2. Prerrequisito de la Ciudad
Perfecta
El elemento fundamental de una revolución es la
transformación de la población. La supervivencia de
una revolución depende de esa transformación. No
pueden quedar vestigios del antiguo régimen.
Pensemos en la Revolución Cultural en China. La
idea era la reeducación de la ciudadanía que aun
arrastra consigo las formas del antiguo régimen. La
esperanza de esa reconstrucción reside en la niñez.
De ahí que Sócrates propusiera lo que vimos ya en
la sesión pasada.
3. La Republica 537d
“-Enviarán al campo -dije- a todos cuantos mayores de diez
años haya en la ciudad y se harán cargo de los hijos de éstos,
sustrayéndolos a las costumbres actuales y practicadas
también por los padres de ellos, para educarlos de acuerdo con
sus propias costumbres y leyes, que serán las que antes hemos
descrito. ¿No es este el procedimiento más rápido y simple para
establecer el sistema que exponíamos de modo que, siendo
feliz el Estado, sea también causa de los más grandes
beneficios para el pueblo en el cual se dé?
-Sí, y con mucho -dijo-. Me parece, Sócrates, que has hablado
muy bien de cómo se realizará, si es que alguna vez llega a
realizarse.
4. Reductio ad Absurdum
Existen de este pasaje varias interpretaciones. La
idea es que si puedo demostrar que una postura
logra alcanzar consecuencias absurdas, entonces
he logrado argumentar en contra de esa postura. De
ahí que esta interpretación considera que la Ciudad
Ideal es absurda. Sugiere que tanto Platón como
Sócrates quieren perturbarnos. Construyen este
régimen totalitario en donde la reproducción sexual
es celosamente resguardada, donde el pueblo
carece de libertades, donde la poesía es censurada
y donde la educación de los guardianes es
determinada de una manera autoritaria.
5. La Eugenesia en la Práctica
En el Libro VII, Sócrates admite que los
gobernantes fracasan al intentar dar con la
formula matemática para practicar la eugenesia.
Como resultado de ello se produce una mezcla
caótica de gentes de diferentes composiciones
de metales.
Esta cita aunque obviamente ambigua nos indica
la imposibilidad de la matemática capturar y
controlar una de nuestras dimensiones
humanas: Eros.
6. La Mentira Verdadera
Y lo que quiero decir yo es que ser y estar engañado en el alma
con respecto a la realidad y permanecer en la ignorancia, y
albergar y tener albergada allí la mentira es algo que nadie
puede soportar de ninguna manera y que detestan sumamente
todos cuantos lo sufren.
-Tienes mucha razón -dijo.
-Ahora bien, ningún nombre mejor que el de "verdadera
mentira", como decía yo hace un momento, para designar la
ignorancia que existe en el alma del engañado. Porque la
mentira expresada con palabras no es sino un reflejo de la
situación del alma y una imagen nacida a consecuencia de esta
situación, pero no una mentira absolutamente pura. ¿No es así?
-Exacto.
XXI. -Quedamos, pues, en que la verdadera mentira es odiada
no sólo por los dioses, sino también por los hombres. (45/382ª);
7. La Mentira Noble
-A lo siguiente -dije-: de la mentira y el
engaño es posible que hayan de usar
muchas veces nuestros gobernantes
por el bien de sus gobernados. Y
decíamos [397], según creo, que era en
calidad de medicina como todas esas
cosas resultaban útiles.
-Muy razonable -dijo. (107/459d).
8. La Praxis de la Mentira Noble
La idea de la Mentira Noble es que los guardianes
deben proteger y controlar las gentes del espíritu
dorado. Los hombres de oro deben aparearse con
mujeres de oro. Si por casualidad surgiera un
niño(a) dorado de otro tipo de pareja, es la
obligación del Estado arrebatarles ese niño(a) y
colocarlo en la categoría apropiada. Es una versión
rudimentaria de las novelas distópicas de Orwell
(1984) y Huxley (Brave New World) en el siglo XX.
