El documento argumenta que los maestros deben ser críticos y reflexivos para adaptarse a los cambios en la sociedad y la tecnología. Señala que la economía, política, cultura y demografía están cambiando constantemente, lo que afecta a los estudiantes y la educación. Para ser efectivos, los maestros necesitan desarrollar competencias didácticas y disciplinarias adecuadas al contexto actual para organizar el aprendizaje de los estudiantes y trabajar en equipo.