4.1 Observación de clase Lengua un un aula de 3º ESO
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3º ESO Lengua y Literatura
9.33 – El profesor pasa lista desde su mesa diciendo casi siempre sólo el nombre de
pila, van contestando “yo” o levantan la mano. Falta un alumno y el profesor pregunta
a los demás si sigue expulsado.
- El profesor tiene un tono de voz bajísimo, estoy al final del aula, que no es muy
grande y apenas le oigo, y no porque haya mucha bulla.
- Les dice que ha corregido los trabajos, una alumna pregunta a gritos: ¿están
perfectos?, dice él que no, que no están perfectos y explica que lo realizado no se
ajusta a lo que él quería que hicieran, pero que no es culpa de ellos. Van a volver a
repetir el trabajo para ver si así entienden lo que él quiere que hagan.
- Comentan que en Música están viendo una película “guapísima”, el profesor
pregunta cuál es y hacen referencia a Mozart (creo que es Amadeus). Le piden que les
ponga una película que no sea tan aburrida como la que han visto antes (El Nombre
de la Rosa).
9.36 – El profesor repite ocho veces: “vamos a buscar la página 75 del libro”, pregunta:
¿lo tenéis todos hecho ya?, les dice que van a ir rápido. Pide a un alumno que
empiece a decir las respuestas, van corrigiendo mientras el profesor recuerda normas
de puntuación. Les dice que, aunque es muy fácil y ahora parecen saberlo, en los
trabajos no lo tienen en cuenta, no lo aplican. Comenta que volviendo a hacer el
trabajo interiorizarán bien esas cuestiones. Pregunta: ¿quién ha escrito alguna carta
en condiciones? Les dice que en la actualidad ya no se suelen escribir cartas, que esto
ha variado a raíz del uso de los móviles. Los alumnos y alumnas, todos a la vez, hacen
comentarios al respecto... El profesor está junto a su mesa y se mueve un poco por la
zona de delante de la clase, a veces se vuelve hacia la pizarra para escribir y escribe
(trazo casi imperceptible) y otras veces no llega a hacerlo.
9.45 – Siguen corrigiendo las actividades de forma colectiva, el profesor pide a alguien
que diga qué ha hecho, el profesor pone otros ejemplos, otros alumnos/as plantean
dudas, tienen los libros y los cuadernos encima de la mesa. Borran, rectifican,
pregunta el profesor si tienen dudas.
– Profesor: vamos a terminar el tema, página 78, hay cosas del tema en el libro que no
vamos a ver, vamos a ver dos autores que tenéis que conocer de la literatura medieval
castellana, vamos a leer fragmentos porque conocer toda su obra no tiene sentido.
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- Un alumno va leyendo lo que aparece en el libro acerca de Gonzalo de Berceo. Dice
el profesor que hay que saber que fue el primer poeta español aunque sólo sea para
jugar al Trivial. Sigue leyendo el mismo chico y tras decir unas cuantas palabras, el
profesor le interrumpe (lo ha hecho también antes) para recordarles contenidos ya
dados, aprovecha para explicar, para retomar cuestiones vistas.
- En general, el ambiente es muy tranquilo. Pregunta: Marisa ¿lo entiendes? Ella dice
que sí y prosigue su discurso.
- Compara el profesor el contenido del texto que están leyendo con las chirigotas de
los carnavales. Sigue haciendo comentarios sobre las chirigotas, las quejas de la
iglesia…
- El profesor va recopilando, les dice si han de tomar notas o subrayar en el libro.
Acaban con Berceo, les dice que en el libro vienen autores portugueses de esta época
pero que se los van a saltar, les dice que el motivo es que no tienen tiempo, que
prefiere centrarse en autores castellanos. Les pide que lean una parte en casa durante
el fin de semana, pregunta dudas.
9.55 – Una alumna empieza a leer en el libro sobre otro autor. Hay gente hablando,
aumenta el murmullo, se acerca el profesor a una chica y le dice que se calle. La que
está leyendo parece mosqueada porque no le escuchan y no le dejan hablar, pega en
el brazo a un compañero, medio en serio medio en broma, porque no la deja tranquila.
Hay murmullos, se empieza a escuchar el golpeteo de un bolígrafo en la mesa, golpes
de los pies en las patas de las mesas...
- El profesor suele dejar el libro encima de la mesa, a veces lo coge, muestra una
página alzándolo con las manos, les pide que miren en el suyo, les señala qué es lo
que van a leer y les dice que harán ejercicios en clase si les da tiempo. El va
nombrando a quienes tienen que leer, aprovecha los turnos para seguir haciendo
comentarios, va presentando información, haciendo alusiones a otras cuestiones, hay
continuas referencias a otros aspectos. Parece que les da demasiada información
entre fragmento y fragmento que. Se da cuenta de que interrumpe mucho e, incluso
cuando vuelve al tema en sí, suele decirles: “perdón”.
- Hay silencio, están siguiendo la lectura, están leyendo quienes están sentados en la
pared que linda con el pasillo, que son quienes están más alejados del lugar donde se
suele situar el profesor, es justo aquí donde antes se ha generado más murmullo. Van
siguiendo bien el turno de lectura, cuando pasa la palabra de uno a otro no se
aprecian despistes. El profesor va corrigiendo sobre la marcha, ayudándoles en las
pronunciaciones cuando se atascan.
