SELECCIÓN DE LA MUESTRA Y MUESTREO EN INVESTIGACIÓN CUALITATIVA.pdf
Los roles del teletutor
1. LA ACCIÓN TUTORIAL EN LA FORMACIÓN VÍA INTERNET
INTRODUCCIÓN.
LA ACCIÓN TUTORIAL
EL TUTOR
LAS TUTORIAS VIRTUALES
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN
En la educación a distancia, al igual que en cualquier modalidad educativa, la
comunicación entre los participantes en el proceso formativo (profesores,
alumnos, tutores, personal administrativo, etc.), es un aspecto fundamental y
necesario para que el sistema no fracase.
En la formación vía Internet dicha interacción se hace aún más esencial,
puesto que al exigir del alumno un autoestudio, éste exige a su vez que
profesores y tutores estén “presentes”, guiándoles el camino, mediante una
evidente y efectiva comunicación, que en nuestro caso se efectúa básicamente
a través de la escritura. Tanto es así que una de las principales causas de
abandono del alumno puede ser la carencia, o la mala, comunicación entre
profesores-tutores y alumnos.
La importancia del contacto entre el alumno y los demás componentes del
sistema es algo innegable, vamos a centrarnos aquí en detallar algunos
aspectos a considerar de la relación alumno-tutor.
LA ACCIÓN TUTORIAL
“El autoaprendizaje sin ninguna comunicación ni apoyo, no se suele incluir
bajo el concepto de educación a distancia” (p.68), así queda establecido en un
documento preparado por la UNESCO, Aprendizaje abierto y a distancia.
Perspectivas y consideraciones políticas, como contribución a la discusión
sobre el decisivo papel que el aprendizaje abierto y a distancia se espera que
asuma en el panorama de la educación del mañana.
Es de aquí de donde parte nuestro interés por describir cuáles deben ser
algunas de las pautas a seguir en el servicio de apoyo a los estudiantes en un
proceso formación, que además de encuadrarse en el bloque de la educación a
distancia, tiene la particularidad de que se lleva a cabo a través de la red.
2. Bajo nuestro particular punto de vista, la tutoría a través de Internet, al igual
que en la enseñanza tradicional, debe ser un servio de apoyo a los alumnos
capaz de ofrecerle la ayuda, recursos, ..., en definitiva el apoyo más adecuado
a sus demandas de formación. Asimismo debe suponer ayuda para el profesor,
quién al estar al cargo del desarrollo educativo del curso, puede requerir la
colaboración de otros profesionales.
EL TUTOR
Autores como Moore y Kearsley, (1996), señalan que los tutores además de
hacer un seguimiento del trabajo de los alumnos deben cumplir otros
cometidos, “deben servir de puente entre los estudiantes y la institución con el
propósito de interpretar políticas y solucionar problemas” (Coughlan, 1980 en
Moore y Kearsley, 1996:148). Deben jugar un importante papel en la
adaptación de los contenidos a las necesidades individuales, (Perraton, 1974
en Moore y Kearsley, 1996). Añaden estos autores que en algunos cursos al
inicio el tutor no tiene una vinculación muy determinada y su primer trabajo
es proporcionar consejos y ayuda. Sin embargo, dadas las dificultades que los
estudiantes a distancia a menudo encuentran, el rol del tutor se hace más
importante en estos programas que en cursos tradicionales.
Para estos autores, los tutores en educación a distancia tienen asignadas las
siguientes funciones, (Moore y Kearsley, 1996:148):
Discutir los contenidos del curso
Dar un feed-back de los progresos
Valorar trabajos y pruebas de los alumnos
Ayudar a los estudiantes a elaborar su propio plan de trabajo
Motivar a los estudiantes
Responder cuestiones administrativas
Supervisar proyectos
Llevar a cabo seminarios “cara a cara”
Conservar las notas, registros de los alumnos
Intervenir en nombre de los alumnos con la administración
Evaluar la efectividad del curso
Para nosotros los tutores han de ser vistos, entre otros, como aquellos a
quienes el estudiante con problemas de cualquier índole (para realizar la tarea,
para insertarse en el grupo, para relacionarse con el profesor, etc.) puede
consultar.
