1. DIDÁCTICA
PARA
ESJA
“El desafío de pensar la
inclusión-enseñanza-calidad
en las trayectorias escolares en
la Educación de Jóvenes y Adultos”
CLASE N° 3 - Segunda Parte
La problemática de la evaluación: diferentes enfoques.
Más allá de la acreditación. Criterios e instrumentos de evaluación
2. Evaluación… cuándo nace…
o Si pensamos en la configuración histórica de esta categoría, podemos decir que la evaluación nace
con los colegios alrededor del siglo XVII y que se ha hecho inseparable de la enseñanza de masas que
conocemos desde el siglo XIX, con la escolaridad obligatoria. En nuestro país podemos ubicar el origen
del sistema educativo precisamente en ese momento histórico.
o La evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje, es –según señala Liliana Sanjurjo (1998)- una
de las problemáticas que más polémicas, debates, discusiones y producciones despierta en el seno de
las instituciones educativas, pero también del sistema educativo y del sistema social y cultural teniendo
en cuenta el escenario complejo donde los docentes desarrollamos nuestra actividad.
o Desde las concepciones tecnocráticas que describíamos en relación al método, se entiende a la
evaluación como una problemática meramente técnica, es decir, que tendría que ver exclusivamente
con la posibilidad de construir instrumenos confiables para medir determinados productos de
aprendizaje. Lo cual cancela la posibilidad de conflictos y enfrentamientos. (Sanjurjo, L.; 1998: 25).
3. ¿Qué entendemos por EVALUACIÓN…?
Según Juan Manuel Álvarez
Méndez (2001), estos
términos comparten el campo
semántico pero se diferencian
en los recursos que utilizan,
los usos y los fines a los que
sirven.
¿Significa lo mismo…?
evaluar
examinar medir
calificar
corregir
clasificar certificar
4. oLa tradición que lleva a simplificar a la evaluación, a pensarla como
sumatoria de los “supuestos conocimientos adquiridos” en el
estudiante, deja de lado la complejidad que realmente significa.
oLiliana Sanjurjo (1998) nos dice: “entender a la educación como
práctica social, y a la evaluación como una de las principales
prácticas que se lleva a cabo en las instituciones educativas (…)
permite acercarnos a la comprensión de la misma desde sus
múltiples aspectos: la evaluación tiene connotaciones ideológicas,
sociales, psicológicas, pedagógicas y técnicas” (pág. 25).
5. Connotaciones ideológicas: Lejos de ser objetiva la evaluación remite a
concepciones histórico- sociales predominantes en un contexto social
determinado (creencia en capacidades innatas, en la selección natural, en la
supervivencia de los más aptos, etc.).
6. Connotaciones sociales: la evaluación
tiene que ver con el fracaso escolar,
éste con la deserción y ésta con la
marginalidad. La escuela tiene un
poder de acreditación tan fuerte que
los estudiantes que no han pasado
por ella no tienen un lugar social para
ocupar, ni siquiera dentro del aparato
productivo.
7. Connotaciones psicológicas: se ha demostrado lo importante que es para el
estudiante la imagen que los otros tienen de él. Si mediante la evaluación
etiquetamos y clasificamos (sobresalientes, no le da, etc.) seguramente
terminemos actuando como nos ven.
8. Connotaciones pedagógicas: la evaluación se convierte en un trámite burocrático para ser
acreditado y pasar de grado. Los estudiantes concurren a la escuela para obtener notas, en
lugar de concurrir para aprender. A sí mismo, se preparan las clases en función de los
exámenes.
9. o Técnicas: si logramos comprender todas las connotaciones antes
mencionadas, el problema técnico será de fácil abordaje. Es necesario
construir instrumentos idóneos que puedan dar cuenta de todo el
proceso de aprendizaje. Si tenemos entonces claro ¿qué evaluar?,
¿para qué?, ¿dentro de qué contexto?, resolver ¿cómo evaluar?
Será una tarea más sencilla. La evaluación no es un tema meramente
técnico.
o Estos aspectos de la evaluación nos permiten vislumbrar la
complejidad de una práctica habitual de nuestra tarea de enseñanza y
reflexionar sobre cómo condiciona muchas veces las relaciones con el
contenido y con los otros (sujetos).
10. o ¿Cómo podemos pensar a la evaluación en
la escuela de hoy?, ¿qué valor le otorgamos?
o ¿Cuál es el lugar que ocupan en ella los
alumnos?, ¿qué sienten cuando realizan un
examen?, ¿qué sentido tiene para ellos la
evaluación?
o ¿Cuáles son las huellas, las marcas que ha
dejado la evaluación en nuestras
experiencias escolares como estudiantes y
cuáles son las que generamos en los Otros
(nuestros estudiantes)?
