Las tres oraciones son:
La inteligencia musical corresponde a una de las inteligencias propuestas por Howard Gardner y se refiere a la sensibilidad de una persona para la melodía, la armonía, el ritmo y la estructura musical. La música puede utilizarse para vehicular el conocimiento a través de canciones, composiciones e interpretaciones y ayudar a desarrollar habilidades como el canto y el dominio de instrumentos. Las nuevas tecnologías ofrecen recursos como plataformas, editores musicales e interactivos que pueden reforzar
1. INTELIGENCIA MUSICAL Y
LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
Primera Parte
A) Resumen
La inteligencia musical corresponde a una de las inteligencias del modelo propuesto
por Howard Gardner en la teoría de las inteligencias múltiples. Esta teoría propugna
que no existe una única inteligencia, sino una multiplicidad. En un principio se
propusieron doce, las cuales más tarde aumentaron a catorce y que, actualmente
probablemente lo hagan a quince.
La inteligencia musical es posiblemente una de las inteligencias que menos se
potencia en las aulas; sin embargo, puede servir para abordar desde una perspectiva
más artística y creativa temas de distintas áreas. Las propuestas que tienen en
cuenta la inteligencia musical pueden motivar a aprender a alumnos con habilidades
musicales destacadas, y ayudar a los demás estudiantes a desarrollar fortalezas
como el canto, el dominio de los instrumentos, la sensibilidad y la creación
musicales, o la detección y reproducción de elementos musicales.
Para trabajar esta inteligencia y las habilidades y destrezas vinculadas a ella, puedes
plantear a tus alumnos actividades donde la música pueda utilizarse para vehicular el
conocimiento, como canciones, ejercicios de composición e interpretación musical,
actividades de detección y ejecución de ritmos, melodías, timbres y tonos, o
prácticas de edición de ritmos y efectos sonoros.
B)Introducción del tema
La inteligencia musical y el desarrollo del llamado «cerebro musical» son temas
fundamentales en el desarrollo de los niños.
La inteligencia musical consiste en la sensibilidad de una persona para la melodía, la
armonía, el ritmo, el timbre y la estructura musical (Gardner, 1998). Es una
competencia no solo en la composición y ejecución de piezas con tono, ritmo y
timbre, sino también en la escucha y el discernimiento de la misma. Puede estar
2. relacionado con otras inteligencias, tales como las lingüísticas, espaciales o
corporales-kinestésicas (Gardner, 1998). De acuerdo con estudios recientes (Levitin,
2014), conocemos que el cerebro humano es capaz de aprender y extraer las reglas
y la estructura de cualquier tipo de música con la que se entre en contacto a una
edad temprana, de forma similar a como se hace con las lenguas. Esto no significa
que no se pueda aprender a lo largo de la vida, pero al igual que sucede con el
aprendizaje de las segundas lenguas, la exposición y el contacto temprano con las
diferentes estructuras produce resultados significativamente superiores. De acuerdo
con Levitin (2008, 2014), los desarrollos neuronales del cerebro humano muestran la
capacidad cognitiva que caracteriza a la inteligencia musical:
—
Las capacidades cognitivas de teoría de la mente, representación y reorganización
que tenemos los seres humanos constituyen la dimensión que permite el desarrollo
de la inteligencia musical.
—
El arte tiene el propósito de representar la experiencia humana de forma selectiva,
destacando los elementos más llamativos de la misma o
los sentimientos que produce.
—
La posesión de un cerebro creativo indica flexibilidad cognitiva y emocional.
Por otro lado, Gardner (1994) señala que las tres habilidades relacionadas con la
inteligencia musical –la percepción, la ejecución y la producción– son habilidades
que se desarrollan desde edades muy tempranas, antes de recibir cualquier tipo de
instrucción o formación en el tema. Pero se requiere constancia en la influencia de la
música desde el ámbito sociocultural para su mejor desarrollo en el futuro.
La generación de arte es una capacidad específicamente humana, tanto para
producirlo como en la importancia que se le otorga en el desarrollo vital (Levitin,
2008). En este sentido la música, además de distinguirnos como humanos, en su
capacidad de producción, apreciación y disfrute de la misma, nos permite acceder a
3. enseñar y aprender diferentes habilidades claves para la relación con el entorno,
tales como la empatía y las relaciones sociales, además de ayudar a regular los
diferentes estados emocionales. Así, tocar un instrumento o cantar puede modular
los niveles de producción de la dopamina (Levitin, 2008), un neurotransmisor que
ayuda a elevar el estado de ánimo y estimula el sistema inmunológico. Este dato es
muy importante cuando trabajamos en el aula, tanto con niñas y niños como con
adolescentes, ya que puede ayudar a regular sus estados emocionales y, por tanto,
mejorar las relaciones interpersonales entre el alumnado y entre el alumnado y el
profesorado. El desarrollo o la estimulación de la inteligencia musical puede ser una
vía para ayudar a mejorar este y otros aspectos que interfieren en el transcurso
cotidiano de la actividad docente. Además, la música rítmica y pautada ofrece una
mayor fuerza mnemónica para codificar el conocimiento, la información vital y
compartida que deben conocer todos los miembros de la sociedad. También se ha
demostrado que cantar en grupo libera oxitocina, una sustancia neuroquímica que
ayuda a crear vínculos de confianza con otras personas (McNeill, 1995).