9. El Numero Nupcial
(546ª547ª)
Aquí Platón introduce el llamado “número nupcial” en
el pasaje más oscuro y difícil de La República.
Ahora bien, por lo que toca a vuestra raza,
aquellos a quienes educasteis para ser
gobernantes de la ciudad no podrán, por muy
sabios que sean y por mucho que se valgan del
razonamiento y los sentidos, acertar con los
momentos de fecundidad o esterilidad, sino que
se les escapará la ocasión y engendrarán hijos
cuando no deberían hacerlo.
10. El Numero Nupcial
(546ª547ª)
Pues para las criaturas divinas existe un período
comprendido por un número perfecto; y para las
humanas, otro número, que es el primero en que,
habiendo recibido tres distancias y cuatro límites
los incrementos dominantes y dominados de lo
que iguala y desiguala y acrece y aminora, estos
incrementos hacen aparecer todas las cosas
como acordadas y racionales entre sí.
11. El Numero Nupcial
(546ª547ª)
De aquello, la base epítrita, acoplada con la péntada y tres
veces acrecida, proporciona dos armonías: la una, igual en
todas sus partes, siendo éstas varias veces mayores que cien;
y la otra, equilátera en un sentido, pero oblonga, comprende
cien números de la diagonal racional de la péntada, disminuido
cada uno en una unidad, o de la irracional, disminuidos en dos,
y cien cubos de la tríada. He aquí el número geométrico que de
tal modo impera todo él sobre los mejores o peores
nacimientos; y cuando por ignorancia de esto, emparejen
extemporáneamente vuestros guardianes a las novias con los
novios, sus hijos no se verán favorecidos ni por la naturaleza ni
por la fortuna
12. El Numero Nupcial
(546ª547ª)
De entre ellos los mejores serán designados por
sus predecesores; pero, tan pronto como hayan
ocupado a su vez los cargos de sus padres,
comenzarán, como indignos que serán de ellos,
por desatendernos ante todo a nosotras, a pesar
de ser guardianes, y tener en menos estima de la
debida a la música en primer lugar y luego a la
gimnástica, como consecuencia de lo cual se
apartarán de nosotras vuestros jóvenes.
13. El Numero Nupcial
(546ª547ª)
De resultas de ello serán designadas como
gobernantes personas no muy aptas para ser
guardianes ni para aquilatar las razas hesiodeas que
se darán entre vosotros: la de oro, la de plata, la de
bronce y la de hierro. Y, al mezclarse la férrea con la
argéntea y la broncínea con la áurea, se producirá
una cierta diversidad y desigualdad inarmónica,
cosas todas que, cuando se producen, engendran
siempre guerra y enemistad en el lugar en que se
produzcan. He aquí la raza de la que hay que decir
que nace la discordia dondequiera que se presente.»
(546ª-547ª).
14. Explicación de la nota al calce
L679
“Nos hallamos, sin duda alguna, ante el pasaje más difícil y oscuro
de La república. Muchos editores lo omiten haciendo notar que no es
posible dar ninguna traducción ni interpretación del mismo; nosotros
vamos a intentar presentar una explicación, basada esencialmente
en Adam, aunque no nos hacemos grandes ilusiones acerca de su
certidumbre. Ante todo demos las equivalencias, en lenguaje
matemático moderno, de las confusas y enigmáticas frases con que
intencionadamente se expresa Platón: «... otro número, que es la
suma de los productos de tres, cuatro y cinco por sus cuadrados. Y,
multiplicados tres por cuatro y por cinco y elevado el producto a la
cuarta potencia, se obtiene otro número que puede ser considerado
de dos maneras:
15. Nota al calce L679
1.°, como cuadrado de un múltiplo de cien; 2.°, como
número igual a cien cubos de tres multiplicados: a) o
por cien cuadrados del número entero más cercano
al valor de la diagonal de un cuadrado cuyo lado es
cinco (es decir, por cien cuadrados de siete, número
entero el más cercano a la raíz cuadrada de
cincuenta) disminuido cada cuadrado en una unidad;
b) o por cien cuadrados del valor de la diagonal de
un cuadrado cuyo lado es cinco (es decir, por cien
cuadrados de la raíz cuadrada de cincuenta),
disminuido cada cuadrado en dos unidades.
