2. Como en toda Europa, también la cultura alemana se ve impregnada por el espíritu positivo. Su influencia se extiende a través de todas las ramas del conocimiento, tanto en las ciencias naturales como en las ciencias humanas. Pero la reflexión cobra en Alemania un cariz especial en torno a estas últimas. De un lado, ideas positivas alientan contribuciones innovadoras en ciencias como la psicología, la sociología y, sobre todo, la historia (Escuela de Ranke).
3. De otro, la discusión sobre la metodología de las ciencias humanas frente a las naturales conducir, como se a sugerido ya, a la elaboración de conceptos y modelos de diferenciación que tendrán fuerte influencia en la filosofía del siglo XX. Por último, un espíritu positivista más o menos genuino adquiere en círculos filosóficos especial vigor mediante expresas tomas de posición a favor del materialismo y del naturalismo.
4. Autores como E. Laas (1837-1885), Wilhelm Schuppe (1836-1913), Gustav Theodor Fechner (1801-1887), el citado Helmholtz, Otto Liebmann (1840-1912) y, sobre todo, Richard Avenarius (1843-1896), forman parte del positivismo científico alemán, interesado en el análisis y defensa del método de las ciencias naturales. Este análisis, con frecuencia hecho bajo el lema “vuelta a Kant”, conduce en el caso de Avenarius y Mach al “empiriocriticismo”.
5. La corriente positivista alemana tiene cabida con la doctrina de Franz Von Liszt, quien fundó la llamada escuela Sociológica Alemana, donde la pena buscaba una retribución del daño y justificaba la peligrosidad del individuo antisocial, a través de lo que se llamó “Doppel Binaria”, o doble vía. Constituyó una escuela ecléctica donde; tanto iusnaturalismo como Positivismo, unidos; infundaban el futuro de la Ciencia Penal y sus procesos.
6. Hans Kelsen Positivista alemán. Encontramos que la sanción surge a base de la coacción entre el infractor y la sociedad, de manera necesaria y justa; Kelsen afirmaba en pro del argumento kantiano: “La Humanidad y sus acciones se remiten hoy día a una libertad coartada, dentro de un Contrato Social (como a bien tuvo postular Rousseau) que exige el Bien Común para la subsistencia
7. Liszt Y su escuela formularon dos postulados sobre el Delito que prevalecen y han permitido la existencia de otras corrientes penalistas como la causalista y la funcionalista.
8. Estos preceptos son: 1) El Delito es un hecho contrario a la Ley, cuando transgrede a la norma impuesta por el Estado y merma la Seguridad Social. 2) Al ser el delito formalmente ilícito, entonces la conducta del sujeto se encuentra en contra de la Sociedad. (Todo criminal es un antisocial)
9. Luis Feuerbach (1804-1872) Afirma que el desenvolvimiento del espíritu es el resultado de la lucha de la actividad humana estimulada por las necesidades contra la resistencia de la naturaleza. Todas las ideas son producto de una necesidad. Dios mismo es una idea creada por el hombre, según el ideal de sus propias necesidades. Solo existe la naturaleza que es eterna y se explica por sí misma. Recurrir a Dios para explicar la naturaleza es una pretensión de aclarar lo natural por lo innatural, lo existente por lo inexistente, lo concebible por lo inconcebible.