Este documento trata sobre la motivación en el aprendizaje. En las primeras secciones se define la motivación y se discuten diferentes teorías como la teoría impulsiva y la teoría de Maslow sobre las necesidades humanas. Luego se destaca la importancia de la motivación para el aprendizaje y se proporcionan ejemplos de factores que pueden influir en el interés de los estudiantes adultos, como la variación de estímulos y tener posibilidades de éxito. Finalmente, se enumeran 21 ideas para mejorar la motivación en los estudiant
1. UNIVERSIDAD CENTRAL DEL
ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS
Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESCUELA DE IDIOMAS
LA MOTIVACIÓN EN EL
APRENDIZAJE
MARÍA CHUQUIMARCA
5TO “B” PLURILINGÜE
2. 1. LA MOTIVACIÓN
El término motivación hace alusión al aspecto en virtud del cual el sujeto vivo es
una realidad autodinámica que le diferencia de los seres inertes. El organismo vivo
se distingue de los que no lo son porque puede moverse a sí mismo. La
motivación trata por lo tanto de esos determinantes que hacen que el sujeto se
comporte de una determinada manera teniendo en sí mismo el principio de su
propio movimiento. Tradicionalmente hemos confundido motivación con el arte de
estimular y orientar el interés del alumno hacia el trabajo escolar. Intento que
queden claros ambos conceptos, en el mismo nivel real que deben quedar claras
las actividades que corresponden al profesor que las que corresponden al alumno.
Es el interés que tiene el alumno por su propio aprendizaje o por las actividades
que le conducen a él. El interés se puede adquirir, mantener o aumentar en
función de elementos intrínsecos y extrínsecos. Hay que distinguirlo de lo que
tradicionalmente se ha venido llamando en las aulas motivación, que no es más
que lo que el profesor hace para que los alumnos se motiven.
2. LA TEORÍA IMPULSIVA
El concepto de pulsión guarda cierta relación con el de instinto, pero está fundado
en un factor de tipo biológico que lo hace más flexible y más ajustable a los
procedimientos de la ciencia experimental. Se basa en la vieja idea de
autorregulación (homeostásis). En virtud de este esquema el organismo que
experimenta un desequilibrio interno, lo corrige mediante una interacción con el
ambiente y de esta manera logra mantener el equilibrio. El punto de partida es un
estado de necesidad o carencia que crea por tanto el desequilibrio en el sujeto.
Esto lleva a una inquietud que produce una actividad difusa, que se convierte en
un impulso hacia el bien o incentivo cuya consecución produce la reducción de la
necesidad y por lo tanto la restauración del equilibrio.
ESQUEMA DE HULL
3. Esta restauración es satisfactoria por lo que podemos relacionar esta teoría con la
hedonista ampliándose las posibilidades de esta última. El proceso se puede
esquematizar como el gráfico de la izquierda. Este ciclo resulta válido para las
necesidades de orden biológico, pero es difícil encajarlo completamente en la
realidad evolutiva, progresiva y de desarrollo del comportamiento humano.
Teniendo en cuenta el componente cognoscitivo de la persona, esta tiene la
posibilidad de prever lo que puede suceder en el futuro, lo que crea un desajuste
entre lo que es en realidad y lo que se anticipa, dándose así el ciclo motivacional y
por lo tanto su posibilidad de mejorarlo y perfeccionarlo. El tipo de motivos que le
surgen a un individuo de una necesidad o desequilibrio es lo que se ha dado en
llamar en la pedagogía actual motivaciones intrínsecas.
La teoría del incentivo, se ha tratado en la escuela tradicional, fundamentalmente a
partir de la Ley del Efecto de Thorndike, como elemento de refuerzo para
consolidar conductas en los individuos. Sin negar el refuerzo, si quiero dejar
constancia, que en dicha escuela el refuerzo se ha confundido con las notas y los
premios (refuerzo positivo), o con los castigos (refuerzo negativo). En la educación
contemporánea, intentamos que el incentivo se desarrolle, o bien en la
consecución del objetivo, sobre todo en alumnos adolescentes o adultos, o en la
misma actividad que sea significativa, en los alumnos más pequeños.
3. LA TESIS DE MASLOW
Se ha tratado de sistematizar las necesidades humanas por parte de diversos
autores y quizá la más aceptada y extendida es la de Maslow, que establece seis
niveles representándolos en una pirámide escalonada de la forma siguiente:
4. Una característica fundamental para la interpretación de este esquema reside en
que es preciso tener satisfechas las necesidades del escalón inferior para que
puedan surgir las del siguiente. De esta manera se explican conductas
aparentemente relacionadas con un nivel cuando en realidad se están intentando
cubrir las de niveles inferiores. Esta escala es por tanto ascendente en su
desarrollo, y determina el predominio de la necesidad inferior sobre la superior,
que implica mayores dificultades de satisfacción cuando se trata de niveles
superiores.