16. Nota al Calce L679
Las fórmulas correspondientes son: 1.o Del primer número: (32x3) + (42x4)
+ (52x5) = 216. 2. O Del segundo número: (3x4x5)4 = (36x 100)2 = (72-1) x
100x3 3x 100 = [√ 50)2- 2] x 100 x 33 3X100 =12.960.000. En cuanto al
significado de estos dos números, parece ser el siguiente. En todas las
especies animales y vegetales hay un período de gestación fijado por la
naturaleza. Por lo que respecta a los habitantes de nuestra ciudad, es
misión de los vigilantes el calcular estos períodos de modo que el fin de
ellos, es decir, el nacimiento, coincida con una ocasión oportuna y favorable.
Ahora bien, llegará un momento en que, con toda la inteligencia y celo que
puedan desplegar los gobernantes, no podrán evitar que la raza degenere.
Al mismo tiempo es también el cubo de seis, número que, además de
representar el área del citado triángulo (3x4/2), es también el llamado
número nupcial, por ser producto del primer masculino (par) por el primer
femenino (impar). Por otra parte, 216 = 6 x 36, y 36 es la suma de los ocho
primeros números (la llamada tetraktys pitagórica).”
17. Eros en La Republica
Esta cita aunque obviamente ambigua nos indica la imposibilidad de
la matemática capturar y controlar una de nuestras dimensiones
humanas: Eros.
Platón cree que el Eros es el elemento que realmente constituye el
alma humana. Somos lo que amamos.
En el siglo XX, Ortega y Gasset en una obra titulada, “Para una
psicología de un Hombre Interesante” nos dirá que amamos según
somos y que solo en la selección de aquello que amamos reflejamos
lo más íntimo de nuestro ser. De igual modo Platón cree que somos
lo que amamos y que existen toda clase de amantes: de alimentos,
el político del poder político; de la belleza, el artista); de la sabiduría,
el filósofo. Ser humano es tener ganas de amar y eso
definitivamente lo que es constitutivo de quién eres.
18. Eros como Tema Recurrente en
La República
Céfalo en el Libro I se complace en
anunciar que la edad de la locura erótica
ha pasado para él.
En la obra, Glaucón se nos presenta como
una figura erótica. Parece ser un bisexual
ya que gusta de ambos géneros. Es
precisamente esta cualidad erótica la que
lo hace apto para la filosofía.
19. La Matemática y la Línea
Dividida
Recordemos que el filósofo debe resistir la tentación de
sucumbir a la gravedad intelectual. El conocimiento
matemático lo empuja hacia abajo por las aplicaciones
empíricas de la matemática aplicada. El filósofo debe
evitar hacerlo y para ello se requiere la energía que tiene
Glaucón.
a. La matemática es un área de estudio muy buena
pero no es lo mejor. Constituye una gran parte de la
educación de los guardianes pero no lo es todo, porque
es incapaz de comprender la esencia de nuestra
humanidad. Para comprender el alma humana
requerimos de otro tipo de herramienta: la dialéctica.
20. El Fracaso del Numero
Nupcial
Para Sócrates, la ciencia buena tiene aplicaciones
muy útiles para el conocimiento técnico, pero la
matemática es incapaz de capturar lo que es
esencial en el ser humano: la capacidad erótica.
Como resultado, ya no puede darse el filósofo rey;
no puede ser real su existencia. Ya que ese filosofo
rey o reina debe ser capaz de aplicar la matemática
para crear una nueva sociedad. Debe ser capaz
matemáticamente de ingenierizar la población. Esto
es lo que descubrimos en el inicio del Libro VIII: el
fracaso del número nupcial.
