Darlene es la protagonista de la película Yo, tú, ellos dirigida por Andrucha Waddington. Vive en el árido nordeste de Brasil y termina rodeada de tres maridos debido a diferentes situaciones que le presenta la dura vida allí. A pesar de esta situación aparentemente problemática, la película presenta el conflicto de una manera sutil y muestra a los personajes compartiendo momentos cotidianos como comidas y bailes con naturalidad. El director cambia el tono melodramático de otras películas por una desc
1. Yo, tú, ellos
(Eu, tu, eles)
Brasil, 2000
Dirigida por Andrucha Waddington, con Regina Casé, Lima Duarte, Stenio
García y Luiz Carlos Vasconcelos.
Darlene (Regina Casé), la robusta pero sensual protagonista de Yo, tú, ellos,
termina rodeada de tres maridos pero no es ninguna Doña Flor. Lo suyo es
más bien una consecuencia de diferentes situaciones que le ha ido
presentando la dura vida en el árido y caluroso nordeste brasileño. Allí es
donde se inscribe esta historia que el director Andrucha Waddington imaginó
para su ópera prima. Y si bien el paisaje, los colores, los modos y el trabajo
propio de esa zona determinan en gran parte el aspecto visual y el tono del film
y lo tornan único; el conflicto central y las reflexiones posteriores sobre el tema
adquieren un carácter universal que potencia su impacto.
Waddington cuenta haberse inspirado en hechos de la vida real. Sin embargo,
Yo, tú, ellos no hace más que retomar el modelo dramático de su primer trabajo
para el cine llamado Gemelas (1999). En aquel mediometraje Andrucha
narraba la historia de dos mujeres (ambas interpretadas por la actriz y esposa
del director, Fernanda Torres) que se enamoraban del mismo hombre. Aquí es
al revés, Darlene va sumando hombres -e hijos- a la casa de su esposo.
Esta situación en apariencia tan “grave”, se presenta como conflictiva pero de
manera sutil. Las criaturas de este realizador comparten una comida, trabajan
en el campo, paren niños o disfrutan de un baile en el pueblo: no se detienen a
pensar. Todo ésto, sumado a la absoluta naturalidad de la protagonista que se
deja llevar por el deseo pero además entiende que esa es la mejor manera de
organizar su vida, hace que Yo, tú, ellos provoque en el espectador entrañables
momentos de gracia, pena o complicidad.
El largometraje de Waddington cambia el tono del melodrama testimonial de
películas como Estación central, por la descripción en tono picaresco -que
trasciende el mero costumbrismo- de un mundo particular articulado por cuatro
personajes (cuyos actores están impecables). Lejos de las imágenes clisé, la
bossa nova y el desenfado, Yo, tú, ellos cautiva desde lo particular -primeros
planos, gestos, miradas de los personajes, pocos diálogos, unas cuantas
situaciones reiteradas- hacia lo general -una cámara que observa sin subrayar,
una historia que entretiene sin sobresaltar-. La música también es parte
fundamental de la identidad de este film y para ello Gilberto Gil ha aportado sus
valiosísimos acordes. Las puertas hacia un director que tiene mucho para dar
ya están abiertas.
Yvonne Yolis