El documento presenta las ideas de Protágoras y Heráclito sobre el relativismo, las cuales son criticadas por Sócrates. También describe elementos de la filosofía socrática de las formas y presenta una parábola sobre la gobernanza de una ciudad que es criticada por Sócrates.
2. Protágoras & Heráclito
El hombre es la medida
de todas las cosas
Cada persona se
convierte en el árbitro final
de las sensaciones como
lo frío y lo caliente, lo
dulce y lo amargo; así
como también de
nuestros pensamientos
como lo hermoso y lo feo;
lo correcto y lo incorrecto
y lo justo y lo injusto.
Todo está en un estado
de constante flujo.
Los individuos cambian
sus opiniones sobre lo
que es hermoso o bueno.
Lo que en un momento se
considera verdadero (la
noción geocéntrica en la
cosmología) en otro
momento se considera
falso (la noción
heliocéntrica de la
cosmología).
3. Critica Socrática a los Modelos
Relativistas
Crítica a Protágoras
¿Si lo correcto y lo
incorrecto son relativos,
así como también lo
verdadero y lo falso, por
qué no llevamos un niño
enfermo al carpintero en
lugar del médico si es
que cada uno es la
medida de la verdad? La
razón es que lo llevamos
al médico porque éste en
ese caso sabe más de
medicina que el
carpintero.
Crítica a Heráclito
Si todo estuviera en un
estado de flujo, nunca
podríamos conversar. Por
ejemplo, los términos
pudieran estar
cambiando de un
momento a otro
incluyendo nuestras
propias expresiones. Ni
siquiera podríamos
hablar de la doctrina del
flujo.
4. Los elementos básicos de la
filosofía socrática de las formas
Son eternas – no tienen comienzo ni fin.
Son universales – son siempre las mismas. No son
relativas. Son las pautas que forman la base ideal de
seres particulares. La justicia universal es la pauta
para la justicia terrenal.
Conocidas por la razón (mente) – no se las conoce
por los sentidos. Existen en un ámbito más allá de la
realidad física. Debemos entender qué es realmente
la belleza verdadera antes de poder juzgar que es
bello o no un objeto particular o persona.
5. La sociología política socrática
El capitán es el más grande y fuerte de todos los miembros de la tripulación,
pero está un poco sordo, es miope y no sabe mucho de navegación. La
tripulación pelea entre si por el control del barco ya que cada uno piensa que
debe estar al frente. Nunca aprendieron el arte de la navegación, ni nadie
anteriormente les enseño a navegar. Ni pueden reclamar que han pasado
tiempo estudiándolo, de hecho piensan que esto no se puede enseñar y están
dispuestos a asesinar a quien diga que si se puede. Se la pasan dándole vueltas
al capitán e insistiendo en que les entregara el mando de la nave. Si una facción
tiene mas éxito que la otra, sus rivales los matarían y los lanzarían por la borda,
endrogarían o emborracharían al capitán y luego tomarían el control de la nave,
saquearían todo lo que se encuentra a bordo y transformarían el viaje en un
crucero de placeres tóxicos. Finalmente, reservarían su admiración para el
hombre que se prestara a controlar el capitán por fraude o fuerza y le colmarían
de elogios por sus destrezas de navegación, su conocimiento de los mares y
condenarían a todos los demás como inútiles. No saben que un verdadero
navegante debe estudiar las estaciones del ano, los cielos, las estrellas, los
vientos y todas las otras materias apropiadas a su arte. Sin embargo insisten en
que es imposible adquirir estas destrezas y que no existe tal cosa como un arte
de la navegación.
6. ¿Cómo se aplica esta fábula a la
política actual?
En una democracia los que son buenos ganando las
elecciones en lugar de ser buenos en el arte de
gobernar, son que resultan ser elegidos.
ii. El buen piloto es el filósofo declarado como un inútil
por los marineros.
iii. La degeneración de esta polis se da por la
incapacidad de permanecer como un régimen de
moderación. Los demagogos políticos explotan a los
sectores medios para beneficiar al proletariado. Cuando
los sectores medios lo objetan entonces el tirano es
lanzado como la opción política del proletariado.
7. ¿Odia Platón al hombre común?
Sócrates critica a las ciudades actuales.
Carecen de los requisitos para convertirse en filósofos.
Una multitud no puede aceptar ni creer en la belleza en sí.
Los que tienen el potencial para ser filósofos son corrompidos por la ciudad
y los sofistas.
Por lo tanto las ciudades carecen de filósofos y por el contrario, los que no
lo son, posan como si lo fueran.
En las ciudades el verdadero filósofo se dedica a sus asuntos.
El reto socrático es cómo integrar la filosofía a la ciudad. Sócrates parece
indicar que esto es posible.
No obstante, la Parábola de la Nave del Estado cuestiona esta
aseveración:
Los filósofos no son exitosos en la vida política.
ii. La mayoría de la gente no pueden ser filósofos.
iii. Los filósofos pueden ser corrompidos por la ciudad.