2. El Titulo
El título de la obra es “La República” que se traduce
del griego como “politeia”. Es un término integrado
por la palabra “polis”, que es la raíz de nuestra
palabra “política”. Polis significa en griego “ciudad”.
Recordemos de la primera sesión que el sistema
griego estaba integrado por ciudades-estado.
La “polis”, la palabra politeia puede ser traducida
como “régimen”. Así que la politeia es la
organización de la ciudad, cómo está estructurada
una ciudad, esa es la forma de la ciudad.
3. El Contexto
El mismo Sócrates nos ubica rápidamente en la apertura
de La República, “Acompañado de Glaucón, el hijo de
Aristón [1], bajé ayer al Pireo con propósito de orar a la
diosa [2] y ganoso al mismo tiempo de ver cómo hacían
la fiesta, puesto que la celebraban por primera vez.”.
El diálogo se ubica en el Pireo, que es el puerto de la
ciudad de Atenas, que está ubicado a unas pocas millas
del centro de la ciudad. Forma parte del área urbana
mayor de lo que es Atenas, pero a su vez está
relativamente distante. Este diálogo transpira cerca del
año 410ac, durante la Guerra del Peloponeso.
4. La importancia del contexto
El contexto es importante porque como mencionara en la
Sesión I, en el año 404ac, la democracia ateniense fue
derrocada dando paso a la Tiranía de los Treinta. La
oposición al nuevo régimen se ubicaba geográficamente en
esta área.
De esta manera se establece implícitamente la primera
interrogante del texto: ¿cuál es el valor de la democracia?
¿Qué es la democracia?
¿Es la mejor forma de organización del gobierno?
¿Es la mejor clase de politeia?
¿Vale la pena morir por la democracia? Después de todo
eso pareció ser lo que ocurrió en el Pireo: la gente
estuvo dispuesta a morir por la democracia para derrocar
la Tiranía de los Treinta.
5. El Pireo
El Pireo es un puerto y como puerto es un
lugar de interacción entre gentes de
diferentes partes del mundo que arriba con
mercancías de intercambio. Así que un
lugar de diversidad, un tema muy en boga
en las conversaciones políticas de hoy día.
El contexto nos impone una pregunta:
¿Qué pensamos de todo este asunto de la
diversidad? ¿Qué es lo bueno que tiene
ser diferente?
6. ¿Que hacen en el Pireo?
Sócrates asiste a la celebración de una nueva diosa.
Los dioses griegos no mueren, pero sí nacen. Así que
podemos ser testigos de la creación de un nuevo dios
o diosa y tal parece que ello captó la atención de
Sócrates.
Sócrates está acompañado de Glaucón, un hermano de
Platón y ya se disponían ambos a regresar cuando
Polemarco, el hijo de Céfalo, un manufacturero rico,
envía a un esclavo que les sale al paso y los presiona
para que se queden a cenar. Polemarco sería más tarde
una de las víctimas de la Tiranía de los Treinta, moriría
defendiendo la democracia griega.
7. Asuntos subyacentes
Polemarco obliga a Socrates a permanecer en el Pireo
¿Quién manda? – este es uno de los temas
medulares en un curso de Introducción a las
Ciencias Políticas.
¿Hasta que punto es necesario el empleo de la
fuerza en el campo de la política?
¿Es la ley una imposición a la fuerza sobre la
ciudadanía?
¿Hasta que punto, una politeia, una república o un
régimen debe emplear la fuerza?
¿Cuándo es que la fuerza empleada resulta ser
excesiva?
¿Cómo es que funciona la política?
8. La personalidad de Polemarco
Joven lleno de vitalidad, energía y agresividad. Es
alguien que quiere salirse con la suya. Es hijo de
una persona rica, lo que podemos suponer que está
acostumbrado a ser lo que le venga en gana. Esto
nos invita a ponderar ciertas interrogantes:
¿Cómo una ciudad puede incorporar a gente
como Polemarco?
¿Cómo es posible tener una ciudad funcional y
ordenada cuando se tiene a individuos que
quieren hacer lo que les venga en gana? Este
será el tema de la educación en el Libro II.
9. La primera interrogante: La vejez
Sócrates increpa a Céfalo sobre este tema.
Esto parece ser una indiscreción socrática. ¿Cómo se supone
que un envejeciente reaccione si nosotros fuéramos a
preguntarle qué se siente estar cerca de la muerte? Es una
pregunta hasta cierto punto irrespetuosa, imprudente y hasta
cierto punto irreverente y tal vez agresiva.
