COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
Terror y violencia en Colombia bajo Duque
1. Tiempo de terror: Centro Demogratico e Ivan Duque Marquez (como simulando
al estanciero Juan Manuel de Rosas)
“…Universo de reglas que de ninguna manera està destinado a suavizar, sino, por el contrario, a
satisfacer la violencia…La regla es el placer calculado del encarnizamiento, es la sangre prometida.
Permite reiniciar sin cesar el juego de la dominación…”(Foucault, “Nietzsche, la genealogía de la
historia”). Citado por Diana Luz Ceballos Gómez en “Hechicería, brujería e inquisición en el Nuevo Reino
de Granada. Ed. Universidad Nacional, Ciencias Humanas Medellín, segunda edición, diciembre 1995.
Tiempo que corre en velocidad, desparramando hechos. Siendo, nosotros, como sujetos
sometidos al enchalecamiiento en espíritu. Un gobierno oprobioso. Una figura parecida a “ Las
Tatmadaw” del Régimen Birmano. Hoy por hoy obra el “miedo ambiente”. Ante las
andanadas cada vez màs mortíferas por parte del poder que obra como dictadura civil y como
Estado Corporativo. Las verdades se tuercen o se incorporan al anecdotario de la historia oficial.
De la misma manera en que fueran incorporadas por parte de las tenebrosas dictaduras en
Argentina, Uruguay y Chile en la década de los setentas y comienzos de la década ochenta.
En este hoy de profundización de la violencia oficial, cada paso, cada palabra y cada acción son
una contribución a la exacerbación de la perversidad. Este Diego Molano trabaja
denodadamente por asimilar la doctrina del imbécil Iván Duque Márquez, de su partido Centro
Democrático y de su antecesor en el ministerio de defensa. Este sujeto, Diego Molano, a
proferido una expresión no conocida hasta ahora, Solo tendría su semejanza en las expresiones
del miserable Donald Trump cuando separara a los niños y niñas inmigrantes de sus familias:
“los y las menores de edad que estaban en el campamento de Gentil Duarte no eran otra cosa
que máquinas de guerra” (declaraciones en medios de comunicación los días 9 y 10 de marzo
de 2021). Doctrina que retrotrae las ordalías de la Europa Medieval.
Es una manera de tratar de minimizar lo denunciado por el periodista Hollman Morris (varios
medios de comunicación los días 8 y 9 de marzo de 2020) en términos del bombardeo por parte
del ejército en territorio (Calamar) del Departamento del Guaviare.
Tratan de construir un velo malicioso, ante la opinión pública, publicitando y
elevando a la categoría de héroe nacional a un policía muerto en un lance común y
corriente con algunos supuestos hampones.
Y como si fuera poco, en este mismo lapso de tiempo, presentan con tronante de orquesta
destemplada la vulgar decisión del coordinador de fiscales ante la Corte Suprema de Justicia
(Gabriel Jaimes, áulico de la Procuraduría General de la Nación, en la administración de
Alejandro Ordóñez Maldonado y grosero lameculo del fiscal General de la Nación Francisco
Barbosa); en términos de absolver al bandido Álvaro Uribe Vélez, por la vìa de un silogismo
jurídico (“algunos de los cargos no constituyen delito alguno y los que si lo son, no se le puede
endilgar el título de determinador”). Cuando es absolutamente claro que la tipificación de la
Corte Suprema de Justicia està plenamente soportada en lo que corresponde a los códigos
penal y de procedimiento. Y, además “los medios” en la voz cantante del periodista corifeo ***
(Noticiero Caracol Radio de la mañana sección “soy la voz”) en su emisión del martes 9 de
marzo de 2021 hizo una expresión perversa en contra de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP)
endilgándole que la elección de sus integrantes ha sido amañada. Y que sus decisiones jurídicas
están pegadas con argamasa. Y que han procedido (en mensaje subliminal miserable que
infiere la defensa de Álvaro Uribe Vélez. Determinador de los falsos positivos); arguyendo que
en Colombia no se da el mismo caso de Serbia y Yugoeslavia en términos del genocidio
promovido por Slobodan Milosevic en su condición de presidente de Serbia Herzegovina (1989-
1997) y de Yugoeslavia (1999-2000) y que fuera procesado y condenado por estos hechos por
el Tribunal de la Haya en 2002, Pero, este sujeto, ya nos tiene acostumbrados a ese tipo de
2. expresiones, aprovechándose de su condición de director del referido noticiero. En otra de las
emisiones (aproximadamente de mediados del mes de febrero de 2021, una vez conocidas las
cifras reveladas por la JEP en términos del número de víctimas de los falsos positivos;
entrevistó a José Miguel Vivanco, Director de Human Rigths Watch, durante menos de cinco
minutos y le cortó la palabra cuando estaba señalando (José Miguel Vivanco) que él y la
organización que dirige no ha conocido de un caso similar en el mundo (los falsos positivos)
como politica sistemática y de estado (durante los periodos gubernamentales de Álvaro Uribe
Vélez (2002-2006 y 2006-2010). Inmediatamente después (el tal ***) se comunica con Álvaro
Uribe Vélez y le permite hablar al respecto durante veinte minutos. Es de anotar que el tal
Álvaro Uribe Vélez se despachó contra José Miguel Vivanco, señalándolo como “amigo de las
FARC. Pero hay màs en emisión de cuatro días antes una periodista del mismo perfil e ideología
de su jefe en el mismo noticiero le dedicó una hora y quince minutos al sujeto determinador de
falsos positivos; para que descargara todo su odio en contra de las revelaciones de la JEP. Es
de anotar que el tal *** ya habìa dado muestra de su peculiar conocimiento e interpretación del
derecho penal, a comienzos de 2020, cuando el médico pistolero asesinó a tres personas con
pistola de alta gama con el argumento que “…me iban a robar”. El susodicho periodista-
abogaducho, inmediatamente tipifico la acción del médico pistolero como “acción en defensa
propia”. Claro que, aquí en esa expresión lo acompañaron la alcaldesa Claudia Nayibe López
Hernández y el asesor jurídico del noticiero Hernando Herrera y, después, por uno de los
tantos jueces venales que pululan en el poder judicial.
