1. TEORÍAS EVOLUTIVAS DEL CEREBRO DEL HOMO SAPIENS SAPIENS
DESDE EL ENFOQUE TEORICO DE ECCLES, MCLEAN Y LLINÁS
Manuel García, Isabela Rodríguez, Adriana Rodríguez,
Diana Montañez & Wilfrido Yance
A lo largo de la historia de la humanidad el hombre como especie crucial en la tierra ha
evolucionado con los años y al llevar a cabo este proceso, avanza y se desarrollan consigo
mismo sus estructuras biológicas. El cerebro del Homo Sapiens Sapiens actual ha recorrido
un gran camino evolutivo desde el organismo unicelular (bacteria o alga, el cual fue nuestro
ancestro común) según la teoría darwiniana, hasta el órgano complejo y con mayor
desarrollo que tenemos hoy en día. Pero ¿qué hizo que nuestro cerebro se desarrollará más
rápido y mejor convirtiéndose en uno de los más grandes en proporción al tamaño del
cuerpo y el más eficiente?
A través de la historia y la evolución de la ciencia podemos observar que se han generado
diversas teorías que tratan de dar solución a este interrogante, algunas de las más
destacadas y que han generado mayor impacto, dichos planteamientos han surgido de
autores comoJ.Eccles, P. Mclean y R. Llinas, sobre los cuales profundizaremos a
continuación.
El cerebro humano como lo conocemos actualmente, ha sufrido un proceso de evolución de
2.5 millones de años desde nuestros ancestros más primitivos, actualmente es resultado de
grandes cambios que surgieron en respuestas a las necesidades presentadas para adaptarse
al medio ambiente. Se considera que empezó a aumentar notablemente de tamaño en el
Australopitecusafricanus - posible predecesor de nuestro género con un volumen cerebral
de aproximadamente 500 centímetros cúbicos y lo hizo a un ritmo estimado de 150.000
neuronas por generación.
2. Pese a tener una estatura similar a la del chimpancé, los cerebros de estos individuos
comenzaron a presentar volúmenes encefálicos significativamente superiores. Por su parte,
los primeros miembros del género Homo mostraban una mediana de 700 centímetros
cuadrados y evolucionaron de manera gradual y casi lineal hasta llegar a los 1.400
centímetros cúbicos del Homo sapiens actual.
A lo largo de nuestra evolución las mejoras en el cerebro y el cuerpo se han complementado
equitativamente: cuando una avanzaba, ésta impulsaba la mejora de la otra siguiendo un
periodo de retroalimentación positiva. De esta manera, ponerse de pie fue uno de los
primeros hechos trascendentales de la humanidad y está constatado que esto sucedió antes
de la aparición de los pulgares prensiles, la habilidad de fabricar herramientas o el
desarrollo del lenguaje.
El cerebro no es una estructura, lo suficientemente compleja para dar cuenta de los
fenómenos relacionados con la conciencia, por lo que hay que admitir la existencia
autónoma de una mente autoconsciente distinta del cerebro, como una realidad no material
ni orgánica que ejerce una función superior de interpretación y control de los procesos
neuronales (Eccles, 1992). Para este autor la conciencia es fundamentalmente autónoma y,
dado que no puede ser rastreada en ningún tipo de sustancia o función orgánica, debe
considerarse como algo que existe apartada del sistema nervioso central. Por otra parte, si
bien el espíritu se entrelaza con los mecanismos neuronales del cerebro, al mismo tiempo
posee completa autonomía de ellos.
Eccles proponía un modelo teórico que se fundamentaba en el “dualismo interaccionista”,
en el cual la mente y el cerebro son dos cosas separadas, la interacción entre ellos tiene
lugar en la corteza cerebral.
“Eccles propone que cada 40 millones de “dendrons” se unen a la unidad “mental”
que se llama “psychons” y esto representa una experiencia consiente. La relación
entre un “psychon” y otro lleva a una experiencia de conciencia de uno mismo”.
(Torres Berrios. D, 2007)
3. Además, Eccles presume la mente igual a las funciones mentales. Estas experiencias
conscientes basadas en la neocorteza son las que les dan a los mamíferos superiores su
ventaja de acuerdo a Eccles.
Por su parte, P. Mclean logró desarrollar una teoría la cual ha titulado Cerebro Triuno o
Triada Cerebral, dicha teoría según Bidoglio, R “ha posibilitado una acabada comprensión
acerca de cómo actúan las estructuras más básicas del cerebro”, es decir, como el cerebro
del hombre actual tras años de evolución ha especializado y desarrollado otras estructuras
que le han facilitado llegar al punto evolutivo en el que se encuentra, permitiendo al
investigador comprender el funcionamiento de cada una de estas estructuras que lo
integran.
En esta teoría Mclean propone que la primera estructura que constituye evolutivamente es
el cerebro reptiliano o cerebro reptil(es denominado así porque es típico de los reptiles),
este es el más primitivo de todos y se encarga primordialmente de asegurar la supervivencia
del hombre. Este cerebro reptiliano posee conductas mecánicas y automáticas, permite la
transmisión de material genético a las próximas generaciones, controla necesidades básicas
del organismo y produce cambios para enfrentar los diferentes estímulos medio ambientales
(Bidoglio. R, 2015). Algunas estructuras que conforman el cerebro reptiliano son los
ganglios basales, el tallo cerebral y el sistema reticular.
