Este documento describe diferentes técnicas de electrodiagnóstico y electromiografía utilizadas para evaluar la función del sistema neuromuscular, incluyendo estudios de conducción nerviosa, electromiografía y potenciales evocados. Explica cómo estas técnicas permiten un mejor diagnóstico y tratamiento de trastornos motores mediante la medición de parámetros bioeléctricos musculares y nerviosos. También clasifica los tipos de lesiones nerviosas y cómo los hallazgos electrofisiológicos pueden interpretarse
Evaluación electrofisiológica del sistema neuromuscular
1. ELECTRODIAGNÓSTICO Y ELECTROMIOGRAFÍA.
La medicina rehabilitadota es la interfase entre la medicina clínica y el propósito activo de la
recuperación funcional, que puede obtenerse con una observación dinámica de la enfermedad
y una potencial intervención.
Una combinación de los medios farmacológicos y neurofisiológicos, unida a una gran variedad
de otras técnicas rehabilitadotas, permite un mejor diagnóstico y tratamiento de los trastornos
motores, producidos por los procesos neurológicos o no neurológicos, y conduce a las bases
científicas de la medicina rehabilitadota.
Dentro de las técnicas que pueden utilizarse para evaluar la función del sistema
neuromuscular, hay que destacar los estudios electromiográficos y el biofeedback.
MÉTODOS TRADICIONALES DE ELECTRODIAGNÓSTICO
Las curvas de intensidad-tiempo son un sistema de exploración (en la actualidad en desuso)
que utiliza corrientes de baja frecuencia para producir la contracción muscular. Para ello se
necesita una intensidad mínima de corriente, a la que Lapique denominó “reobase”. La
determinación del tiempo mínimo del flujo de una corriente de intensidad doble de la reobase
se denominó “cronaxia”.
De lo anterior de deduce que, cuanto menor es la duración del impulso, mayor debe ser la
intensidad de la corriente. De la relación de estos dos factores surge el método de exploración
neuromuscular denominado curvas de intensidad-tiempo (I/T).
Estas curvas se representan en un gráfico donde en las abscisas se expresa el tiempo y en las
ordenadas se expresan los valores mínimos de las intensidades que cada impulso debe tener,
según su duración. Estos estudios pueden realizarse tanto con impulsos rectangulares como
progresivos (triangulares, exponenciales).
La electromiografía, junto con las técnicas de estimulación de las fibras nerviosas aferentes y
eferentes, son métodos mucho más precisos que las técnicas tradicionales, y son los que se
utilizan en la actualidad.
ESTUDIO DE LA CONDUCCIÓN NERVIOSA
Una breve descripción de la fisiología de los nervios periféricos es necesaria para comprender
el significado de los datos generales obtenidos por la evaluación neurofisiológica. El axón
mantiene una diferencia de potencial entre el interior y el exterior. Esto se produce gracias a la
singular propiedad de la membrana semipermeable de la célula nerviosa y al sistema de
transporte activo celular que mantienen el gradiente de concentración iónica.
En respuesta a un estímulo, la membrana celular se despolariza y se invierten las cargas, por
lo que el potencial interno pasa de negativo a positivo. Esta onda de despolarización o
inversión del potencial es transmitida a lo largo de la membrana de la célula nerviosa. En las
fibras nerviosas mielinizadas, esta onda de despolarización se efectúa de modo saltatorio, que
es una forma rápida de conducción, en la cual el impulso salta de un nodo de Ranvier a otro.
En las fibras amielínicas o poco mielinizadas, la conducción es como por un cable, lenta, y
requiere que el área subsecuente de la membrana celular se despolarice individualmente.
ELECTROMIOGRAFÍA
La electromiografía (EMG) permite examinar parámetros bioeléctricos específicos, relacionados
con la electrofisiología del músculo. La unidad motora se compone de una célula del asta
anterior, que produce un potencial de acción a lo largo de un axón. El potencial de acción
alcanza las ramas terminales del axón y provoca la liberación de acetilcolina en la unión
mioneural. Esta onda de despolarización sobre y dentro de las fibras musculares libera calcio,
activa los elementos contráctiles dentro del sarcómero y produce la contracción muscular.
En la electromiografía clínica, se registran las ondas de despolarización de las fibras
musculares. Los aspectos que mas frecuentemente se miden de una unidad motora son: su
amplitud, duración y forma de la onda. En el curso de un estudio EMG, con electrodo de aguja
(percutáneo), la visualización de las ondas y el sonido desempeñan un papel igualmente
importante.
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2. Principales parámetros examinados durante un estudio EMG
1. Actividad de inserción:
Es la actividad eléctrica espontánea asociada con la inserción del electrodo de aguja. En el
músculo normal, esta actividad cesa cuando la aguja deja de moverse. Dicha actividad
disminuye en el músculo fibrótico o en los músculos muy atrofiados. La actividad de inserción
aumenta en los músculos que son súperirritables, lo cual se asocia más comúnmente con la
denervación aguda. También puede ocurrir en los trastornos miotónicos y en ciertas miopatías.