Podríamos hacernos algunos interrogantes…
11. Los autores trabajados plantean a la evaluación entre dos lógicas:
una tradicional y la otra emergente/alternativa/formativa.
Algunos rasgos que perfilan esta última
son los siguientes:
o Que sea democrática.
o Que esté al servicio de sus
protagonistas.
o Que se de en un marco de
negociación.
o Que sea un ejercicio transparente.
o Que forme parte de un continuo, esto
es: que sea procesal e integrada.
o Que sea siempre formativa,
motivadora, orientadora.
o Que se preocupe de aplicar técnicas
de triangulación. La autoevaluación
entendida como la posibilidad de
revisar críticamente los propios
procesos realizados.
o Que se pueda así asumir y exigir la
responsabilidad de cada parte en la
misma.
o Que esté orientada a la comprensión
y al aprendizaje y no al examen.
o Que se centre en la forma en que el
alumno aprende sin descuidar la
calidad de lo que aprende.
12. o Si bien estos rasgos han sido tenidos en cuenta, muchas veces se
han sacralizado sin plantearse preguntas como por ejemplo ¿qué
negociar en la evaluación con el otro que aprende?, ¿cómo
poder garantizar la responsabilidad del otro acerca de la
evaluación?, ¿qué debemos tener en cuenta al momento de
evaluar?, ¿cómo hacer para que los alumnos sean parte de
este proceso evaluativo sin que se los piense reducidos a una
calificación?, entre otras.
o Las urgencias, dice Álvarez Méndez (2001), llevan con demasiada
frecuencia a preguntar cómo evaluar antes de averiguar o
reflexionar sobre el por qué y el para qué de la evaluación. Esto
guarda relación con el sentido que tiene o que damos al
conocimiento y la actitud que como docentes adoptemos ante el
mismo.
13. El conocimiento debe ser el referente teórico que da sentido
global al proceso de hacer una evaluación. La misma es una
herramienta que permite tomar diversos caminos, pero lo que
importa es brindarle sentido a la formación de los sujetos que
aprenden. Entonces, no todo lo que se enseña debe convertirse
inmediatamente en objeto de evaluación, y no todo lo que se
aprende es evaluable.
14. Los instumentos de evaluación deben ser: abiertos,
globalizadores, flexibles, dinámicos, confiables, coherentes.
15. o Phillipe Perrenoud (2010) propone avanzar sobre el planteo
clasificatorio, es por esto que la evaluación formativa lucha
contra el fracaso y las desigualdades educativas, apostando a
una estrategia pedagógica más democrática, siendo necesaria
una renovación de las propuestas de enseñanza.
o Teniendo presente que los funcionamientos didácticos y las
instituciones escolares son demasiado complejas, Perrenoud
pensó a la evaluación en el centro de un octógono, como
un punto de partida, identificando a su alrededor ocho
dimensiones relacionadas.
16. La evaluación en el centro de un octógono:
Las dimensiones son:
o Relaciones entre las familias y la escuela.
o Organización de las clases y posibilidades de individualización.
o Didáctica y métodos de enseñanza.
o Contrato didáctico, relación pedagógica y oficio de alumno.
o Concertación, control, política del establecimiento.
o Programas, objetivos, exigencias.
o Sistema de selección y orientación.
o Satisfacciones personales y profesiones.
17. o Perrenoud plantea que es necesario integrar el carácter
sistémico de las prácticas como estrategias de cambio, para
pensar en simultáneo a la evaluación, la didáctica, la
selección, la relación entre docentes y alumnos, los
programas de las materias, la organización de las clases y
las trayectorias escolares, ya que para todo esto no hay un
método preparado por anticipado.
o Entonces, para cambiar las prácticas en el sentido de una
evaluación más formativa y menos selectiva es posible que
tenga que cambiar la escuela, ya que la evaluación se
encuentra en el núcleo del sistema didáctico y del sistema de
enseñanza.
18. Si pensamos en una cierta evolución de las prácticas evaluativas, más
precisamente sobre la evaluación formativa, podemos decir que esta
última ayuda al alumno a aprender y al profesor a enseñar.
La evaluación, entonces, es una práctica social compleja, parte necesaria
de la enseñanza, donde entran en juego las diferentes subjetividades,
intencionalidades, contenidos y metodología. Además de incidir en los
aprendizajes, regula el trabajo, las actividades, las relaciones de autoridad
y la cooperación en el aula y, por otro lado, los vínculos entre la familia y la
escuela.
19. Ahora… • Leemos los textos
propuestos para la
segunda parte de la clase 3.
• Hacemos la actividad
consignada.
A trabajar!