Aquí Platón nos ofrece una visión relacionada con la rudeza y
agresividad de la pregunta. No solo la pregunta es un
microscopio para mirar la interioridad del carácter de Sócrates,
sino de la naturaleza de la misma filosofía. La filosofía,
expresada en el carácter de Sócrates es una empresa que reta el
convencionalismo, las costumbres y lo establecido. Reta los
modales y la cotidianidad. La filosofía es por tanto una empresa
potencialmente incómoda y Sócrates es ese tipo de persona.
10. Los placeres juveniles del amor
Céfalo no parece molestarse por la pregunta. Por el contrario no le molesta
ser viejo porque ya los deseos sexuales no lo atormentan. En esta versión la
frase parece que la han aderezado pero en la página 2 “…se lamentan
echando de menos y recordando los placeres juveniles del amor, de la
bebida y los banquetes y otras cosas tocantes a esto, y se afligen como si
hubieran perdido grandes bienes y como si entonces hubieran vivido bien y
ahora ni siquiera viviesen …”. Lo que implica es que cuando era joven como
Polemarco o Glaucón, los deseos sexuales lo desquiciaban. Más adelante
en el episodio de Sófocles en la página 2 dice Céfalo, “"¿Qué tal andas,
Sófocles, con respecto al amor? ¿Eres capaz todavía de estar con una
mujer?". y él repuso: "No me hables, buen hombre; me he librado de él con
la mayor satisfacción, como quien escapa de un amo furioso y salvaje [15]”.
Entonces me pareció que había hablado bien, y no me lo parece menos
ahora; porque, en efecto, con la vejez se produce una gran paz y libertad en
lo que respecta a tales cosas. Cuando afloja y remite la tensión de los
deseos, ocurre exactamente lo que Sófocles decía: que nos libramos de
muchos y furiosos tiranos.”
11. La muerte y la justicia
Céfalo aborda el tema de la muerte a la que no teme
porque “Ahí pongo yo el principal valor de las riquezas,
no ya respecto de cualquiera, sino del discreto; pues
para no engañar ni mentir, ni aun involuntariamente, y
para no estar en deuda de sacrificios con ningún dios
[19] ni de dinero con ningún hombre, y partirse así sin
miedo al mundo de allá, ayuda no poco la posesión de
las riquezas.” De esta manera Céfalo coloca dos
condiciones sobre el tema de la justicia:
Decir siempre la verdad
Darle a cada quién lo que merece.
La injusticia es mala porque los dioses la castigan
después de la muerte.
12. El “Elenchus” socrático
Sócrates: Responde a Céfalo. Recurre al elenchus y le
refuta con un ejemplo.
Darle a cada cual lo que le corresponde puede ser
perjudicial. No todos hacen buen uso de su propiedad.
Un ejemplo es aquel hombre que toma prestado un
arma de un amigo que le pide su devolución mientras
se encuentra borracho o desquiciado es capaz de
auto-infligirse un daño si se le devuelve el arma, bajo
estas condiciones es justo privarle a su dueño del
arma, engañarlo hasta que recupere su cordura.
13. La conclusión de Céfalo y
Sócrates
Céfalo concuerda con Sócrates y admite que sus opiniones son
contradictorias. Para que la justicia sea buena tanto para el que la da
como para el que la recibe debemos exigir que cada uno reciba solo
aquello que le resulta apropiado, lo que es bueno para él en tanto y en
cuanto le es bueno para él.
Aquí Sócrates parece ser un corruptor de juventudes. Céfalo en un
respetable envejeciente que se ve rodeado por sus hijos y nietos a los
que les enseña que es justo decir la verdad y pagar lo que se debe. Sin
embargo, sus hijos descubren que ocasionalmente es justo mentir y
robarle a las amistades. Que las máximas de su padre no son absolutas
porque no aplican en todos los casos. Céfalo piensa que es mejor
enseñar a los niños a obedecer habitualmente las reglas morales sin
prestarle consideración a los casos excepcionales a los cuales las reglas
usuales no aplican. Puede parecer que Céfalo conoce de excepciones a
las reglas, como cualquier otro hombre con experiencia pero vacila en
darle peso a las excepciones.
14. Reflexiones preliminares
Céfalo se retira a orar.
Reflexiones adicionales:
¿Qué clase de ser humano puede convertirse en
filósofo?
