1. SABER ESCUCHAR PARA QUE LA ORALIDAD RESPIRE…
MEMORIAS EN MOVIMIENTO/ CAPACIDAD Y PRESENCIA AL
DECIR-HACER, AL COTAR Y CONTARSE.
La creación delhombre
Hubo un dios que escapó a esa desagradable tentación divina de hacer al hombre, es
decir al otro, a su imagen y semejanza. Primero hizo la tierra y cuando la vio redonda,
hermosa y completa le sobraron restos, pedacitos, migajas, desechos…
En seguida hizo el tiempo, luego hizo los lagos, luego hizo los lagos, los ríos, los océanos
y nuevamente restos, pedacitos, migajas, desechos le sobraron, creó entonces los
Árboles y todos eso restos los botó al fondo de abismo, continuo su feliz tarea de creador:
hizo la distancia, hizo la noche, las estrellas, la luna, el dia, la nube, la montaña, el sol,
los vientos, y cada vez le sobraban restos y los tiraba en el abismo.
Y el hombre tenia ganas, muchas ganas de existir que decidió hacerse, crearse a si
mismo y si hizo alla en el abismo. Es por eso que en cada hombre hay un poco de tierra,
tiempo, rio, hay n poco de árbol, también es por eso que en cada mujer hay un poco de
distancia, noche, estrella, luna, día, nube, sol, montaña y viento.
¿Cómo pensar oralidad/es, historicidades y memorias, como acto de
proyecto-promesas?
¿de cuál oralidad estamos hablando?
“la voz es pensada a través de la palabra “hablada”, esta implica una derivación sencilla
nombrarla “como oralidad”, Pero, sin más se establece el sentido que implica a la voz, a
la palabra, al hablar, así, desde una rápida deinición, se establece que ésta es resultado
de una comunicación en donde esa voz resuena, porque supuestamente existe : “una
ausencia de escritura”. En la “expresión oral” el problema es mayor cuando intentamos
preguntarnos por el acto y la acción, pues: ¿a qué voz nos estamos refiriendo? Para
comunicarnos se necesita otro, que en el mismo sentido de acción, requiere escuchar,
pero en acto actitud, en sentido y momento, en espacio y tiempo, es un estar atento, es
estar a la escucha. el silencio es acto y sentido, en la escucha la voz y la palabra; pero
en qué circunstancias se construyen los referentes de las resistencias; ello signiica
destacar la capacidad airmativa, creativa y fundante de las resistencias. Entiendo que
ello posee derivaciones epistemológicas sustantivas ya que las resistencias adquieren,
para Certeau, una inteligibilidad propia.
2. Podremos establecer dos referentes que sustentan a las concepciones en torno a la
oralidad:
La primera es oralidad en cuanto a ausencia de escritura; la segunda es oralidad
considerada como un “simple y autentico tipo y medio de comunicación” su acción el en
presente .
Este trabajo intenta articular los puntos múltiples de un trayecto-trayectoria, y no por
simple estrategia enunciativa, sino por una necesidad Epistémica, requerimos de ciertos
recorridos, bordeando y atravesando fronteras que nos conduzcan a re-pensar los
procesos que sustenta nuestras opciones de conocimiento, en teoría social y en teoría
pedagógica, pues la oralidad implica un complejo proceso de resistencia y conocimiento,
de subversión y praxis, de re-conocimiento.
Hacer memoria…
El decir y el hacer de los sujetos se concreta en la identidad narrativa. En virtud de la
temporalidad el hombre está obligado a ser sujeto, una experiencia de comprensión:
Una narrativa identitaria; desde la hermenéutica, el sujeto es el autor de su vida en la
medida en que la narre viviéndola. el planteamiento es que la experiencia humana no es
meramente biológica sino red simbólica de lo que llama proyecto y en ello va
comprometida una inteligencia fronética, comprensión de la acción y comprensión del
relato.”La acción se encuentra siempre mediatizada simbólicamente”.