3. El tutor se ve obligado a realizar diferentes funciones, debe reunir ciertas
cualidades, etc., y para realizar con éxito su labor, debe tener una formación
específica, vamos a pasar sin más preámbulos a detallar cada uno de los
aspectos que hemos ido señalando.
Funciones del tutor: de entre las muchas y variadas funciones del tutor
vamos a incluir en esta lista las que a nuestro juicio tienen mayor relevancia:
- Apoyo, como decíamos anteriormente, el tutor debe servir de ayuda
para el alumno, en un sistema en el que el alumno trabaja en la
distancia y necesita saber que cuenta con la ayuda incondicional del
tutor.
- Acompañamiento, uno de los problemas más acusados de la
educación a distancia es el sentimiento de soledad que en muchas
ocasiones experimenta el alumno durante el desarrollo del curso,
pues bien, una de las funciones principales del tutor es la de evitar
en la medida de lo posible esta percepción. A través de diferentes
vías el tutor ha de demostrarle al alumno que no está solo.
- Guía, el tutor debe ser la personal encargada de indicar al alumno el
camino que debe seguir en caso de que él no sepa en determinado
momento por dónde continuar, debe servir de brújula, de tal forma
que evite la sensación de pérdida, que junto con el sentimiento de
soledad es también uno de los grandes problemas de este tipo de
formación.
- Diagnóstica y evalúa continuamente al alumno, uno de los
cometidos del tutor es el conocer bien a sus alumnos, para ello se ha
de valer de diferentes ténicas y estrategias de diagnóstico con el fin
de poder dar una respuesta personalizada y adaptada a las
necesidades particulares de cada estudiante.
- Orienta y corrige, además de guiar el tutor debe orientar al alumno
en la marcha del curso, en la realización de las tareas, debe estar
preparado para indicar lo que está bien, lo que está mal y qué debe
hacer para corregir su actuación.
- Implica a los alumnos en el curso, a través de acciones como el
mantener un contacto constante, animando siempre a los alumnos,...
El tutor debe de intentar que los alumnos participen activamente en
el curso, en todas las actividades que se vayan proponiendo y por
supuesto, que no lleguen nunca a querer abandonar.
- Mediador, entre alumnos, profesores, la administración y gestión
del curso, etc. Además, debe tratar de establecer un diálogo creativo
y de cooperación entre los alumnos, así como establecer y mantener
buen clima y comunicación con los compañeros y con el profesor.
4. - Dinamiza el proceso, el tutor debe de animar a los alumnos a que
participen en foros, chats, etc. del curso, para ello debe de él
también de proponer líneas de trabajo, de enviar mensajes cuando
los alumnos no se impliquen demasiado, de tal manera que agilice la
situación.
- Informa a los alumnos de cómo van progresando en el curso, de las
decisiones tomadas y en general, de todas sus curiosidades y
preocupaciones.
Perfil del tutor: una vez detalladas las funciones que, entre otras, pueden ser
desempeñadas por el tutor podemos entrever cuál debería ser el perfil y las
cualidades de este profesional,
- Disponibilidad de horarios, uno de las cualidades más importantes
que todo “tele-tutor”, debe tener, es el disponer de un horario
totalmente flexible que le permita estar siempre accesible a los
alumnos, para realizar el acompañamiento requerido por
los alumnos que son de perfiles tan diversos que es insospechable el
momento en que van a demandar este servicio.
- En relación con la anterior, se espera que el tutor sea capaz de
proporcionar un “feed-back” inmediato al alumno, y cuidando
siempre los términos que utiliza para referirse a los alumnos,
siempre apoyando y animando su trabajo.
- Saber ponerse en el lugar de los alumnos, adoptar su perspectiva,
para así comprender mejor su situación y prestarle la ayuda exacta
que necesitan, es decir, ser capaces de convertirse en investigadores
de la dinámica más adecuada a las demandas de los alumnos.
- Respetar la diversidad de alumnos, su ritmo y estilo de aprendizaje,
sus particulares mecanismos de resolución de tareas, etc.
- Saber negociar con el alumno, llegar a consensos sobre actividades
a realizar, fechas de entrega, etc. para conseguir guiarlo por el
camino más acertado.
