1. SÍNTESIS DEL PENSAMIENTO DE AGUSTÍN DE HIPONA.
Agustín de Hipona (siglos IV-V) nació en el África romana. Era hijo de una cristiana y de un pagano y
desde su infancia vivió el enfrentamiento entre las dos culturas. En su juventud fue seguidor del maniqueísmo.
Posteriormente conoció el neoplatonismo, filosofía que le lleva a abandonar el maniqueísmo y a poder interpretar
racionalmente el cristianismo. Agustín se convierte al cristianismo, creyendo que esta religión era portadora de la
verdad, concepto muy importante en el pensamiento de este autor. Agustín encuentra en la filosofía clásica
(Platón, principalmente) una gran afinidad con la fe cristiana. Defiende que esta afinidad se debe a que quizás los
filósofos clásicos fueron iluminados por Dios aun sin llegar a conocer el cristianismo. Por otra parte, Agustín, que
llegó a ser obispo y santo de la Iglesia, luchará contra las herejías cristianas de la época, en su afán por presentar
una correcta interpretación de la doctrina cristiana.
Su obra “Confesiones” es la historia de su propia conversión: recoge su evolución intelectual y moral.
Escribe también el “Tratado sobre la Trinidad” y“La Ciudad de Dios”, obra ésta en la que defiende al cristianismo de
la acusación de ser causante de la decadencia de Roma.
Agustín asocia la filosofía (el platonismo en este caso) con el cristianismo, sentando así la base de lo que
será la filosofía a lo largo de la Edad Media.
RAZÓN Y FE:Agustín aspira a alcanzar la verdad y la felicidad, y defiende que las dos se encuentran
en Cristo. El camino que conduce a Cristo requiere tanto de la fe como de la razón. Fe y razón son complementarias,
puesto que la fe se tiene que comprender por medio de la razón. No habla, por lo tanto, de una fe ciega, aceptable
para el pueblo inculto. Agustín quiere llegar a la verdad no sólo por medio de la fe, sino también por medio de la
inteligencia. La razón por sí sola (sin fe) está expuesta a error y es insuficiente para llegar a la verdad. La fe debe
guiar a la razón, marcando el camino hacia Cristo, y la razón debe ayudar a profundizar en la fe y aclarar aquello en
lo que se cree. Aunque coloca a la fe y la razón en el mismo plano, puntualiza que la razón debe estar supeditada a la
fe, puesto que la verdad es Cristo.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO: Agustín plantea el problema de la verdad, cuestión clave en su
pensamiento. La búsqueda de la verdad es necesaria, defiende, porque el ser humano tiene una tendencia innata a
la sabiduría. La verdadnos hace sabios, y en esa sabiduría está la auténtica felicidad, que denomina “beatitud”.
Agustín se plantea en primer lugar si es posible alcanzar un conocimiento verdadero. Los escépticos
defendían quela verdad no existe y, si existe, el ser humano no tendría capacidad para alcanzarla. ¿Cómo refuta las
teorías de los escépticos? Afirma que los escépticos caen en una contradicción, porque dicen que la verdad no
existe, pero ellos ya dan por supuesta una verdad: si la persona duda, es porque existe.
Una vez demostrado que somos capaces de tener certezas, examina cuál es la fuente para obtener la
verdad y describe tres víasordenadas jerárquicamente:
en primer lugar, el conocimiento sensible, que es compartido por animales y hombres, y que se
obtiene a partir de la información recibida por los sentidos. Esta información está sujeta a cambios y errores. Por eso
constituye el nivel más bajo de conocimiento.
En segundo lugar, el conocimiento racional, que es propio del ser humano. Este es capaz de
establecer juicios sobre las realidades concretas basándose en unos modelos inmateriales, universales y eternos
(ideas). Este conocimiento será verdadero cuando hay correspondencia entre el objeto concreto y la idea que se
toma como modelo a la hora de establecer un juicio. (Verdad como adecuación del intelecto a la cosa.) ¿Cómo
justifica Agustín la existencia de esas ideas? Las llama ideas ejemplares o especies eternas y están contenidas en la
mente de Dios. Los reflejos de estas ideas están en nuestra alma.
En tercer lugar, el nivel más elevado de conocimiento: la contemplación de las ideas. Dios ilumina el
alma humana y le permite descubrir en su interior el reflejo de las ideas ejemplares o especies eternas. No hay
mediación de los sentidos, las ideas eternas se contemplan sólo a través de la mente.
En la teoría del conocimiento de Agustín podemos percibir una importante influencia de Platón: las
ideas como fundamento del conocimiento verdadero;los grados del conocimiento que reproducen el esquema
platónico; la iluminación divina que hace posible la contemplación de las ideas reflejadas en el alma al modo como el
sol (idea del Bien platónica) del exterior de la caverna hacía posible la visión de los objetos sensibles, etc.
2. DIOS:Agustín trata acerca de la existencia de Dios, defendiendo que ésta es evidente porque Dios se
hace visible a través de sus efectos, porque la humanidad entera coincide en que hay un ser superior a todas las
cosas, y porque Dios es fundamento de la verdad (las ideas eternas existen en la mente de Dios; la verdad consiste
en la correspondencia entre los objetos concretos y las ideas, así que Dios es el fundamento de la verdad. La verdad
existe, y es evidente que Dios existe porque es fundamento de la verdad. Encuentra en esto el argumento más sólido
a favor de la existencia de Dios.) El objetivo de Agustín no es tanto demostrar la existencia de Dios –ya que para él es
evidente- sino mostrar el impulso de todo lo creado hacia Dios.