21. El Proyecto de La Republica
Con ello concluimos el proyecto de construcción de
la Callipolis. La República está muy bien
estructurada:
El Libro I es el prólogo.
Los libros II, III y IV; los libros V, VI, VII; y luego los
libros VIII, IX y X, son tres secciones diferentes de
aproximadamente igual longitud.
Al concluir la sección del medio, los libros V, VI y VII
acabamos de ver el fracaso.
22. Un Repaso
Al concluir el Libro IV, Sócrates les dice a Glaucón y a Adimanto, ya
que ha creado la ciudad debo conversarles de las ciudades injustas.
Ambos hermanos de Platón le salen al paso y le increpan diciendo
qué es esto de la comunidad de hombres, mujeres y niño(a)s y que
no existirán ya mas relaciones sexuales en privado.
b. Esta digresión, interrupción, es disparada por Eros. Los
libros V,VI y VII, los libros filosóficos medulares de La República
constituyen una digresión, un desvío, provocado por Eros. Ahora que
hemos llegado a su fin, debemos retomar el rumbo propuesto por
Sócrates al concluir el Libro IV: la discusión de los regímenes
corruptos que constituye el tema central de los Libros VIII, IX y X.
23. El “descenso” hacia la
Caverna
Hemos empezado a descender, metafóricamente como si fuéramos a entrar
nuevamente en la Caverna.
7. La nueva etapa de La Republica se mueve en dirección de la clasificación
de regímenes: Cuantos son los modos de gobierno con forma propia -
dije-, tantos parece que son los modos del alma.
-¿Cuántos?
-Cinco -contesté-, los de gobierno; cinco, los del alma.
-Dime cuáles son -dijo.
-Afirmo -dije- que una manera de gobierno es aquella de que nosotros
hemos discurrido, la cual puede recibir dos denominaciones; cuando
un hombre solo se distingue entre los gobernantes, se llamará reino, y
cuando son muchos, aristocracia [362] .
-Verdad es -dijo.
-A esto lo declaro como una sola especie -observé-; porque, ya sean
muchos, ya uno solo, nadie tocará a las leyes importantes de la ciudad
si se atiene a la crianza y educación que hemos referido. (97/445d).
24. La Clasificación de los
Regímenes
Los gobiernos son: aristocracia, timocracia,
oligarquía, democracia y tiranía y donde cada uno
de ellos corresponde a un tipo de “personalidad
humana”.
El mejor tipo de régimen “real” puede ser una
monarquía (reino) o aristocracia. Del término “aristos
(el mejor) y “kratê” (poder). La aristocracia no es
parte de un linaje familiar sino de la filosofía, pero
como vimos anteriormente, el fracaso de la fórmula
matemática lo hace imposible y destinado al fracaso.
25. La Timocracia
Es el segundo mejor tipo de régimen. Viene del griego “Time”
(honor) y “Kraté” (poder). La timocracia es el régimen de quienes
aman el honor y la victoria. ¿Quién es el hombre timocrático?
Viene de un hogar donde el padre es un aristócrata por lo que no le
preocupa el dinero ni el poder, pero sólo la excelencia. La madre la
agarra con su marido porque no tiene suficiente poder ni dinero. El
hijo se ve inmerso en medio de un conflicto con una doble
naturaleza que le tiran en direcciones opuestas y termina
escogiendo el camino del medio: una amante de la victoria y el
honor.
La timocracia es un régimen bastante bueno por la búsqueda del
honor. Es muy útil regulando y disciplinando a sus ciudadanos. Si un
gobernante respeta a su honor no invertirá el tiempo viviendo
suntuosamente, ni explotando a sus conciudadanos ni jactándose de
lo ricos que son. Estarán más preocupados con los honores que la
ciudadanía les confiere.