- Ser buen dinamizador del estudio y trabajo de los alumnos, tanto el
que realizan de manera individual (autoestudio) como de manera
grupal (trabajo colaborativo), siendo a su vez capaz de promover
una responsabilidad compartida en este tipo de trabajos.
- Debe ser respetuoso con los alumnos, compartir sus alegrías,
preocupaciones, así como con las decisiones y acuerdos alcanzados
en el grupo.
5. - Debe tener un talante abierto y flexible, buen humor, de tal forma
que al dirigirse a los alumnos sea portador de “buenas vibraciones”
que ayuden a motivar al alumno para seguir adelante.
- Actitud de apertura y escucha ante los distintos problemas y
situaciones que los alumnos quieran presentarles y mostrar siempre
interés por ellos.
- Potenciar el trabajo en grupo y reflexivo por parte de los alumnos,
que fomente el trabajo colaborativo.
- Debe ser capaz de hacer efectiva la relación entre todos los
integrantes del curso, alumnos, profesores, tutores, etc.
Como podemos ver, la tarea del tutor no es nada fácil. En esta línea, Gibbs y
Durbridge (1976 en Moore y Kearsley, 1996), identifican las siguientes
características que deben tener los buenos tutores de la Open University de
Londres,
Excelente conocedor de la materia
Buenas destrezas como profesor
Buenas destrezas sociales y de comunicación
Buena organización, flexible, paciente
Capaz de motivar a los estudiantes
Comprometido con los estudiantes y el programa
Añaden también que el tutor debe conocer y ser competente en el uso
de los medios utilizados en el programa (escribiendo, vídeo, audio,
ordenadores, etc.
Por otra parte, en un documento dirigido y coordinado por Fundesco,
“Teleformación un paso más en el camino de la formación continua” (1998)
encontramos, que los atributos del tutor son una suma de sus características
pedagógicas y de sus capacidades como animador/facilitador de un colectivo
con el que habitualmente no se reúne físicamente. Entre los atributos más
dignos de resaltar se están, (p.51):
Confianza en los alumnos: el tutor necesita creer en la capacidad y
responsabilidad de los alumnos.
Dirección orientada a resultados: debe ser capaz de establecer puntos de
control y objetivos medibles y alcanzables por los alumnos.
Mentalidad abierta: toda sugerencia o reclamación que venga de los
alumnos es necesaria que sea debidamente atendida y debe dar
soluciones rápidas a las cuestiones planteadas.
6. Comunicación: es necesario crear un clima de total y franca
comunicación con los alumnos.
Algo con los que todos estamos de acuerdo es con que se debe proporcionar
una buena y continua formación al tutor durante su desarrollo profesional.
Formación del tutor: descritas las funciones y cualidades más importantes
que a nuestro entender el tutor debe realizar y cubrir, vamos a continuación a
hacer explícito el tipo de formación que debe poseer,
- Debe ser experto conocedor de la materia en la que está asesorando,
para que en momentos de dudas y consultas por parte de los
alumnos, sobre actividades y contenidos relacionados con el curso el
tutor sin problemas pueda resolver dichas cuestiones.
- Ha de tener experiencia humano-social, debe ser conocedor de las
cualidades humanas, del comportamiento de los sujetos
individualmente y en grupo, conocedor del tipo de relaciones que
suelen establecerse.
- Debe dominar una amplia gama de estrategias y ténicas de
dinámicas de grupos, de trabajo en equipo, para poder cumplir con
el objetivo de promover el trabajo colaborativo.
- Conocer ténicas de intervención y animación de grupos, para
agilizar la buena marcha de algunas actividades propuestas en el
curso, chat, foros,...
- Experto en dinámicas de procesos, estar familiarizado con la tónica
general del proceso puesto en marcha en este tipo de cursos, de tal
forma que sea capaz de planificar y anticipar problemas y
soluciones.
- Conocer y manejar estrategias organizativas, para trabajar con los
alumnos y profesores en tutorías, para comprender mejor la filosofía
del sistema, para orientarlos en la manera en que pueden agruparse
para trabajar, etc.
- Se han de conocer ténicas y métodos de evaluación, individual y
grupal, para ofrecer al alumno información acerca de sus progresos
en el curso.