Esto funciona como contexto y también funciona la comprensión de la acción como relato.
Puede ser que la historia esté ahí con nosotros y la vivamos, pero aún no haya sido
narrada, la búsqueda de las palabras, del pasado, de ordenar y dar sentido a la vivencia,
es la búsqueda del narrador. El sujeto siempre implica una historia, o bien, la vida como
un relato está en busca de un/a narrador/a. Trama y sujeto: el sujeto de la trama, la trama
del sujeto.
3. Tramay sujeto: el sujeto de la trama,la trama del sujeto.
En la trama de un relato oral es posible acercarnos en esta construcción co-participante
entre quien habla y entre quien escucha, entre las preguntas y los episodios que se
acompañan, entre los tiempos en que se narra la historia, lo sucedido y el tiempo
presente que acontece, se produce una zona intermedia, un espacio de re-unión, de un
estar haciendo, en los constructos intersubjetivos, en los gestos y miradas recíprocas.
En esta zona de intercambio y posibilidad se establecen núcleos, nodos de los tejidos
del relato que en el encuentro con la historia propia y de otros abre puentes de
signiicados y sentidos.
La narración cumple una función articuladora, es la trama, más que el hecho aislado, es
el sentido y las acciones, son los puntos de encuentro que producen prescripciones a
través de los juegos de metáforas y fábulas; también genera imágenes y descripciones.
Este producente amplia nuestras perspectivas y horizontes en otras formas de acción
social. Toda narración de una historia, ubica la posicionalidad de los actores, es un
tablero imaginario de relaciones, sucesos, momentos, “personajes”.
De tal suerte que al conigurarse esta “zona de promesas” se acciona desde una
retroacción del recordis-recuerdo mismo historia. Recordis en esta triple posibilidad, tanto
del efecto retroactivo del recuerdo y la memoria que desde la paseidad se produce, como
segunda dimensión: en un proceso presente y actuante; pero, como tercera dimensión:
se generan elementos y procesos de anticipación, en donde la producción e
interpretación del acto de narrar se trastocan, Esto es un efecto del encuentro producente
de la memoria y del recuerdo ya que, el pasado puede ser deinido en el presente, por lo
que resulta más un tránsito, una relación en donde la memoria juega el papel de nexo,
vínculo, proceso, más que almacén para guardar los recuerdos (Ricoeur, 1999a). La
memoria concebida como acción social “no es, entonces, una restitución anacrónica del
pasado, sino que es una reconstrucción del presente realizada y actualizada a través del
lenguaje y de las prácticas sociales”.
Estas temporalidades permiten comprender la dinámica social, por una parte está la que
se establece como posibilidad: la contemporaneidad entre sujetos y pueblos; y la otra, la
que se construye bajo los referentes de las tradiciones, lo que conlleva a generar
diferencias en las experiencias de vida particular y colectiva.
“la cultura se trae inscrita en el cuerpo, se trae puesta, intelectual y orgánicamente
hablando, y se revela tanto en una capacidad corporal como en una disposiciónmental”.
El cuerpo humano es una categoría social, política e histórica, que se constituye como
espacio de interacción entre los saberes y los corpus de conocimiento de los pueblos
indígenas y aquellos que se sustentan en otros referentes.
4. La necesidad del relato biográico; hecho que se expresa en los sonidos de la voz, en los
cuerpos de la escucha y en la complejidad de lo dialéctico de las relaciones entre la
persistencia el sujeto. es deinida, en este caso por Ricoeur como la mismidad, en tanto
posibilidad de anclaje. Así, mismidad e ipseidad se coniguran en las tensiones del
andamiaje de la trama que componen, en muchos casos, la resolución del nudo mismo
de la narración, del horizonte-desenlace posible, imprimiéndole dinámica y forma al relato
mismo en su propia indeterminación, provocada por el potencial constitutivo del -alter-
de la alteridad. Identidades: mismidad e ipseidad: narración y sentido
Identidades:mismicidade ipseidad: narracióny sentido
Si se busca a través de las narrativas, en este caso orales, establecer un conocimiento
pensando en supuestas historias uniicadas, sin el ejercicio del re-conocimiento del
soporte de historicidad, adjetivándose y constituyéndose en denotaciones que
categorizan de forma rígida y binaria. De la condición de pertenencia emerge el discurso
y una fuerte analítica teórica sobre los procesos identitarios, pues estos se establecen a
través de redes que signiicantes,discursivas, que funcionan como marcos y estructuras
dinámicas produciendo representaciones y acciones colectivas que nos sitúan en el
espacio social de relaciones.
