El documento describe las raíces de la gestión de calidad japonesa, la cual se basa en la antigua sabiduría y cultura japonesa. La gestión de calidad japonesa se centra en tres pilares: la planificación, el control y la mejora continua, con el objetivo de satisfacer a los clientes y partes interesadas. A diferencia de Occidente, la gestión de calidad es parte integral de la cultura japonesa y se extiende a todos los aspectos de la vida.
2. 4/8/2021 Revista Mundo Acuicola
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Lo mismo pasó con la alta tecnología japonesa. Por desconocimiento, se cree que su tecnología, de alta excelencia, nació en Japón, cercano a 1950,
pero no es así. La base de la robótica, y su tecnología de vanguardia, se encuentra en su tecnología antigua y en la búsqueda que ellos han hecho del
funcionamiento de la naturaleza y sus elementos.
Solo un ejemplo ilustrativo: El sistema antisísmico del Marunouchi Building, uno de los rascacielos más altos de Japón, se inspiró en el sistema
antisísmico de las antiguas pagodas japonesas, hechas enteramente de madera, las que han resistido grandes terremotos, gracias a su tecnología de
columna central antisísmica que hace que la estructura de la Pagoda (antiguo edificio en madera), se mueva como una serpiente ante las oscilaciones
sísmicas.
Todo esto los ha llevado a un tipo de cultura muy distinta a nosotros, los occidentales, y eso se vive en las calles, en las empresas y en cada actividad
del día a día. Por ejemplo: en Japón no se podría entender el hecho que un empleado trate mal a un cliente; que un vendedor de tienda no sepa lo que
está vendiendo; que una empresa no cumpla las normas laborales ni medioambientales; que un empleador prefiera pagar la Multa y seguir
incumpliendo las normas jurídicas; que se ocupen tantos recursos en vigilar y supervisar a los empleados para que realicen su trabajo correctamente;
que una empresa grande no le pague oportunamente a sus proveedores; que los trabajadores de una empresa subcontratista no sepan ni cumplan las
políticas de su empresa contratista o empresa mandante, etc.
Lo que para nosotros, los chilenos, lamentablemente, es el común de casi todos los días, para los japoneses no está presente ni en sus peores pesadillas
(ellos tienen otras pesadillas).
En mi estadía en Japón, tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de muchas empresas, de distintos tamaños y rubros. Además, entrevistar a los
trabajadores y compartir con ellos en algunas oportunidades. También convivir en las calles, en el día a día, con mucha gente, y vivir la experiencia
directa de su alta tecnología en los miles de servicios de vanguardia mundial (ejemplo: viajar en el Shinkansen, Tren Bala, a casi 300 km/hora, desde
Tokio a Kioto, tomando una taza de té y sin que se derramase ni una sola gota). En cada una de estas oportunidades pude percibir esa Cultura, que, en
general, los impulsa natural y responsablemente a hacer las cosas bien, a la primera, honestamente, con respeto por el otro, cuidando hasta el más
mínimo detalle y con una alta auto exigencia. Como en todos lados, siempre hay excepciones, pero cotidianamente, eso es lo que se vive.