El documento define un sistema de mercado y explica sus características fundamentales. Un sistema de mercado es un sistema de coordinación de actividades humanas a escala social que funciona a través de transacciones entre compradores y vendedores en lugar de órdenes centralizadas. Para que exista un sistema de mercado se requiere libertad, propiedad privada, intercambio voluntario, uso de dinero y especialización a través de empresas e intermediarios.
2. ¿Qué es un
sistema de
mercado?
• En primer lugar, necesitamos trazar una distinción
entre sistema de mercado y mercado. Si bien no
todas las sociedades adoptan o contienen un sistema
de mercado, todas las sociedades existentes hacen
uso de los mercados. Paseando por una calle ya
fuera en la China maoísta o en la Unión Soviética,
cualquier distraído visitante habría visto mercados de
bienes de consumo y de servicios como los de
peluquería o de reparación de bicicletas. Y es que,
efectivamente, donde quiera que la gente paga de
modo usual a otra gente para que haga algo —sea
cantar una canción o cavar para extraer carbón—
esos intercambios constituyen mercados.
3. • Y sin embargo, pese a lo común de esos intercambios en la China maoísta o en la Unión Soviética, de
ninguna de esas sociedades podía decirse que fuesen sistemas de mercado, puesto que un sistema de
mercado existe solamente cuando los mercados proliferan y se interrelacionan unos con otros de una
forma muy particular. ”El sistema de mercado organiza y coordina las actividades humanas no a través de
la planificación estatal sino mediante las interacciones mutuas de los compradores y vendedores”.
• No basta que la gente compre y venda para que exista un sistema de mercado, se requiere asimismo que
sean sus compras y ventas las que coordinen la sociedad y no una autoridad central. Y esto nos permite
dar una definición del sistema de mercado suficientemente útil para nuestros propósitos inmediatos: un
sistema de mercado es un sistema de coordinación de las actividades humanas a escala de toda una
sociedad que procede no mediante un sistema de órdenes centralizadas sino vía las interacciones
mutuas en forma de transacciones.
• Tres son los tipos de mercados más habituales: los mercados de trabajo, los mercados agrícolas, y los
mercados para los bienes y servicios que la industria ofrece a los consumidores. Pero para que un
sistema de mercado funcione son necesarios dos tipos de mercado menos evidentes. Son, por un lado,
los mercados de bienes y servicios intermedios producidos para el uso de otros productores; y por otro,
los mercados de capital, y específicamente, los mercados de préstamos, acciones y otros tipos de activos
de inversión. En estos dos tipos de mercados, los participantes ya no son gente común y corriente sino
empresarios, empresas o instituciones financieras.
4. “LAS
DIMENSIONES
DEL SISTEMA
DEL MERCADO”
• El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un
método para controlar y coordinar el comportamiento de
la gente… Cuando un centenar de trabajadores aparecen
en la puerta de una fábrica cada mañana a las 8 de modo
enteramente previsible, su aparición no está ordenada por
el Estado. Si están allí es porque la promesa de unos
pagos monetarios los controla y coordina.
• ¿Puede ser cierto que el desorden aparente de las
actividades de compraventa sea realmente capaz de
lograr algo tan profundo y complicado como el control y la
coordinación de toda una sociedad? Cualquiera puede
percatarse de que el Estado consigue cierta coordinación
de una sociedad a escala nacional, pero es mucho más
difícil ver como el sistema de mercado hace lo mismo,
como en efecto lo hace, tanto a nivel nacional como a
escala internacional.
5. • En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y
particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en
la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los
mercados. Si realmente les hubiese sido permitido hacer lo que les
viniese en gana no habrían conseguido las prodigiosas hazañas
productivas que caracterizan a los sistemas de mercado. El que los
participantes en los mercados se vean a sí mismos haciendo
elecciones libres y voluntarias no niega en absoluto que estén
controlados por los procesos de compra y venta.