4. FUNCIÓN MOTIVADORA DEL PROFESOR: SIN MOTIVACIÓN
NO HAY APRENDIZAJE.
Desde este punto de vista, el profesor debe plantearse un triple objetivo en su
acción motivadora:
suscitar el interés
dirigir y mantener el esfuerzo
lograr el objetivo de aprendizaje prefijado
Si en la escuela tradicional llamábamos motivación solamente a la inicial, aquí
vemos que la motivación debe mantenerse hasta el final, y ser el punto de partida,
si el proceso de aprendizaje tiene éxito, de nuevas motivaciones para nuevos
procesos.
Cada alumno se motiva por razones diferentes
La motivación como proceso autoenergético de la persona, limita la función del
profesor a ser un agente exterior que trata de desencadenar las fuerzas
interiores del alumno. Esto nos lleva a una consecuencia: los incentivos tienen
un valor motivacional limitado. La misma actividad incentivadora produce
distintas respuestas en distintos individuos, o incluso en el mismo alumno en
diversos momentos.
5. En la práctica se traduce en una limitada eficacia de las motivaciones
colectivas, si no van acompañadas de una individualización y adecuación a las
peculiaridades del alumno, en las que influyen tanto los rasgos de personalidad
como su misma historia.
Es más importante crear el interés por la actividad que por el mensaje. Para
ello hay que apoyarse en los intereses de los alumnos y conectarlos con los
objetivos del aprendizaje o con la misma actividad. Hay muchos profesores que
tienden a buscar técnicas interesantes para ellos pero que no provocan
ninguna motivación en los alumnos. Los alumnos no se motivan por igual, por
lo que es importante buscar y realizar actividades motivadoras que impliquen
mayor participación del alumno.
5. FACTORES QUE INCIDEN EN EL INTERÉS DEL ALUMNO
ADULTO
El entusiasmo del profesor, el clima que reina en la clase, las buenas relaciones
entre los miembros, alumnos y profesor o entre los mismos alumnos, el gusto por
acudir a clase, etc. Unos alumnos también pueden influir en otros, positiva o
negativamente, la referencia a lo real, relacionar lo que se enseña con el mundo
real, los hechos y experiencias del alumno, (Ver Pirámide de Dale), el
reconocimiento del esfuerzo que desarrollan los alumnos, evitando la censura o
animando a la mejora.
VARIACIÓN DE ESTÍMULOS
La metodología didáctica y las nuevas tecnologías son suficientemente ricas en
posibilidades como para que el profesor ponga en funcionamiento sus
mecanismos de creatividad y pueda variar los estímulos, las actividades y las
situaciones de aprendizaje con la frecuencia que cada alumno o grupo necesite.
Cambiar de actividad, hacer participar, preguntar, hacer prácticas o ejercicios,
cambiar de grupo o lugar, etc., ayudan a captar el interés o mejorar la atención.
TENER POSIBILIDADES DE ÉXITO
6. El éxito anima, el fracaso desanima. Hay alumnos que saben de antemano de su
fracaso, y no ponen ningún interés en su aprendizaje. Una evaluación animosa
por parte del profesor es eficaz.
21 IDEAS PARA MEJORAR LA MOTIVACIÓN EN LOS
ESTUDIANTES
Por más que contemos con los mejores libros, proyectos y materiales del mundo, eso no
será suficiente para que los estudiantes se interesen por aprender y trabajar duro si no
están motivados.
La motivación, tanto intrínseca como extrínseca, es un factor clave para el éxito de los
estudiantes en todas las etapas de su educación, y los docentes juegan un rol
importantísimo en proveer y alentar esa motivación. Obvio que es mucho más fácil decirlo
que hacerlo, ya que todos los estudiantes encuentran motivación de diferentes formas y
toma tiempo y mucho esfuerzo aprender a entusiasmar una clase llena de niños, trabajar
duro y buscar la excelencia.
Incluso los docentes mejor intencionados y educados a veces no cuentan con la habilidad
de mantener a sus estudiantes en el camino. Así seas un docente nuevo o uno
experimentado, intenta aplicar estos métodos para motivar a tus estudiantes y alentarlos a
desarrollar su potencial.
