1. El líder como arquitecto Las nuevas funciones del líder creativo
2. El líder de una empresa del siglo XXI debe pensar como un arquitecto: no solo tiene que imaginar el futuro, también tiene que construirlo. Debe pensar en proyectos aun no creados y aprovechar el talento que ocultan los lideres que hay en su empresa.
3. El diseño de un plan, programa o proyecto es, en gran medida, cuestión de arquitectura: optimizar los recursos, mejorar los rendimientos, distribuir responsabilidades, crear valor y establecer el sistema para verificar la puesta en practica del plan El líder debe ser un visionario, para un líder creativo la visión tal y como se presenta habitualmente no basta. La nueva visión debe ser dinámica, abiertamente bifocal, es decir, debe dar simultáneamente una imagen de las oportunidades de hoy y también imaginar la del mañana.
4. Debe ser capaz de destruir antiguos modelos, mientras construye nuevos diseños. Esta facultad esta poco desarrollada entre los directivos, ya que no es fácil prestar atención al “ahora” y al “después” a la vez. El futuro debe estar siempre presente en su mente. El profesor Mauro Rodríguez mantiene: El buen líder tiene una dosis de futurólogo; piensa por adelantado, proyecta las situaciones y las personas al futuro.
5. La visión es un sueño que se tiene despierto. Es imprescindible porque rompe muchos esquemas dentro de las personas y los grupos, dado que la rutina se adueña fácilmente de ellas. La visión tiene que ser compartida por todos los que están implicados en un proyecto común. El líder de una organización moderna será aquel que sabe construir y dirigir su vida y la de las personas que trabajan con el; inspira confianza, entusiasmo y disciplina; da sentido y plenitud a un proyecto común y ayuda a mejorar el trabajo diario.
6. Hay que tener la capacidad de aprender de los errores y equivocaciones, y estos no deben impedir el progreso de una empresa.