- Conocer y manejar con facilidad el conjunto de nuevas tecnologías
aplicadas a la educación en general y en concreto, todas aquellas a
las que se recurre en el curso.
7. Estos pueden ser algunos de los tópicos en los que debe de formarse el tutor
de tutorías a distancia, pero una buena opción que no podemos olvidar como
señalan Moore y Kearsley es que el tutor debe estar en una permanente
formación, con vistas a mejorar día a día los servicios que puede ofrecer al
alumno.
Hecho el repaso a los aspectos que consideramos más importantes respecto a
la figura del tutor, vamos a señalar de qué maneras pueden llevarse a cabo las
tutorías dentro de los cursos a través de Internet.
LAS TUTORIAS VIRTUALES
El servicio de tutoría a través de la red puede efectuarse mediante las distintas
herramientas que las plataformas diseñadas para llevar a cabo acciones
formativas suelen incorporar, permitiéndonos además que estas puedan ser
sincrónicas o asincrónicas, tales como:
Asincrónicas:
- Correo electrónico, individual o grupal, éste suele ser el medio más
generalizado para realizar tutorías a través de Internet. Se han de
considerar aspectos importantes, del tipo de los que hemos venidos
señalando, para que dichas tutorías se realicen con éxito, contestar a
las dudas y cuestiones de los alumnos lo antes posible (en menos de
24h), redactar los correos con un estilo amigable (para que el
alumno no se sienta molesto y pueda con confianza acudir al tutor
siempre que lo estime oportuno), etc.
- Foro de discusión, tanto el tutor como los alumnos pueden mandar
mensajes al foro para realizar consultas, aclarar dudas, que bien van
dirigidas a cualquier persona en general del curso que lea el
mensaje, profesores, tutores, resto de los compañeros, etc., o se
puede especificar en el mensaje a quién/es va dirigida la pregunta o
consulta efectuada.
- FAQ, espacio donde se da una explicación detallada de las
preguntas más frecuentes realizadas por los alumnos. En el caso de
que la tutoría no requiera el servicio directo del tutor, en este
espacio los alumnos pueden obtener un servicio de tutoría general,
podríamos decir, en se daría respuesta a algunas de sus preguntas.
Sincrónicas:
- Chats, las charlas sincrónicas son el medio más eficaz y barato de
realizar tutorías a través de Internet. Alumno y tutor pueden
establecer horarios de tutorías en una “sala virtual” del curso,
8. destina a tal fin, y de manera simultanea intercambiar mensajes
(escritos o sonoros, según el equipo del que dispongamos) que
ayuden en la resolución de dudas, problemas, etc.
- Pantallas compartidas, como especies de pizarras, muy útiles para
hacer demostraciones, ejemplificar teorías, etc. con la posibilidad de
que simultáneamente tutor y alumno puedan escribir sus
aportaciones y discutir sobre temas que consideren de interés.
- Videoconferencias, si el equipo del que disponemos nos lo permite,
esta podría ser la manera más eficiente de realizar tutorías, puesto
que alumnos y tutor se podrían de estar viendo “cara a cara”,
evitando los problemas de la comunicación escrita, donde a veces
las palabras pueden jugarnos malas pasadas y llevarnos a mal
entendidos que no se pueden solucionar sobre la marcha, etc., el
único inconveniente, el coste de los equipos necesarios.
Además de las vías para realizar tutorías que hemos descrito, siempre nos
queda la opción, no podemos dejar de señalar, de recurrir a medios tradiciones
que se han venido usando en la educación a distancia como son el fax y el
teléfono, las guías de estudio, los encuentros cara a cara y en el mismo espacio
con los alumnos, los cuales pueden servir de complemento exitoso a formas
más sofisticadas como las anteriormente expuestas.
De tal forma que coincidimos con autores como Moore y Kearsley (1996),
quienes afirman que mientras los tutores interactúan normalmente con los
estudiantes vía escritura, también deberían usar el teléfono, o incluso
reuniones cara a cara. En general, aseguran estos autores, las tutorías en
cursos de educación a distancia deberían tener mucho parecido a las
efectuadas en cursos tradicionales.
Opinión de los alumnos acerca de las tutorías virtuales:
Algunas investigaciones realizadas, del tipo de las que vamos a presentar a
continuación, muestran algunos datos acerca de lo que piensan los alumnos de
los cursos a distancia en general y del servicio de tutorías en particular.