7. Aquí la lista de ideas:
1. Brinda a tus estudiantes una sensación de control
Mientras que la guía de un docente es importante para que los estudiantes se
mantengan dentro de una consigna y motivados, permitirles elegir y controlar un
poco lo que pasa en clase es una de las mejores maneras de mantenerlos
comprometidos. Por ejemplo, permitirles elegir el tipo de tarea a realizar o qué
problemas trabajar puede darles una sensación de control que puede motivarlos a
hacer más.
2. Define los objetivos
Puede ser frustrante para los estudiantes completar una tarea o comportarse
correctamente en clase si no existen objetivos claramente definidos. Los
estudiantes quieren y necesitan saber qué se espera de ellos para mantenerse
motivados. A principio del año, plantea objetivos claros, reglas y expectativas para
que no haya confusión y los estudiantes tengan metas por las que trabajar.
3. Crea un ambiente libre de amenazas
Mientras que los estudiantes necesitan entender que hay consecuencias de sus
acciones, los reforzamientos positivos son mucho más motivadores. Cuando los
docentes crean un ambiente seguro y de apoyo, afirmando que creen en las
habilidades de sus estudiantes en lugar de describir las consecuencias de no
hacer determinada cosa, los estudiantes cubrirán las expectativas que los adultos
a su alrededor les comuniquen, así que concéntrate en lo que se puede, no en lo
que no.
4. Cambia el escenario
Una clase es un gran lugar para aprender, pero sentarse en un escritorio día a día
puede hacer que la escuela se vuelva aburrida para algunos estudiantes. Para
renovar el interés, dale a tus estudiantes la posibilidad de salir del aula. Haz
trabajos de campo, invita oradores o simplemente llévalos a la biblioteca para
alguna investigación. El cerebro ama las novedades y un escenario nuevo puede
ser lo que tus estudiantes necesitan para mantenerse motivados por aprender.
5. Ofrece experiencias variadas
8. No todos los estudiantes responderán a las tareas de la misma forma. Para
algunos, será más fácil realizar las que implican entregar algún trabajo. Otros
amarán leer libros o trabajar en grupos. Para mantener a todos tus estudiantes
motivados, mezcla las tareas para que aquellos con diferentes preferencias
puedan enfocarse en aquello que más les gusta. Hacer esto ayudará a los
estudiantes a mantenerse comprometidos y prestar atención.
6. Usa la competencia positiva
La competencia en clase no siempre es algo malo, y en algunos casos puede
motivar a los estudiantes a esforzarse y buscar la excelencia. Trabaja para crear
un espíritu amigable y competitivo en tu clase, tal vez mediante juegos grupales
relacionados al material u otras oportunidades para que los estudiantes puedan
demostrar su conocimiento.
7. Ofrece recompensas
A todos les gusta recibir recompensas y ofrecer a tus estudiantes la posibilidad de
ganarlas es una excelente fuente de motivación. Cosas como mirar películas,
compartir una pizza o algo tan simple como una etiqueta en un papel puede hacer
que tus estudiantes trabajen más duro y se esfuercen por alcanzarlos. Considera
la personalidad y las necesidades de tus estudiantes para determinar
recompensas apropiadas para tu clase.
8. Da responsabilidades a tus estudiantes
Asignar a tus estudiantes trabajos de la clase es una excelente manera de
construir una comunidad y motivarlos. La mayoría verá los trabajos como un
privilegio más que una carga y trabajarán duro para asegurarse de estar
cumpliendo con las expectativas. También puede ser útil permitir a los estudiantes
tomar turnos para liderar actividades o ayudar para que cada uno se sienta
importante y valorado.
9. Permíteles trabajar juntos
Mientras que no todos los estudiantes se entusiasmarán por trabajar en grupo,
muchos encontrarán divertido intentar resolver problemas, hacer experimentos y
trabajar en proyectos con otros estudiantes. La interacción social puede
entusiasmarlos y los estudiantes pueden motivarse mutuamente para alcanzar una
meta. Sin embargo, los docentes necesitan asegurarse que los grupos estén
9. balanceados y sean justos, para que no ocurra que algunos estudiantes estén
trabajando más que otros.
10. Alábalos cuando se lo merezcan
No existe otra forma de motivación que funcione mejor que los estímulos. Incluso
como adultos, necesitamos reconocimiento y elogios, y los estudiantes de
cualquier edad no son la excepción. Los docentes pueden motivar a sus
estudiantes recompensando el éxito públicamente, elogiando un trabajo bien
hecho y compartiendo trabajos ejemplares.