6. “LA COORDINACIÓN DE LA SOCIEDAD”
• Un sistema de coordinación ha de cumplir dos funciones: la primera consiste en limitar los
daños y perjuicios que, en su ausencia, los individuos de infligirían entre sí. Ello requiere
reprimir la violencia, el robo y las interferencias de quien sea en los movimientos de los
demás. La segunda finalidad es más ambiciosa y consiste en organizar el toma y daca de la
asistencia mutua. Sucede que casi todo el mundo ayuda a alguien a la vez que todo el mundo
recibe ayuda de otros, si bien no necesariamente de la misma gente a quien haya prestado
ayuda. Si se quiere puede llamarse a esta segunda función cooperación más que
coordinación … Cuando no se dispone de la suficiente cantidad de algo deseado, la
coordinación se hace difícil y mucho más necesaria.
7. “LA COORDINACION DEL SISTEMA DEL
MERCADO”
• El sistema de mercado es un coordinador a gran escala que utiliza el mecanismo de los
ajustes mutuos. Está especialmente adaptado para encarar las dificultades que presenta la
escasez a los procesos de coordinación … Para que el sistema de mercado haya llegado a
ser el gigantesco coordinador que hoy es, la esclavitud tuvo que dejar paso al trabajo
asalariado, las estáticas relaciones feudales que ligaban al trabajador a la tierra tuvieron que
ser reemplazadas por transacciones en los mercados de trabajo y de tierra, y en las ciudades
tuvo que acabarse con el control social por parte de los gremios para permitir la libre
compraventa.
8. • La afirmación de que el sistema de mercado articula la cooperación social seguro que se les
hará difícil a aquellos que siempre han identificado el mercado con la competición entre
quienes en él participan, incluyendo aquella del tipo más brutal. Y, ciertamente, los sistemas
de mercado incluyen muchos escenarios donde reina la competencia, pero cada participante
en el sistema de mercado se relaciona cooperativamente con millones de individuos en tanto
que compite relativamente con sólo unos pocos.
• El mercado, en estos tiempos, se ha convertido en el coordinador de las actividades
cooperativas de un mínimo de dos mil millones de personas. Ningún otro método de
cooperación social lo iguala tanto en amplitud como en detalle… Además, en tanto que hay un
sistema de mercado global no existe un Estado mundial. Y, aun dentro de cada país concreto,
el sistema de mercado es capaz de organizar la cooperación a un nivel de detalle, asignando
papeles muy precisamente definidos a millones de individuos, como pocos estados o
gobiernos han intentado siquiera alguna vez; y en los casos en que lo han hecho, siempre han
fracasado.
9. “EL ARMAZÓN SUBYACENTE”
• El sistema de mercado no es un lugar o una cosa, ni siquiera un conjunto de cosas. Es
un conjunto de actividades de un tipo distinto. Un sistema de mercado necesita de
ciertos usos y reglas, de forma que, si son respetados, existirá un sistema de mercado.
Esas normas constituyen el armazón subyacente o esqueleto del sistema de mercado …
Empecemos, pues, desde el principio, construyendo este armazón una pieza tras de
otra y en su debido orden.
• 1.- El derecho y la costumbre garantizan a quienes participan en el sistema de mercado
un amplio control (si bien no en igual medida para todos) respecto a cómo disponer de
su propio tiempo y de sus fuerzas y capacidades —en otras palabras, garantizan
su libertad legal— en la persecución de las aspiraciones o pretensiones de cualquier tipo
que cada uno tenga … Sin ella, como les sucedía a los campesinos bajo el peso de las
obligaciones feudales, el sistema de mercado es imposible.
10. • 2.- Al amplio derecho de control sobre el propio tiempo y capacidad, se añade un conjunto paralelo de amplios
derechos sobre el control de las cosas que se estiman útiles. Se los conoce usualmente como derechos sobre
la propiedad, es decir, las leyes y costumbres que establecen y aseguran la distribución de los derechos a
utilizar los bienes (incluyendo entre ellos la tierra), ofrecérselos a otros o negárselos, que las gentes encuentran
útiles en sus intentos de realizar sus aspiraciones … Junto con la libertad, es lo que permite poner en marcha el
sistema de ajustes mutuos de los comportamientos en la medida que las gentes usan de su libertad y de sus
posesiones para perseguir la realización de sus aspiraciones.