Conectado con el cerebro reptiliano encontramos el cerebro mamífero, está conformado por
el sistema límbico, bulbos olfatorios, el tálamo (placer-dolor), las amígdalas (nutrición,
oralidad, protección, hostilidad), el núcleo hipotalámico (cuidado de los otros,
características de los mamíferos), el hipocampo (memoria de largo plazo), el área Septal
(sexualidad) y la pituitaria (directora del sistema bioquímico del organismo).Además, este
se encuentra anatómicamente sobre el primero y comparte algunas estructuras con este. Se
encarga de funciones como la conducta emocional y socialmente significativa, ejecuta
programas emocionales y de afecto, evalúa información del contexto.
4. Como tercero Mclean propone el Neocortex o corteza cerebral, representa un 85% del
volumen total cerebral. Este junto a los lóbulos pre frontales nos diferencia de otras
especies y se puede dividir en dos hemisferios; el hemisferio cerebral derecho () y el
hemisferio cerebral izquierdo () los cuales a su vez se encuentran unidos por el cuerpo
calloso el cual permite que ambos se comuniquen entre sí.
El modelo Cerebro Triuno, concibe al ser humano, como un ser constituido por
múltiples capacidades interconectadas y complementarias, de allí su carácter
integral y holístico, que permite explicar el comportamiento desde una perspectiva
más integrada, en donde el pensar, el sentir y el actuar, se compenetran en un todo
que influye en el desempeño del individuo (De Aparicio. X, 2009, p.15).
Se puede observar que en esta teoría tanto el cerebro reptiliano como el Neocortex se
encuentran comunicados por el cerebro mamífero, cada uno de estos cerebros conforman
un Cerebro Total y cada uno de estos se encuentra especializado en determinadas tareas que
le permiten al hombre responder adecuadamente a los diferentes ambientes en los cuales se
desenvuelve en su cotidianidad.
Por su parte algunos de los aportes de R. Llinas a las teorías del desarrollo del cerebro
humano fueron sus estudios entre actividad cerebral y la conciencia, el descubrimiento de
la inhibición detrítica. Este autor define el funcionamiento cerebral desde el punto de vista
de la evolución, también postula que existe una organización funcional de los circuitos
neuronales del córtex cerebeloso.
Llinas es el primero en establecer que existe un flujo o corriente de calcio pre sináptico al
someter la sinapsis de un calamar gigante a cierto voltaje. El cual tuvo como resultado el
descubrimiento de que las neuronas de los vertebrados tienen la capacidad de producir
potenciales de acción que dependen del calcio. (Entrevista concedida por el Dr. Llinás en
las instalaciones de Maloka a diferentes medios; Marzo de 2009.)
También habla de la evolución en relación al movimiento. para quien el cerebro y la mente
son organismos inseparables, y que la mente es solo una de los estados funcionales
generados por el cerebro y que es el producto de los procesos evolutivos que han tenido
lugar en el cerebro de los organismos dotados de movimiento, la cual se presentó de forma
progresiva.Además la mente o el cerebro no se formaron de repente, como primer punto en
relación a su evolución, el cerebro y todo el sistema nervioso es solo necesario en animales
5. multicelulares y que realicen algún movimiento activo y dirigido. Es decir la motricidad.
Lo que quiere decir que el desarrollo evolutivo del cerebro es exclusivo de los organismos
activamente móviles. (Llinás, R. 2002)
Como pudimos ver anteriormente, concretamos la importancia de la historia evolutiva que
ha conllevado al hombre actual, principalmente en su neurodesarrollo, se pudo denotar en
las investigaciones tanto de Eccels que identifica las experiencias consientes identificadas
en el Neocortez como el punto clave para la capacidad o ventaja que tiene el ser humano, o
en el caso de Mclean y su tan conocido cerebro Triuno, el cual clasifica el encéfalo en tres
partes cada una con funciones específicas y que se complementan entre sí, dándole a cada
persona una identidad propia, y las habilidades para desenvolverse en el ambiente día a día,
incluso la relación entre actividad cerebral y la conciencia, teoría impartida por Llinas, y el
efecto de la motricidad activa en la evolución del cerebro humano, es decir que a medida
que avanzamos en la historia la capacidad de adaptación que posee el cerebro humano va
en aumento, en conclusión, la evolución neural y encefálica misma, se ha dado a la
capacidad de poder llegar a adaptarse al medio y/o necesidades de este, llevando al ser
humano estar en la cima de la cadena alimenticia y siendo este el ser predominante
Referencias bibliográficas
Aparicio, X. (2009) Neurociencias y la transdisciplinariedad en la educación. Revista
Universitaria de Investigación y Diálogo Académico. 5 (2)
Bidoglio, R. (S.F) Monografía: Neurobiología y neurociencias desde un
enfoquegrafologico. Argentina: Asociación Educar
Camelo Roa, S & Ayala Saenz, R (2003) Llinás, R. El cerebro y el mito del yo Editorial
Norma. Suma psicologíca 10 (2), 254-259
Eccles, J. (1992) La evolución del cerebro: creación de la conciencia. Barcelona: Editorial
Labor
Llinás, R. (2002) El cerebro y el mito del yo (6th ed.). Bogotá: Grupo Editorial Norma.
6. Torres Berrios, D. (2007) XXII Congreso Panamericano de Neurología. República
Dominicana