Los eventos masivos a menudo requieren vigilancia privada para mantener el orden y la seguridad de los asistentes, ya que el gobierno no siempre puede proporcionar esta cobertura. La seguridad privada ayuda a controlar posibles caos, brindando a los asistentes una sensación de seguridad y bienestar para que puedan disfrutar del evento de manera tranquila y responsable.