11. Alienta la autorreflexión
La mayoría de los niños quieren triunfar, solo necesitan averiguar qué tienen que
hacer para lograrlo. Una manera de motivar a tus estudiantes es llevarlos a hacer
una profunda introspección y determinar sus propias fortalezas y debilidades. Los
estudiantes suelen motivarse más al crear este tipo de autocríticas que
escucharlas de un docente, ya que los hace sentirse a cargo de crear sus propios
objetivos y metas.
12. Entusiásmate
Una de las mejores maneras de ver a tus estudiantes motivados es compartir tu
entusiasmo. Cuando estas entusiasmado por enseñar, ellos estarán mucho más
entusiasmados por aprender. Es así de simple.
13. Conoce a tus estudiantes
Conocer a tus estudiantes es mucho más que memorizar sus nombres. Los
estudiantes necesitan saber que el docente tiene un interés genuino y se
preocupa por ellos y por su éxito. Cuando los estudiantes se sienten apreciados,
esto crea un ambiente de aprendizaje seguro y los motiva a trabajar más duro, ya
que buscarán obtener cumplidos y una buena retroalimentación de alguien que
consideran que los conoce y respeta como individuos.
14. Conecta con sus intereses
Conocer a tus estudiantes te traerá otros beneficios, como permitirte relacionar el
material de clase con cosas que a ellos les interesen o hayan experimentado. Los
docentes pueden usar ese interés para hacer las cosas más interesantes para los
estudiantes, manteniéndolos motivados por más tiempo.
10. 15. Ayuda a los estudiantes a encontrar su motivación intrínseca
Puede ser genial ayudar a tus estudiantes a motivarse, pero al final del día
necesitan poder generar su propia motivación. Ayudar a los estudiantes a
encontrar sus propias razones para hacer el trabajo en clase y trabajar duro, ya
sea porque encuentren el material interesante, quieran ir a la universidad o
simplemente les encante aprender, es uno de los regalos más poderosos que
puedes obsequiarles.
16. Maneja su ansiedad
A algunos estudiantes les provoca mucha ansiedad el hecho de fallar o no hacer el
trabajo como corresponde. Para estos estudiantes, los docentes pueden
encontrarse con que están tan motivados por aprender que luchar con una
asignatura no es el fin del mundo. Ofréceles apoyo sin importar cuál sea el
resultado final y asegúrate de que los estudiantes no se sientan tan abrumados por
las expectativas.
17. Plantea metas altas pero alcanzables
Si no estás empujando a tus estudiantes para que hagan más que el mínimo, la
mayoría no lo buscará por su cuenta. A los estudiantes les gusta sentirse
desafiados y trabajarán para alcanzar altas expectativas mientras crean que esas
metas están a su alcance, así que no tengas miedo de empujarlos para obtener
más de ellos.
18. Brinda retroalimentación y ofrece posibilidades de mejorar
Los estudiantes que luchan con el trabajo de clase pueden sentirse frustrados y
perder motivación. En esta situación, es crítico que los docentes ayuden a los
estudiantes a aprender exactamente dónde se equivocaron y cómo pueden
mejorar la próxima vez. Encontrar un método para llegar donde los estudiantes
quieren estar puede ayudar a mantenerlos motivados a trabajar duro.
19. Haz seguimiento del progreso
Puede ser difícil para tus estudiantes darse cuenta qué tanto han avanzado,
especialmente con asignaturas que les resultan difíciles. Hacer seguimiento puede
ser útil en la clase, no solo para los docentes sino también para los estudiantes.
Los docentes pueden utilizar esto como una forma de motivar a los estudiantes,
11. permitiéndoles apreciar de manera visual cuánto han aprendido y mejorado
durante el año.
20. Haz las cosas divertidas
No todo el trabajo de clase necesita ser un juego o un momento ameno, pero los
estudiantes que ven la escuela como un lugar en donde pueden divertirse estarán
más motivados a prestar atención y hacer el trabajo que se requiera de ellos, que
aquellos que lo ven como una obligación. Agregar diversión a las actividades en la
escuela puede ayudar a los estudiantes que luchan por mantenerse
comprometidos y hacer de la clase un lugar más amigable para los estudiantes.
21. Provee oportunidades para el éxito
Los estudiantes, incluso los mejores, pueden frustrarse y desmotivarse cuando
sienten que están luchando o no obtienen el reconocimiento que otros estudiantes
si. Asegúrate de que todos tengan una posibilidad de desempeñar sus fortalezas y
sentirse incluidos y valorados.