¿Qué clase de ser humano tiene la energía
intelectual de lograr la consecución de respuestas
tan difíciles como las que pregunta Sócrates? “Bien
-dijo Céfalo-, os hago entrega de la discusión, pues
tengo que atender al sacrificio. Según eso -dijo
Polemarco- ¿soy yo tu heredero? En un todo -
contestó él riendo, y se fue a sacrificar”.
15. LA JUSTICIA EXTERNA
Esta forma de pensar acerca de la justicia, se
basa en el rendimiento en lugar de una armonía
interna, puede conducir a la complacencia.
En segundo lugar, esta concepción externa no
conduce a mucha reflexión.
Por último, la justicia externa es demasiada
plausible que esté llena de escepticismo
16. ¿Qué significa decir que la
moralidad es externa?
Básicamente, que la moral NO está en lo que haces y SI
en lo que crees o piensas que es justo. Si alguien hace algo
justo, pero no cree en lo que está haciendo, él o ella siguen
siendo iguales, antes y después del acto. La clave de la
moralidad externa, es actuar con justicia, incluso cuando
uno ni lo piensa, ni lo cree racionalmente. Sócrates no está
satisfecho con esta concepción de la justicia y en su lugar
quiere explorar la idea de justicia interna. Si las personas
son internamente justas, en su opinión, la totalidad de sus
acciones será sólo porque no pueden actuar de ninguna
otra manera. ¿Esa idea entonces lleva a la pregunta de
cómo se puede llegar a ser internamente justo?
17. Polemarco: La Justicia Patriótica
Polemarco introduce modificaciones a Céfalo: Retomemos el
argumento de Céfalo
Decir siempre la verdad
Darle a cada quién lo que merece.
La injusticia es mala porque los dioses la castigan después
de la muerte.
Polemarco elimina las acepciones a y c y modifica la
acepción b.
La Justicia es hacerle el bien a los amigos y el mal a los
enemigos. De esta forma es bueno para el que da y para
los que reciben el bien. Polemarco introduce una versión
patriótica de la Justicia. La Justicia es la dedicación total
al Bien Común. Se demanda que el ciudadano no se
reserve nada para sí sino que contribuya a la ciudad.
18. La respuesta socrática
Hacerle daño a los enemigos los puede tornar mas peligrosos.
El hombre justo debe ser capaz de:
Distinguir entre amigos y enemigos. Se recalca uno de los temas recurrentes
de La Republica: la importancia de pasar de las apariencias a la realidad; de la
opinión al conocimiento.
Pág. 59: Aquellos que nos parecen buenos pueden no serlo y aquellos que
actúan como buenos pudieran no parecerlo.
Saber lo que le conviene a cada amigo.
Refrenarse de hacerle daño a los enemigos porque el hombre justo no hace el
mal.
Por lo tanto la Justicia requiere un conocimiento de otro tipo. Es el arte de darle
a cada hombre lo que es bueno para su alma.
Es un arte comparable al de la medicina que conoce y produce lo bueno para los
amigos.
Actuar con propiedad es conocer la clase de persona con la que uno trata y lo
que le conviene estas. Sin embargo, las opiniones morales comunes están muy
lejos del conocimiento.
19. Preguntas
Uno de los problemas de interpretación general en La Republica es
el trato a los enemigos. En la página 8 Sócrates entiende que el
hombre justo no perjudica ni amigos ni enemigos. “No es, por tanto,
¡oh, Polemarco!, obra propia del justo [30] el hacer daño ni a su
amigo ni a otro alguno, sino de su contrario el injusto.
-Me parece que en todo dices la verdad, ¡oh, Sócrates! -repuso él.”
¿Entiende Sócrates que el hombre justo debe ser un pacifista?
¿Como Atenas había sido derrotada en su guerra imperialista, no
está Sócrates concediendo un punto a favor de desalentar las
guerras, imperialistas y agresivas sin llegar a socavar la
capacidad para defenderse de los ataques?
¿Es posible que Sócrates supiera todo lo que sabe Maquiavelo
sin ser un maquiavélico? ¿Qué sabe Sócrates de la política que
Maquiavelo desconoce?
20. Análisis del método socrático
Se presume que la pregunta socrática requiere de:
Una definición que es dable que exista
Una definición esencial en donde la presencia de un
caso crítico elimina la utilidad de la definición.
¿Qué clase de ser humano puede convertirse en
filósofo?
¿Qué clase de ser humano tiene la energía intelectual
de lograr la consecución de respuestas tan difíciles
como las que pregunta Sócrates?