• 3.- Quid pro quo, el toma y daca, es la tercera norma o costumbre necesaria para un sistema de mercado …
Esta regla hace patente de modo inmediato las posibilidades de cooperación, de una cooperación pacífica.
Mediante ella no se puede ni amenazar ni robar ni pedir al Estado que use de sus poderes para llevar u obligar
a otro a la cooperación.
• Estos tres conjuntos de reglas o costumbres permiten que se desenvuelva un amplio proceso de ajustes
mutuos en los comportamientos en el que cada participante explora las innumerables posibilidades de beneficio
que tienen tanto él como los demás; por consiguiente, innumerables oportunidades para la cooperación y la
reducción del conflicto … Sin embargo, ateniéndose a lo que estipulan nuestras tres reglas, uno se ve limitado
al trueque que requiere que se produzca una doble coincidencia … El primer paso hacia una solución de las
dificultades que plantea la doble coincidencia a la coordinación es una cuarta regla o costumbre.
11. • 4.- Hay algunos objetos de valor que tienen la característica de que a todo el mundo le complace el
tenerlos. Ya se trate de conchas marinas, oro o certificados en papel, son dinero. Con el dinero, las
coincidencias necesarias para un intercambio pasan de ser dos a una, pues la segunda coincidencia
deja de ser necesaria. Aunque todavía se tenga que encontrar a alguien que pueda ofrecer lo que uno
quiere, ahora ya no se tiene que encontrar a alguien que quiera precisamente el servicio o la cosa
concreta que uno puede ofrecer en un intercambio, puesto que en éste ya no se ofrece un objeto o
servicio determinado sino unidades de un objeto universalmente deseado.
• 5.- Con el uso del dinero se produce un desplazamiento de las actividades de los participantes desde
las dedicadas o centradas en el hogar o la economía doméstica hacia aquellas dirigidas a la
producción de objetos y servicios para la venta. El desplazamiento hacia la producción para la venta
elimina ahora la necesidad de que ocurra la primera coincidencia, aquella que exige que cada
persona encuentre a otros que tengan exactamente lo que él o ella está dispuesto a comprar. Y,
¿puede encontrar fácilmente a esos otros? Pues sí, ya que, dirigidas como ahora lo están las
actividades personales hacia la venta, la sociedad está llena de gente motivada a anticipar y
satisfacer los deseos de cualquiera ofreciendo la diversidad de cosas y servicios que ese cualquiera
esté dispuesto a comprar. El sistema de mercado no es un gigantesco rastro permanente; y,
realmente, si se mira bien, no es adecuado caracterizarlo como un sistema de intercambios. Las
relaciones de mercado determinan qué es lo que ha de hacerse y luego intercambiarse.
• 6.- La búsqueda de oportunidades de venta da origen a los intermediarios. Los vendedores
encuentran oportunidades de vender objetos y servicios no sólo a la gente que los quiere
directamente sino también a otros que se dedican a vender.
12. • 7.- Algunos participantes llegan a especializarse en papeles de intermediación, especialmente en la
creación de nuevas ligaduras de intermediación y en la organización de combinaciones de trabajo,
tierra y capital ya con fines de realizar una actividad de intermediación, ya para producir bienes y
servicios finales. Dicho en forma menos precisa y más coloquial, algunos participantes crean empresas
y por ello son llamados empresarios. No es la gente corriente sino los empresarios quienes participan
más frecuentemente en los sistemas de mercado. Convierten en su profesión las actividades que
movilizan y transforman el trabajo y otros inputs en los bienes y servicios que son demandados.
