La enfermedad de Alzheimer fue identificada por primera vez en 1901 por Alois Alzheimer. Se caracteriza por el deterioro cognitivo progresivo y la formación anormal de placas amiloides y ovillos neurofibrilares en el cerebro. Los síntomas incluyen pérdida de memoria, cambios de personalidad y problemas con el lenguaje. Actualmente no existe una cura, pero el tratamiento puede aliviar los síntomas. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia entre los adultos mayores.
1. Universidad de Montemorelos Facultad de Psicología
Materia: Neuropsicología
Docente: Cindy Alvarez Romero
Actividad: Demencias
Alumna: Keylah Jerónimo Antonio
2. Alzheirmer
HISTORIA
Médicos griegos y romanos asociaron a la vejez con la demencia, pero no fue hasta
1901 cuando el neuropsiquiatra alemán Alois Alzheimer identificó el primer caso de lo
que se conoce hoy como enfermedad de Alzheimer, en una mujer de cincuenta años de
edad, a quien llamó «Auguste D». El investigador hizo seguimiento de su paciente
hasta su muerte en 1906, momento en que reportó el primer caso de la enfermedad
que lleva su nombre. Se trataba de una mujer con deterioro cognitivo, alucinaciones,
delirios y problemas en el habla, cuyo estudio cerebral post-mortem reveló la existencia
de atrofia y cambios en la estructura del mismo.
A inicios del siglo XX, el interés por las demencias disminuyó considerablemente. Se
consideraba que la enfermedad de Alzheimer era una forma rara de demencia presenil.
Incluso en una época tan cercana como los años cincuenta y sesenta, se creía que la
mayoría de las personas que desarrollaban un síndrome demencial después de los 65
años (la llamada “demencia senil”) sufrían de alguna forma de insuficiencia
cerebrovascular, la llamada “demencia arteriosclerótica”.
El diagnóstico de la enfermedad del Alzheimer se reservaba a personas de entre 45 y
65 años con demencia, lo que cambió a partir de 1977, en una conferencia sobre el
Alzheimer, donde se llegó a la conclusión de que el diagnóstico de la enfermedad del
Alzheimer era independiente de la edad.
Desde entonces, el interés por este grupo de enfermedades ha crecido
considerablemente, cuando antes apenas ocupaba una mínima parte de los tratados de
Psiquiatría y Neurología. Entre los factores que han contribuido a ello es el aumento de
la esperanza de vida en todo el mundo, incrementando el número de ancianos.
SINTOMATOLOGÍA
Muchas personas experimentan olvidos o retrasos leves de memoria, que son parte del
proceso normal de envejecimiento. Todos tenemos dificultad ocasional para recordar
una palabra o el nombre de alguien. Sin embargo, una persona con la enfermedad de
Alzheimer u otros tipos de demencia, encontrará estos síntomas cada vez más
frecuentes y graves.
Por ejemplo, cualquiera de nosotros podría olvidar donde colocamos nuestras llaves
del vehículo. Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede colocar las llaves en
un lugar inusual, como el refrigerador. O, él o ella no pueden recordar para que se usan
las llaves. Los primeros signos que indican Alzheimer pueden incluir:
Cambios en la personalidad
Deterioro en la capacidad de movimiento o al caminar
Dificultad para comunicarse
Bajo nivel de energía
Pérdida de memoria
Cambios de estado de ánimo
3. Problemas de atención y orientación
Incapacidad de resolver operaciones aritméticas sencillas
En general, puede ser el momento de solicitar una evaluación por un médico
cualificado para determinar si la pérdida de memoria u otro síntoma en usted o un ser
amado, esta:
Aumentando en frecuencia o gravedad
Interfiriendo con las actividades diarias (como tareas laborales o quehaceres del
hogar)
Causando una impresión en sus amigos y familiares
EVOLUCIÓN
Por lo general la enfermedad de Alzheimer avanza gradualmente, con una duración de
dos a 20 años, con un promedio de siete años en los Estados Unidos. Los científicos
ahora saben que la enfermedad de Alzheimer existe en el cuerpo de una persona
mucho antes de que aparezcan los síntomas. Los investigadores llaman a esto la fase
preclínica o pre-sintomática. Una vez que aparecen los síntomas, aumentan en
intensidad a medida que una persona con la enfermedad de Alzheimer va desde la
primera hasta las etapas finales de la enfermedad.