En consecuencia, el despliegue del concepto de identidad no puede adscribirse a una
concepción esencialista e inmanente, sino a una compleja comprensión histórico-política
de sus contornos y márgenes, pues: “El concepto de identidad no es esencialista, sino
estratégico y posicional (de manera directamente contraria a lo que parece ser su carrera
semántica preestablecida, este concepto de identidad no señala ese núcleo estable del
yo que, de principio a in, se desenvuelve sin cambios a través de todas las vicisitudes de
la historia”
Memoria como posibilidad de tránsito de la promesaal proyecto
El campo de discusión que subyace en las formas que adquiere este tránsito y dialéctica
entre forma de mismidad y la expansión de otras maneras de concebirse a sí mismo/a
en el trayecto de vida con otros/as, se establece en la alquimia de la memoria como
capacidad de narrar, narrase y narrarnos simultáneamente, en un yo expandido.
La memoria como capacidad y forma de relación y conciencia con y del movimiento
temporal constituye una manera de “hacer presente” como acto “lo que ya no es pero
existe” Al constituirse en un acto se hace práctica, en tanto ejercicio y acciónse establece
a través de distintas calidades e inscripciones (corporales, musicales, orales, sonoras,
gráicas, pictóricas).
5. En la acción del recuerdo se ejerce la proyección de la mismidad y del sí mismo, es decir
son acciones sobre sí mismo, al contar con el otro, al narrar y tejer los hilos del recuerdo
en el soporte de la memoria.
A esta accióny sus posibles formas de seguimiento y comprensión se apuntan las claves,
los indicios hermenéuticos del sí, en tanto alcances de las formas, de las zonas de
segundo orden.
Se encuentra también presente la idea de la dispersión total, de historia tan propia que
resulta una invención del sujeto, en donde la alteridad en tanto constructo histórico se
considera una propiedad irrepetible, sin posibilidad de esperanza colectiva, encapsulada
en una singularidad diferencial de la ficción.
En tanto la trama narrativa construye sentidos, puede ser el eslabón de paseidad entre:
la memoria y la promesa. La primera mira hacia el pasado; la segunda, hacia el futuro.
Los vínculos complejos, los procesos de subjetivación identitaria, se establecen entre la
condición de mismidad y el trayecto de relexión que ejerce la ipseidad.
Cuyas relaciones no son diáfanas, sino es a través de los silencios, de las voces, de las
temporalidades que se expresan de modo diferente. Ya que en la primera –memoria– su
horizonte es el pasado, la segunda: la promesa, cuyo horizonte es “lo no dado y lo posible
del futuro”, se establecen polaridades y exacerbaciones entre sí, en procesos
secundarios y sobrepuestos, imbricados, percibidos como “amenazas e imposibilidades
de trayecto e historia”.
Finalmente, y este rasgo no es el menor, una y otra deben lidiar con la amenaza de un
negativo constitutivo del tenor de sentido: el olvido, para la memoria; la traición, para la
promesa: la inidelidad, el no cumplimiento de ella, el desvío del camino y, la cúspide de
la promesa no cumplida: “la traición”.
Cuerpolugar de las vivencias:elhorizonte una necesidad de promesa.