De igual forma, los estudios señalan que cada parte del cerebro tiene funciones
específicas que permiten el desarrollo de la inteligencia musical. Sin ser exhaustivos
podemos señalar que la corteza cerebral motora controla la retroalimentación táctil,
necesaria para tocar un instrumento o para bailar, la corteza auditiva permite percibir
y analizar los tonos, el hipocampo está involucrado en la memoria de la música, sus
experiencias y contextos, la corteza visual está implicada en los procesos de
observación del baile y la lectura musical, mientras que el cerebelo integra todos los
movimientos y reacciones emocionales asociados al tocar, oír o bailar música. Esto
muestra cómo diferentes partes del cerebro están involucradas en los procesos
musicales y cómo se integran incluso los dos hemisferios, lo que lleva a algunos
autores como Lacarcér (2003) aseñalar que la inteligencia musical utiliza todo el
cerebro, dado que la interacción entre los dos hemisferios es necesaria para la
interpretación de una obra musical, la utilización de la voz en una obra musical y
para la expresión e interpretación musical. Todo esto da lugar al aprendizaje y
desarrollo armónico.
4. La música está en la Red y también muchos recursos TIC y herramientas que
pueden ayudarte a reforzar la inteligencia musical de tus alumnos, como
plataformas, editores musicales o interactivos para desarrollar las distintas
habilidades musicales. Te recomendamos algunos:
Servicios y plataformas para la escucha y publicación de creaciones
musicales, como Spotify, YouTube, Deezer o Soundcloud.
Aplicaciones y programas para grabar y editar audio, como Audacity,
Vocaroo, Rev, Spreaker o Audioboom.
Webs y aplicaciones para descubrir los distintos instrumentos, como Sound &
Music o Explore The World of Musical Instruments.
Programas y páginas para crear, escribir y consultar partituras, como
Musescore o Partituras para la clase.
Webs para crear música, melodías y ritmos y compartirla con otros, como
Incredibox o Jam with Chrome.
Además de estas herramientas digitales abiertas, en aulaPlaneta dispones de
multitud de recursos, herramientas y contenidos para ejercitar en clase la inteligencia
musical:
Sala de audición
Interactivos de instrumentos musicales
Banco multimedia
Temapedia
C)Objetivos
Hacer conocer más sobre esta inteligencia, de su importancia y el gran aporte que
da en el niño y así poder potencializar la inteligencia musical mediante recursos de
las NTIC y herramientas que pueden ayudar a reforzar , como plataformas, editores
musicales o interactivos para desarrollar las distintas habilidades musicales
5. D)Características principales
La capacidad musical incluye habilidades en el canto dentro de cualquier
tecnicismo y género musical, tocar un instrumento a la perfección y lograr con él
una adecuada presentación, dirigir un conjunto, ensamble, orquesta; componer
(en cualquier modo y género), y en cierto grado, la apreciación musical. Sería, por
tanto, no sólo la capacidad de componer e interpretar piezas con tono, ritmo y
timbre en un perfeccionismo, sino también de escuchar y de juzgar. Puede estar
relacionada con la inteligencia lingüística, con la inteligencia espacial y con la
inteligencia corporal cinética.
La inteligencia musical también se hace evidente en el desarrollo lingüístico, por
cuanto demanda del individuo procesos mentales que involucran la categorización
de referencias auditivas y su posterior asociación con preconceptos; esto es, el
desarrollo de una habilidad para retener estructuras lingüísticas y asimilarlas en
sus realizaciones fonéticas, ya en su micro estructura (acentuación de las
palabras: afijos – morfología) como en su macroestructura (entonación en
realizaciones más largas).
Algunas de las características relacionadas con esta inteligencia son las
siguientes:
Capacidad de percibir y expresar formas musicales.
Facilidad para aprender canciones y ritmos.
Sensibilidad para detectar rápidamente cuando un tono no es correcto o un
instrumento musical no está bien afinado.
Capacidad para componer y tocar distintos instrumentos.
Gusto por realizar tareas con música de fondo.
Sensibilidad especial para escuchar cualquier sonido de su entorno.
Escucha demuestra interés por una variedad de sonidos, que incluyen la
voz humana
Disfruta y busca ocasiones para escuchar música o sonidos ambientales en
el ámbito del aprendizaje.
Muestra disposición por explorar y aprender la música y de los medios
Responde a la música
Recopila música e información referente a ella en diferentes formatos.
Desarrolla la habilidad para cantar o interpretar un instrumento
Disfruta improvisando ritmos, y le da sentido musical a las frase