El documento compara y contrasta la música y la pintura como formas de arte. Resume que el músico extrae la esencia de su arte de sí mismo y no se basa en la imitación, mientras que el pintor parece estar más influenciado por la naturaleza visible. Sin embargo, el arte de la pintura es más independiente y requiere un lenguaje (los jeroglíficos y signos) que es más difícil de dominar que la música. El documento concluye que la pintura es un grado más cercano al espíritu y es posiblemente