritario
antes que colocar atractivos frentes de presentación. Los funcionarios de atención de
público son conscientes del atraso tecnológico en la prestación de servicios pero acredita
las demoras en la actualización de tecnología y mejora de procesos, y con razón, a los
niveles directivos.
Por último, el rol que desempeña el sector privado en la conformación de la agenda
de Gobierno Electrónico es prácticamente inexistente. Hay recelo en el sector público sobre
el sector privado en general y sobre los proveedores de tecnología en particular por los
costos, el temor a la dependencia, a los monopolios y a la incompatibilidad tecnológica.
Hay expectativas y una cierta confusión ya sea por el cambio tecnológico acelerado
(hardware y software). Se debe tener claro que el estado se debe asociar, en primer lugar
con los privados para reducir la brecha digital (redes tecnológicas y computadoras),
desarrollo de tecnología en cada organismo (hardware y software.
Para concluir, El Gobierno Electrónico requiere de instrumentos que estén en
continuo enriquecimiento, para lo cual es crucial el involucramiento, compromiso y
participación de todas las ciudadanas y ciudadanos.
6. REFERENCIAS
Carta iberoamericana de calidad en la gestión pública, 2008, X Conferencia Iberoamericana
de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado, San Salvador, El
Salvador.
Carta iberoamericana de gobierno electrónico, 2007, IX Conferencia Iberoamericana de
Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado. Pucón, Chile.
Mintzberg, H. 1979, La Estructuración de las Organizaciones, Ariel.