Las etapas dela enfermedad son:
Los científicos han identificado una condición entre la pérdida normal de memoria
relacionada con la edad y la demencia llamada deterioro cognitivo leve (DCL). Las
personas con DCL tienen problemas de memoria, pero son capaces de realizar
actividades rutinarias. El DCL a menudo conduce a la enfermedad de Alzheimer, pero
no todos los pacientes con DCL desarrollarán Alzheimer.
Los síntomas pueden incluir:
Problemas de memoria, que los demás perciben
Condiciones del estado de ánimo como depresión, ansiedad, irritabilidad o apatía
Bajo rendimiento en pruebas cognitivas
Leve (etapa 1)
Al principio de su afección, las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden:
Ser lentos en su habla y su comprensión
Experimentar cambios leves de pérdida de memoria y de su estado de ánimo
Tener dificultad para aprender cosas nuevas
Perder energía y espontaneidad, aunque los demás no lo puedan notar
Perder el hilo del pensamiento a mitad de frase
Todavía realizar actividades básicas en forma independiente, pero tal vez necesiten
ayuda con las tareas más complicadas
Moderada (etapa 2)
En esta etapa, la persona comienza a ser incapacitada por la enfermedad:
4. Las personas con Alzheimer pueden recordar el pasado distante y, a la vez tener
dificultad para recordar hechos recientes.
Tienen dificultad para reconocer la fecha, la hora y el lugar.
Pueden inventar nuevas palabras a medida que pierden su vocabulario viejo.
No pueden reconocer rostros familiares antes conocidos.
Grave (etapa 3)
En esta etapa final, los pacientes de Alzheimer:
Pierden la capacidad de masticar e tragar alimentos
Quedan postrados en cama y se vuelven vulnerables a la neumonía y otras
enfermedades
Se vuelven cada vez menos receptivos
Pierden el control corporal y necesitan atención constante
No reconocen a nadie
Eventualmente, un paciente de Alzheimer sucumbe a un estado de coma y a la muerte,
como resultado de la etapa final de la enfermedad de Alzheimer, o de una condición
médica que ocurre simultáneamente como la neumonía.
ETIOLOGÍA
Los científicos creen que, en la mayoría de las personas, la enfermedad de Alzheimer
se origina a partir de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo
de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo.
Menos del 1 por ciento de las veces, la enfermedad de Alzheimer es producto de
cambios genéticos específicos que virtualmente garantizan que la persona desarrollará
la enfermedad. Estos casos poco frecuentes suelen dar lugar a la aparición de la
enfermedad en la mediana edad.
Las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no se entienden por completo, pero
en su esencia son problemas con las proteínas cerebrales que no funcionan
normalmente, interrumpen el trabajo de las células cerebrales (neuronas) y
desencadenan una serie de eventos tóxicos. Las neuronas están dañadas, pierden
conexiones entre sí y, con el tiempo, mueren.
El daño comienza con mayor frecuencia en la región del cerebro que controla la
memoria, pero el proceso comienza años antes de que aparezcan los primeros
síntomas. La pérdida de neuronas se disemina en un patrón algo predecible a otras
regiones del cerebro. En la última etapa de la enfermedad, el cerebro se ha reducido
significativamente.
Los investigadores se centran en la incidencia de dos proteínas:
Placas. La beta-amiloide es un fragmento residual de una proteína más grande.
Cuando estos fragmentos se agrupan, parecen tener un efecto tóxico en las neuronas y
alterar la comunicación entre las células. Estos grupos forman depósitos más grandes
denominados placas amiloides, las cuales también incluyen otros desechos celulares.
Ovillos. Las proteínas tau tienen incidencia en el soporte interno y el sistema de
transporte de una neurona para llevar nutrientes y otros materiales esenciales. En la
5. enfermedad de Alzheimer, las proteínas tau cambian de forma y se organizan en
estructuras denominadas ovillos neurofibrilares. Los ovillos interrumpen el sistema de
transporte y son tóxicos para las células.
Bibliografía
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