1. Las emociones
La emoción es un estado afectivo que
experimentamos, una reacción
subjetiva al ambiente que viene
acompañada de cambios orgánicos
(fisiológicos y endocrinos) de origen
innato, influidos por la experiencia.
2. En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente
involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre
el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y,
por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha
situación.
3. Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza
o peligro que produce ansiedad,
incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro,
desconcierto. Es muy transitoria.
Puede dar una aproximación
cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco,
solemos alejarnos del objeto que
nos produce aversión.
4. IRA: Rabia, enojo,
resentimiento, furia,
irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación,
contentos, da una sensación de
bienestar, de seguridad.
TRISTEZA: Pena,
soledad, pesimismo.
5. Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones,
podríamos decir que tienen diferentes funciones:
MIEDO: Tendemos hacia la protección.
SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia
aquello que tenemos delante.
IRA: Nos induce hacia la destrucción.
ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción
(deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir
bien).
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
6. Elementos básicos de la
emoción
•b)Hay una experiencia
consciente de tono positivo o
negativo, la “emoción” que
sentimos.
•a)Hay una situación estímulo
que provoca la reacción.
7. •c)Hay un estado corporal
de activación fisiológica
producido por el sistema
nervioso autónomo y
glándulas endocrinas.
•d)Hay una conducta
relacionada que acompaña a las
emociones (un animal que tiene
miedo se encoge, tiembla y
corre).
Elementos básicos de la
emoción
8. Teoría de James y Lange
La teoría establece que, como respuesta a las
experiencias y estímulos, el
sistema nervioso autónomo crea respuestas
fisiológicas (tensión muscular,
lagrimeo, aceleración cardio-respiratoria...) a
partir de las cuales se crean las
emociones.
Tanto James como Lange proponían un modelo
en el que la reacción fisiológica ante el estímulo
era la que provocaba la emoción: No lloro porque
tengo pena, sino que tengo pena porque lloro.
9. Teoría de Cannon y Bard
La teoría defendida por Cannon y por Bard parte de los
estudios sobre el funcionamiento del sistema nervioso
central. Cuando nos acontece un hecho que suscita en
nosotros una emoción lo que sucede es que los impulsos
nerviosos llevan simultáneamente esa información a dos
lugares del cerebro: la corteza y el tálamo
10. La corteza es el área del cerebro donde tienen
lugar los procesos complejos de pensamiento
que nos hacen comprender si el
acontecimiento percibido es una amenaza, es
algo que puede tener repercusiones positivas
para nosotros, es algo inesperado, etc.
11. Estos cambios fisiológicos (dilatación de las
pupilas, aceleración del ritmo cardíaco, de la
respiración, de la tensión arterial, sudoración, etc.)
preparan al organismo para consumir la energía
necesaria por si el estímulo es evaluado por el
cerebro como algo amenazante y hay que
desencadenar una “respuesta de lucha o de
huida”.
12. Esta evaluación que hace la
corteza cerebral sería suficiente
para producir la emoción. A la vez,
la información llega al tálamo,
donde se producen diversos
cambios fisiológicos que no son
específicos de una emoción
determinada, sino que se
producen como respuesta a
cualquier emoción.
13. Si con la nueva información que reciben nuestros órganos sensoriales se
descubre que el acontecimiento no es amenazante, ambas áreas del
cerebro se calmarán. Si, por el contrario, se confirma la amenaza, la
reacción emocional habrá tenido la utilidad de haber puesto a nuestro
organismo en disposición de huir o de luchar.
Esta teoría tiene el mérito de integrar las investigaciones sobre el papel
del hipotálamo en la investigación sobre las emociones, pero fallaba al
no reconocer la complejidad de las experiencias emocionales y en la
manera en que dichas experiencias pueden verse afectadas por la forma
de interpretar cada persona las reacciones fisiológicas.