2. Actividad espontánea
La actividad espontánea puede presentarse como potenciales de fibrilación o como potenciales
de fasciculación (brotes involuntarios de una unidad motora). Los primeros se observan, con
mayor frecuencia, en las lesiones de los nervios periféricos y en las enfermedades musculares
inflamatorias agudas. Los segundos se asocian frecuentemente con las enfermedades de las
células del asta anterior (si bien, el músculo normal en reposo es, en general, “eléctricamente
silente” y tiene un mínimo porcentaje de potenciales de fasciculación y fibrilación).
3. Configuración de la unidad motora
Las unidades motoras son examinadas sobre la base de su amplitud, duración y configuración.
Las de corta duración y pequeña amplitud se observan, generalmente, en la enfermedad
miopática. Las de larga duración y pequeña amplitud pueden verse en las reinervaciones
tempranas de las unidades motoras, después de una lesión de nervios periféricos.
Las unidades motoras de gran amplitud se asocian, generalmente, con la recuperación de los
nervios periféricos traumatizados o con enfermedades de las células del asta anterior, y se
deben a la reorganización de las unidades motoras.
Las formas de las unidades motoras se clasifican como simples, típicamente bi-trifásica, y
polifásicas, con cinco o más fases. Estas últimas son el resultado de una desincronización de la
conducción distal en las ramas terminales de la unidad motora y se observan en las
neuropatías crónicas (polifásicas y amplitud grandes), inervación precoz (polifásicas de
pequeña amplitud y duración larga) y enfermedades miopáticas (polifásicas de pequeña
amplitud y duración corta).
4. Patrones de interferencia
Las unidades motoras también son examinadas sobre las bases de su número total bajo el
control voluntario.
En condiciones normales, el aumento de la fuerza se traduce por un reclutamiento d nuevas
unidades motoras “generalmente más grandes” y por un aumento de la frecuencia de
descarga. Poco a poco, la línea de base va obturándose, hasta que , a una determinada fuerza
de contracción, desaparece totalmente y solo se ve el trazado constituido por la suma temporal
y espacial de las diferentes unidades motoras; entonces se dice que el trazado es
interferencial.
1 Kg de fuerza
5 Kg de fuerza
Aumento de la frecuencia de descarga y aparición de nuevas unidades motoras
20 Kg de fuerza
No se ve la línea de base
En las lesiones neuropáticas hay una disminución de la densidad del trazado de máximo
esfuerzo (se aprecia la línea de base) y un aumento de la amplitud máxima. Por ejemplo:
Trazado simple con aumento de la amplitud.
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3. Ello representa una disminución total de unidades motoras disponibles para ser activadas.
INTERPRETACIÓN DE LA EVALUACIÓN ELECTROFISIOLÓGICA
Los resultados de los exámenes de conducción nerviosa reflejan dos cambios neuropáticos
básicos: a) La conducción en el nervio lesionado es mucho más lenta que en el nervio sano. B)
Las respuestas evocadas del nervio lesionado son de baja amplitud. Estos cambios pueden
aparecer aislados o ambos a la vez.
En 1942, Seddon publicó una clasificación de las lesiones nerviosas que todavía es
clínicamente útil. Las lesiones nerviosas se agrupan en tres categorías:
- Neuropraxia: existe una pérdida fisiológica de la conducción nerviosa, pero la
continuidad anatómica del nervio es completa. Al implicar a la vaina de mielina, afecta
a las fibras mielinizadas más grandes. La recuperación es completa cuando se elimina
la causa que la produjo.
- Axonotmesis: existe una pérdida en la continuidad anatómica del axón con
degeneración walleriana; el tejido conjuntivo de soporte se conserva. La recuperación
espontánea es, frecuentemente, imperfecta, aunque puede esperarse si se suprime la
etiología.
- Neurotmesis: es la categoría más grave, ya que, además de existir una pérdida
irreversible de la continuidad anatómica del axón, también se presenta en las cubiertas
coactivas (perineuro y epineuro).
Cuando analicemos los tests de conducción nerviosa, es importante recordar que:
a) La lesión del nervio periférico puede ser parcial o total, y puede afectar a la mielina o al
axón.
b) El proceso puede depender del tiempo. Los hallazgos del primer día del trauma son
totalmente distintos a los del séptimo día después del mismo.
La evaluación electromiográfica aporta información de gran valor en la medicina rehabilitadota,
tanto en lo relativo a la investigación kinesiológica como a su valor práctico, en el seguimiento
del paciente.
POTENCIALES EVOCADOS
Un potencial evocado (PE) es una respuesta del sistema nervioso a un estímulo externo de
corta duración, que se manifiesta como una onda o serie de ondas, cuya amplitud es muy
pequeña: entre 0,5 y 2 mV. Son utilizados con fines diagnósticos, pronósticos y de
monitorización.
La utilidad clínica de los PE está basada en su capacidad para:
1) Demostrar anormalidad en la función del sistema sensorial, cuando la historia del
paciente o el examen neurológico no permiten definir la distribución anatómica de la
lesión.
2) Revelar la presencia de lesiones clínicamente insospechadas.
3) Monitorizar una vía que no puede ser examinada a causa de la anestesia.
Los potenciales evocados sensoriales se obtienen por estimulación de las vías aferentes, y los
motores, por estimulación de las vías eferentes.
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