Hacer del mundo el lugar de la vivencia, implica expandir el presente en el que el tiempo
se deshilacha pero también sus hebras recicladas constituyen la trama y la urdimbre de
los días, tejido que el sujeto retoma en el rediseño de su vida tanto individual y colectiva
como proyecto.
Un proceso de producción de la vida social que va de la realidad al sujeto y del sujeto a
la realidad, y en el que el sujeto nombra el mundo en el acto de nombrarse, constituye
así con otros su tiempo y su espacio, en tanto: “…somos seres encarnados, en un cuerpo
vivido antes que pensado”.
6. La capacidad organizada de vivir proyecta la función simbólica de darle sentido a lo
querido, esa manera de signiicar con la voluntad constituye el proyecto, ejercicio de la
conciencia intencional práctica.
En la función simbólica el giro del discurso hacia el movimiento, compromete al individuo
con una postura ética: vivir en consecuencia con lo que se dice, y que la palabra vale en
la medida que corresponde a una intención comprometida en las acciones.
Un proyecto es un querer realizable por el valor de la palabra implicado, la palabra
adquiere valor porque signiica y está avalada por la experiencia del cuerpo vivido.
Memorias en movimiento/ capacidad y presencia al decir-hacer, al
contar y contarse.
En el acto de recordar se ejercen y desarrollan capacidades al poder decir, al hacer al
recordar y recordarse, recordándonos, el poder contar y contarse a sí mismo,
reconociendo a otros, es decir en alteridad; por tanto el “sí mismo” como otro señalaría.
Se narra algo para contarse, pero se cuenta, para ser tomados/as “en cuenta”, para estar
en el acto y acción, para estar presentes en el presente. Así, la presencia, el recordar y
narrar en la búsqueda de sentido, construyendo la persistencia y la visibilización como
sujetos y “comunidades en movimiento”. Como necesidad humana y social hacemos
memoria, como acción que circula “entre el decir y el hacer” (Dosse, 2009), el contar
como forma de vida y de estar, pues se conigura desde el presente en la elaboración de
horizontes posibles, por tanto, al anidarse en las opciones de futuro: es una relación
cultural y política con el pasado.
En las formas de la acción se encuentran las capacidades que desarrollan el
pensamiento narrativo, del escucha y del hablante, en una capacidad de hacer y decir, a
través del contar, otras formas de contar-se esa historia, en la dialéctica en movimiento
y transformación. Por ejemplo, en la historia contada del inicio de nuestro primer epígrafe.
Este relato, rompe de forma central con la idea de la Creación Cristiana, frente a la
concepción de que: “… Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”
Así esta historia de la instauración del Hombre a “imagen y semejanza de Dios”, es
contado de otra manera, de forma magistral Buenaventura irrumpe como autor y narrador.
Rematando este autor con la idea de que: “No era un Dios triste y vencido. Primero hizo
la Tierra y cuando la vio redonda, hermosa y completa le sobraron restos, pedacitos,
migajas, desechos…”.
7. El poder de Buenaventura reside en hacer, decir, callar en su momento y, contar y
contarse esta historia de otra forma, y al contarla de otra, y de otra muy otra manera, se
transforman a su vez sus contornos de realidad y sentido. Buenaventura se convierte en
enunciador del acto creador del hombre, y en la auto-coniguración de sí; renuncia a su
posible papel de ser enunciado por otro, y reconoce las historicidades propias y de los
otros.
La voz… la escucha y… el silencio
Esos pequeños trozos de estrellas y luna, de día y de nubes, de montañas y de sol son
nuestras condiciones desde las cuales intentamos nombrar al mundo, creándolo, auto-
nombrándonos y ubicándonos en él; actos que establecen iguraciones y coniguraciones
creadas y recreadas desde las categorías construidas por un otro, apropiadas por
nosotros mismos, a partir de una pregunta constante: ¿quiénes somos?
Acción de pertenencia y posibilidad de auto-reconocimiento a través de los ejercicios de
ordenamiento de la realidad, cuestiones que nos vinculan con la deinición y exigencia de
conocimiento.