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- El chico que está sentado solo, al final de la clase, interviene en alguna ocasión por
lo que parece que está integrado en la clase aunque esté sentado al final en solitario
¿cuál será el motivo?
10.04 – Terminan de leer el cuento y les pide que hagan los ejercicios que vienen en el
libro. Los leen en voz alta para asegurar que entienden lo que tienen que hacer.
- Le suelen llamar “maestro” al profesor o por su nombre de pila. El profesor borra la
pizarra. Una chica pregunta: ¿a qué estamos maestro? Contesta: a día 9. Les dice que
van a corregir en cinco minutos, que por favor hagan la tarea en el cuaderno. Una
chica levanta la mano para preguntarle, él se acerca a su mesa. Los demás están
trabajando. Se escucha: Maestro, ven un momento por favor.
- El profesor se acerca y les hace preguntas para que se den cuenta de lo tienen que
hacer. Les dice: por favor, hacedlo con vuestras propias palabras. Le llama el chico
sentado al final de la clase y acude.
- La chica que está sentada junto a la puerta, en la esquina, enciende y apaga la luz
un par de veces. Dos chicos le dicen que deje la luz, uno le recuerda que el director ha
dicho que hay que ahorrar. El profesor les mira y no dice nada.
10.09 – Cuando parece que están a punto de terminar se escuchan voces diciendo
que no entienden el segundo ejercicio. El profesor se acerca a un par de chicas y les
explica lo que no entienden, para ello les hace preguntas.
- Aunque hay algunas intervenciones particulares, se mantiene un tono de murmullo
bajo. El profesor sigue pasando por las distintas mesas. Algunos/as se desperezan
cuando terminan la actividad.
- El chico del final se levanta y va a las mesas de delante, mientras parece que el
profesor está riñendo a la chica que antes jugueteaba con la luz. No veo la cara de la
chica, pero la cara del profesor parece mostrar cierta desesperación contenida, parece
que le está diciendo lo que no debe hacer, pero ella no le echa cuenta, me da la
sensación de que la chica le está echando un pulso… ¿será para conseguir que le
preste atención individualizada a ella?, ¿es eso lo que busca, que se le acerque el
profesor joven al que es capaz de retar? Esta situación se prolonga casi 3 minutos.
Mientras, los demás están a lo suyo, no parece que presten atención a la situación
creada. ¿Será porque se repite en las clases?, ¿tienen las/los demás claro lo que pasa
con esta compañera?
- Dice el profesor: ¿quién quiere leer la respuesta? Hay varias personas que quieren
hacerlo.
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- Van diciendo las respuestas a los ejercicios realizados y el profesor dice: estupendo,
perfecto..., aprovecha para explicar otras cosas, para aportar ejemplos, refranes... Les
dice: ¿lo habéis entendido de verdad?, ¿hay alguna duda?
* El “cuadrante” en torno a la mesa del profesor es donde se concentran más
alumnas/os (15 de 22) y es donde éste está más tiempo, se mueve poco, y lo hace
más por esa zona, hablando y mirando abarca más y con más frecuencia a quienes se
sientan a su alrededor. La chica a la que aludí antes está en un lugar alejado de su
radio de acción, creo que está bastante fuera de su radio de control visual y de
presencia física. Para hablar con ella ha de apartarse del “gran grupo”, es como que le
atrae hacia “su esquina”.
10.16 – Les dice: tomad nota del libro que tenéis que leer, se va a borrar la pizarra. Se
escucha: ¿otro libro hay que leer?, el tono es de queja. El profesor dice: tenéis que ir a
la librería pronto para que no pase lo de la otra evaluación. Empieza a notarse revuelo,
se apoya en la pizarra y les dice: callaos, por favor. Alguien dice: ¡como sea aburrido y
encima gordo...! Hay jaleo, unos piden a otros que se callen.
- El título es Nunca seré tu héroe, el profesor les dice que él no lo ha leído, que no lo
ha elegido él. Parece sorprenderles que no lo haya leído y le dicen: por lo menos
sabrás de qué va y algo nos puedes decir, ¡que no has leído lo de atrás siquiera! El lo
justifica diciendo que es el que han puesto otros profesores/as de Lengua, para que
todos los grupos de 3º lean el mismo. Escribe en la pizarra la referencia bibliográfica
pero casi no se ve el trazo de la tiza (sólo anota los datos que recuerda, lo que le falta
dice que se lo dirá en otro momento).
- Empieza a haber mucho murmullo, hay quien trata de poner silencio, se sisea para
pedir silencio. Se habla del libro de forma alborotada, diciendo: qué feo el título, qué
gordo... El profesor dice que el trabajo sobre este libro será mejor que el anterior. Saca
su libro de la materia y pone en la pizarra (no se ve casi nada) los ejercicios para el
lunes del tema de ortografía, páginas 16, 17 y 18; les recuerda que antes les pidió que
leyesen una parte de la página 78 del otro libro. Lo anota todo en la pizarra. Se
corregirán el lunes.
- Ya se aprecia descontrol, preguntan lo mismo una y otra vez, preguntan para cuándo
hay que leer el libro nuevo... El profesor les dice entre mucha bulla que el próximo día
preguntará sobre la página 78 y que por favor nadie venga a clase sin el libro de
ortografía. Les dice que si tienen el libro en clase que empiecen a hacer los ejercicios,
suena el timbre, hay quien se levanta, algunos ya habían recogido sus mochilas,
salen.