No obstante, la naturaleza de Dios escapa a la comprensión del hombre y está más allá de lo que
podemos expresar con palabras, así que de Dios podríamos decir lo que no es. Dios en la Biblia se define a sí mismo:
“Yo soy el que soy”. Y así, Agustín define a Dios como el Ser, y sólo El es inmutable. Todos los demás seres son
mutables (pueden ser o no ser), y tienen ser en tanto que reproducen el modelo ideal que está en la mente de Dios.
Esa reproducción es siempre imperfecta. Dado que las criaturas son imperfectas no han podido crearse a sí mismas:
Dios las ha creado.
En lo que respecta a la explicación del mundo Agustín se separa de Platón en aquellos aspectos no
conciliables con el cristianismo: Dios crea el mundo a partir de la nada, el mundo tiene un principio y un final y sólo
Dios es eterno.(Para los griegos el mundo es eterno). Dios no es su Creación. Defiende la trascendencia de Dios. Dios
crea el mundo por su libre voluntad, por amor, para hacer partícipes a las criaturas de su perfección. Como la
materia ha sido creada por Dios no puede ser origen del mal. (Se separa de concepción negativa de lo material
defendida por el platonismo).
HOMBRE: posee un alma racional que le diferencia de los animales. Las características del alma
humana son: poseer una razón inferior (para conocer las cosas sensibles) y una razón superior (para llegar a alcanzar
la verdadera sabiduría, que es contemplación de las ideas o verdades eternas); ser inmortal (porque de hecho es
capaz de captar las ideas o verdades eternas, que son inmortales, así que ella también lo es, y también es prueba de
su inmortalidad el deseo de una felicidad absoluta o beatitud que solo puede hallarse en el conocimiento de esas
ideas o verdades eternas, así que el alma es afín a ellas). Otras características del alma humana son: haber sido
creada por Dios(por lo tanto es temporal, no es eterna), y poseertres facultades: memoria, inteligencia y voluntad,
que son reflejo de la Trinidad divina (la memoria es imagen del Padre, la inteligencia es imagen del Hijo y la voluntad
es imagen del Espíritu Santo.)
¿Cuál es la relación entre alma y cuerpo? El alma es el principio que da vida al cuerpo. El cuerpo es
un instrumento para el alma, que le puede servir para acercarse o alejarse de Dios. San Agustín, a diferencia de
Platón, afirma la unión de alma y cuerpo. Los dos juntos forman el compuesto que constituye el hombre. Ambos han
sido creados por Dios. El alma no preexiste al cuerpo, éste no es un castigo para el alma por alguna falta cometida.
Sin embargo, el cuerpo ha llegado a ser prisión del alma por el pecado original, y de éste habrá de liberarse.
ÉTICA: Agustín defiende una ética eudemonista, el fin de la conducta humana es la felicidad o
beatitud, que solo puede encontrarse en Dios. El hombre busca la unión con Dios, y el alma es impulsada por la
voluntad, que en este caso es amor, hacia Dios y hacia elprójimo (caridad cristiana). Aunque la voluntad es libre de
inclinarse hacia el bien o hacia el mal.
El mal es la ausencia de bien. Así, no tiene sentido buscarle una causa eficiente y queda refutado el
dualismo maniqueo. El mal nace del uso inadecuado que el hombre hace del libre albedrío, es decir, de su capacidad
para elegir libremente. El hombre es el responsable del mal, y no Dios. Agustín se aparta del intelectualismo moral
platónico: no se obra mal por ignorancia, sino por el mal uso del libre albedrío con que Dios nos ha dotado.
El hombre ha sido creado libre, con capacidad para acercarse o alejarse de Dios. Agustín distingue
entre libre albedrío (capacidad que el hombre tiene de obrar voluntariamente y que a partir del pecado original está
orientada hacia el mal) y libertad(capacidad para hacer únicamente buen uso del libre albedrío, y en eso consiste la
auténtica libertad, que necesita de la gracia divina.) Sólo la gracia divina, que Dios otorga a los elegidos por Él hará
libre a la voluntad para poder elegir el bien. (San Agustín defiende esta doctrina de la gracia divina como esencial
para poder salvarse, frente a la herejía defendida por Pelagio, que sostenía que el pecado original no afectaba a los
descendientes de Adán y el hombre nacía libre de pecado original, siendo capaz de hacer el bien por sí mismo, sin
necesidad de la gracia divina. Para Agustín, la gracia divina debe convertir la voluntad mala en buena.
3. FILOSOFIA DE LA HISTORIA: Agustín escribe la obra “La ciudad de Dios” para defender al
cristianismo de la acusación de ser el causante de la decadencia de Roma. Esta obra constituye una reflexión acerca
de la historia desde el punto de vista cristiano: la historia humana es la historia de la redención de los hombres por
Dios, es una historia de salvación. Dios se hace hombre y este acontecimiento marca la división en tres tiempos
históricos: el pasado (antes de Cristo), el presente (en Cristo) y el futuro (después de Cristo y hasta el final de los
tiempos, con la llegada del Reino de Dios.)
Agustín presenta una concepción lineal de la historia, la cual comienza con la Creación y termina con
la llegada del Reino de Dios, frente a la concepción griega del tiempo cíclico. Desde el principio de la historia
conviven dos ciudades: la ciudad de Dios y la ciudad terrenal. Cada uno de nosotros pertenece a una de esas dos
ciudades, en función de si ama a Dios o si se ama sólo a sí mismo. Cada cual puede saber a qué ciudad pertenece
volviendo la mirada hacia su interior. En el Juicio Final esas dos ciudades se separarán y sólo aquéllos que
pertenecen a la Ciudad de Dios se salvarán.