St. Pierre y Olsen (1991 en Moore y Kearsley, 1996) encuentran una serie de
factores que contribuyen a la satisfacción del estudiante en estos cursos:
- la oportunidad de poder aplicar los conocimientos
- la devolución puntual de los trabajos
- las conversaciones con el instructor
- la importancia de los contenidos del curso
- una buena guía de estudio
9. Otra evaluación, cuyas conclusiones aparen en el documento dirigido y
coordinado por Fundesco (1998:152) fue la realizada con el objetivo de
conocer el punto de vista de los usuarios del servicio Red Teledidáctica de
Telefónico en las provincias de Vizcaya y León, seleccionadas éstas al azar.
Los resultados que a más nos han llamado la atención muestran:
- Tutoría telemática: ha sido valorada de utilidad por la práctica
totalidad de los alumnos. Una parte significativa de ellos objetan, no
obstante, la falta de respuesta inmediata del correo electrónico y la
“frialdad” del medio (“es necesaria la presencia física del tutor en el
aula”)
- La labor de tutoría proactiva exige con frecuencia más tiempo de
dedicación al curso que la clase presencial (especialmente si el
número de alumnos es elevado)
- Existe todavía un rechazo apreciable en los alumnos a la
comunicación vía telemática. Les cuesta emplear el correo
electrónico y expresarse con soltura en los mensajes.
- El contacto personal es algo que se echa en falta (tanto por los
alumnos como por tutores).
- La labor activa del tutor es fundamental para el éxito de los cursos.
Como podemos ver, conclusiones que no dejar de reiterar la importancia del
contacto “cara a cara” y la importancia de la labor del tutor. Nosotros,
basándonos en nuestra experiencia, coincidimos con estos autores al estar de
acuerdo en que algo que los alumnos agradecen enormemente es la respuesta
inmediata a sus consultas, así como los mensajes interesándonos por su
trabajo y dándoles ánimo de que continúen en esa línea, así mismo valoran
positivamente la corrección y consecuente evaluación de las tareas que van
realizando...
Por lo que debemos tomar nota de estos hallazgos y seguir en esta línea si
queremos que nuestro trabajo sea valorado de gran calidad y las tutorías sean
vistas como el elemento dinamizador y de apoyo para alumnos que se
enfrentan a nuevos esquemas de formación.
CONCLUSIÓN
A modo de resumen podemos concluir diciendo que tanto el tutor como las
tutorías a través de Internet, son aspectos de vital importancia en acciones y
procesos formativos, por lo que no se deben de improvisar sino que han de
estar perfectamente planificadas y pensadas como cualquier elemento
integrante del curso, no puede dejarse a la improvisación, asimismo el tutor ha
10. de ser un profesional perfectamente cualificado y que sepa con claridad cuál
es su cometido y su papel dentro del curso.
La mayoría de los aspectos señalados en nuestro trabajo, coinciden con
cualquier acción tutorial que se efectúe en un acto formativo, pero no se deben
olvidar aspectos importantes a la hora de realizar una tutoría a distancia como
son, la necesaria prontitud en la contestación de los mensajes enviados por los
alumnos, el estilo amigable y de confianza en el que deben estar redactados
los mensajes, las labores de animador, dinamizador, motivador, ... que deben
cumplir los tutores. Por lo que a la no fácil tarea de tutorizar alumnos se
suman las dificultades de la distancia, incrementando el esfuerzo por realizar
una buena labor de acompañamiento durante el proceso de formación, así
como para crear un clima de equipo encaminado a eliminar la sensación de
aislamiento asociada a la no coincidencia espacio-tiempo.
En definitiva, por muy grande que sea la distancia que nos separe, nunca
podemos olvidarnos que estamos trabajando con personas y que nuestro
objetivo es que alcancen de una manera satisfactoria las metas del curso, y
para lograr este propósito cabe todo tipo de improvisaciones dentro de la
acción tutorial, puesto que en muchas ocasiones el éxito o fracaso del
estudiante depende de la calidad de este servicio, siendo por consiguiente
inestimable el valor de la formación que un buen tutor debe recibir.