• 8.- Muchos empresarios operan a una escala tal que llega a transformar su rol. Así ocurre cuando
crean unas colectividades que puedan hacer lo que los empresarios individuales no pueden. La forma
de hacerlo es aumentar su poder de compra creando corporaciones que piden préstamos y ofrecen a
cambio un interés o unos dividendos.
• Éstas son, pues, las piezas del armazón que sostiene al sistema de mercado: la libertad, la propiedad,
el toma y daca, el dinero, la actividad dirigida a la venta, los intermediarios, los empresarios y las
grandes empresas o sociedades anónimas. Y, una vez más hay que recordar que el baile del mercado
espera del Estado que ponga la sala y la orquesta.
13. “EL ÁMBITO
MÁXIMO DEL
SISTEMA DE
MERCADO”
• Los críticos del sistema de mercado a menudo
afirman que éste posibilita a quienes en él participan
perseguir solamente fines individuales, no proyectos
colectivos… Para algunos proyectos colectivos
siempre habrá quienes se opongan o no quieran
pagar, por lo que tales tareas requieren que los
poderes del Estado impongan la cooperación
necesaria. Pero no todos los proyectos colectivos
exigen compulsión, por lo que el mercado no estará
limitado sólo al logro de los objetivos de tipo
individualista. Las sociedades persiguen muchos
objetivos colectivos tales como el crecimiento
económico o tasas más altas de alfabetización
usando del sistema de mercado.
14. “ELECCIÓN
DEL ÁMBITO
DEL SISTEMA
DEL
MERCADO”
• La mayoría comprendemos bien que el Estado, la familia, la
empresa y los variadísimos arreglos de la sociedad civil son
necesarios. Pese a ello, en algunas sociedades —y
destacadamente en los Estados Unidos— se escucha que el
mejor Estado es el que gobierna menos. Es una proposición
con el siguiente corolario: que el sistema de mercado
funciona mejor cuando su ámbito de coordinación es mayor.
Pues bien, un sistema de mercado que abarcara su máximo
dominio posible sería considerado inhumano por la mayoría
de la gente. Y un Estado mínimo no sólo dejaría que la
basura se acumulase en las calles sino que tendría que
tolerar la difusión de epidemias mortales. El determinar los
dominios respectivos del mercado, el Estado, la familia, las
empresas y la sociedad es una seria tarea en cada
sociedad, tarea de la que no se puede dar cuenta
meramente conjurando dogmas como los anteriores de uso
demasiado común.
15. “LA
EFICIENCIA
DEL SISTEMA
DEL
MERCADO”
• ¿Cómo se establecen los precios de eficiencia en el mundo real? Hablando
estrictamente, los precios reales sólo se acercan de modo aproximado a los de
eficiencia. Esa aproximación se produce mediante procesos de intercambio en
mercados en los que, como ocurría en el juego del capítulo anterior, los
participantes pueden entrar continuamente en intercambios mutuamente
favorables… No quisiera sobrevalorar o exagerar una declaración tan amplia
como la de que los precios de eficiencia hacen eficientes a los sistemas de,
mostrándose su contribución en las tasas de crecimiento de una economía.
mercado. En los sistemas de mercado reales, los precios a menudo están
distorsionados por la presencia de monopolios y por la fijación de precios que
hace el Estado.
• Es posible caer en la tentación de creer que, pese a todo, las decisiones
asignativas eficientes tienen menos importancia que el que los empresarios
produzcan más y más capital físico que incorpore los avances que se dan en las
fronteras de la tecnología. En esa línea, podría argumentarse que la imagen que
se ofrece de la eficiencia del mercado conseguida gracias a las decisiones
eficientes y los precios de eficiencia es demasiado estática, que le falta en suma
el color y la vida de los procesos dinámicos. Pues bien, nada que discutir al
respecto. La acumulación de capital, la innovación tecnológica y el dinámico
empresario emprendedor que las acomete ocupan una gran parte de la
explicación de los logros del sistema de mercado.
16. INEFICIENCIAS
• Quizás la más notable de las ineficiencias del mercado sea que, si bien la eficiencia exige que
se tengan en cuenta todos los beneficios y costes independientemente de sobre quién
recaigan, quiénes participan en un mercado sólo tienen en cuenta los costes y beneficios que
recaen sobre ellos mismos. Obviamente, la mayor parte de los participantes individuales
consideran también los costes y beneficios que recaen sobre los miembros de sus familias;
pero, en general, los participantes en un mercado, ya sean individuos o empresas, tienden de
modo característico a ponderar los beneficios y costes de modo estrecho, persiguiendo lo que
se conoce convencionalmente como el propio interés o beneficio.
• Si, como consecuencia de la localización de un aeropuerto en un determinado lugar los
vecindarios que lo rodean se convierten en inhabitables por el ruido insoportable que genera,
difícilmente podría considerarse eficiente la decisión de situarlo allí. Son
las externalidades como ésta una ineficiencia tan obvia que uno se pregunta cómo es que
todavía se niega su importancia en algunos círculos.
17. ¿EL SISTEMA DE MERCADO NECESARIO PARA LA
DEMOCRACIA?
• Al igual que lo hacen mediante el sistema político democrático, las masas controlan a las elites a través del
sistema de mercado. Ambos mecanismos constituyen las dos opciones con que pueden contar millones de
personas para ejercer un control sobre esa minoría relativa —empresarios, funcionarios del Estado y miembros
del gobierno— que de forma activa toma las decisiones más inmediatas. Está claro que ambos mecanismos
están entrelazados hasta el punto de que está ampliamente extendida la opinión de que un Estado no puede
ser democrático si no está ligado a un sistema de mercado.
• Hasta ahora, en la historia, no ha habido estados democráticos que no estuviesen unidos a sistemas de
mercado. El mundo nunca ha visto un sistema de planificación central de corte democrático. En tanto que es
común tropezar con sistemas de mercado que no son democráticos, por ejemplo, Indonesia o Arabia Saudí; no
se ha visto sin embargo ninguna democracia sin sistema de mercado. Y tan sólida es esta conexión histórica
que algunos analistas predicen que Rusia no podrá alcanzar la democracia debido a que ha puesto las
reformas democratizadoras por delante de la reformas del mercado, de modo que todavía carece de un
sistema de mercado que pueda ser el sostén de la democracia. En cuanto a los cambios en China, estos
mismos analistas consideran que están haciéndose por el camino adecuado en la medida en que en ese país
se ha puesto al mercado en primer lugar, de modo que más pronto que tarde, China tendrá un sistema de
mercado apropiado para ser la base de una democracia, siempre que entonces sus dirigentes la permitan,
claro está.
18. ¿HAY UNA ALTERNATIVA AL SISTEMA DE
MERCADO?
• Como procedimiento general para articular la coordinación social, el tosco mecanismo que he
llamado planificación física —aquella que no usa ni precios ni dinero— está completamente al
margen de toda consideración como alternativa seria al sistema de mercado. En ningún sitio del
mundo parece existir el menor interés por un sistema no monetario de determinación centralizada
de la producción junto con la asignación de los bienes y servicios así producidos por parte del
Estado, sin que ni los individuos ni las familias tengan nada que decidir.
• De modo que, independientemente de cómo sean controladas o planificadas las actividades
productivas, no parece haber un procedimiento general para distribuir lo producido que no sea
permitir que cada persona o familia compre lo que desee con una suma de dinero que representa
la parte del producto total producido cooperativamente que le corresponde a esa persona o familia.
Este método evita tanto a los consumidores como a los administradores el cúmulo de irritación,
arbitrariedad e ineficiencia que entraña el recurso a los cupones de racionamiento. Por supuesto
que algunos bienes y servicios requieren un trato especial, y así, por ejemplo, ciertos tipos de
asistencia médica se suministran gratuitamente. Pero, en todo caso, la superioridad de la elección
de los consumidores en los mercados como regla general se reconoce hoy por todas partes.