Tal parece que no recuerdan El caso de la niña indígena violada por siete soldados en el
corregimiento Santa Cecilia, municipio de Pueblo Rico, departamento de Risaralda del
Resguardo Indígena Gito Dokabu Embera Katio, nos sitúa en posición de entender la dinámica
de las vulneraciones a nuestras etnias. Ya, inclusive, en el desarrollo de la minga indígena en
2019 en el departamento del Cauca, se evidenció de manera plena la opción ideológica del
presidente Iván Duque Márquez y de su Partido Centro Democrático.
Y han pretendido hacer olvidar lo denunciado en junio de 2020: Además se conoció en junio 29
de 2020, a través de Ariel Ávila, investigador social y de dos periodistas del periódico El Poder;
que en el departamento del Guaviare; en el mes de septiembre de 2019. Concretamente desde
el día 8 al día 13, fue retenida una joven indígena de la Comunidad Mukak Makù. Fue abusada
sexualmente en condiciones inenarrables; por parte de militares adscritos a la Vigésima
Segunda Brigada de la Selva, adscrita a la Cuarta División del Ejército. Y han pretendido
soslayar los asesinatos masivos cometidos de “los policías héroes de la patria” el día aciago del
9 de septiembre de 2020. Y la muerte de veinte internos de la Cárcel La Modelo de Bogotá a
comienzos de 20020. Y la muerte de Dilan Cruz en 2019. Y la aberración en la URI de San
Mateo (municipio de Soacha, Cundinamarca) en donde fueron encerrados y quemados hasta
causarles la muerte a trece jóvenes que estaban retenidos ante la mirada complaciente de
policías “héroes de la patria”. O cuando “la bestia” Duque Márquez se disfrazara de policía
paea “respaldar a nuestros policías” el día 10 de septiembre 2020, en la misma Estación de
Policía de “Villa Luz” en donde fue torturado y asesinado el abogado Javier Ordóñez. Hoy por
hoy el policía asesino fue dejado en libertad “para que se defienda en libertad” O cuando
“otros policías “héroes de la patria” golpearon a un adulto mayor de ochenta años, porque no
llevaba puesto el tapabocas.
O la manera burda, infame e inhumana que ha prevalecido para avocar la situación de las
personas hacinadas en las URI. Cuando la alcaldesa distrital, Claudia López Hernández dirigiera
carta a la ministra de justicia Margarita Leonor Cabello Blanco, solicitando una acción
coordinada que permita un tratamiento digno; con opciones precisas y concretas para la
adopción de medidas adecuadas y de corresponsabilidad, según normas al respecto; la señora
ministra, al mejor estilo de la ideología malsana del presidente y su partido Centro Democrático;
arremete contra la señora alcaldesa”… que ni el ministerio ni el Inpec tienen porque resolver un
caso que …es de competencia de la alcaldía distrital…”. Y cuando el secretario de seguridad del
Distrito Capital, Hugo Acero Velásquez, informa que ya se ha adquirido una bodega a la cual se
le harían las adecuaciones pertinentes para descongestionar la URI; la Dirección de la Policía,
decide no asumir su obligación de brindar los respectivos servicios de vigilancia y seguridad,
como debiera ser su obligación.
3. Y, santo covid-19 y los templarios modernos, en puro vuelo aventajado. Ya son màs de cien
dirigentes sociales y comunitarios(as) y desmovilizados asesinados y asesinadas. Y santo covid-
19 conoce como Iván Duque Márquez sigue metiéndole la mano y todo el cuerpo a la campaña
liderada por Trump y los gobernantes tramposos del Grupo de Lima en contra del gobierno de
Nicolás Maduro Moros. Con auspicio de grupos de mercenarios liderados por Juan Guaidò y el
otrora asesor de imagen de Juan Manuel Santos y ahora garante del contrato con Silvercorp(
toda una empresa de mercenarios, con sede en Miami) para la incursión en Venezuela, Juan
José Rendón (Operación Gedeón) con centro de entrenamiento en el departamento de la
Guajira. Como cuando, por allá en 1989-1990, se vieran imágenes del adoctrinamiento politico
y el entrenamiento militar, a cargo del grupo de mercenarios liderados por el israelí Yair Klein a
grupos paramilitares colombianos en el Magdalena Medio.
En verdad sí que “los buenos vecinos y las buenas vecinas” a imagen y semejanza de la huella
doctrinaria de Álvaro Uribe Vélez y su grupo politico Centro Democrático (un verdadero antro de
la perversión política). Con el imbécil presidente Iván Duque Márquez. Dando palos de ciego.
Han convertido en embeleco ordinario el Covid-19. Desde ahí se està justificando cuanto
propósito perverso se les ocurre.
Pero, además de lo anterior, la cultura se ha ido erosionando cada vez màs. Por lo bajo. Resulta
que, ahora, vivimos el periodo asociado al Covid-19. Y se ha ensanchado el piso vidrioso que
soporta el quehacer cotidiano. Diría que se ha entronizado la era de la beatificación de todo
pensamiento y obra asociados a las rutinas universales y las caseras que se han ido exhibiendo
en el día a día. Algo asì como la extensión de esa visión macabra y bochornosa que he descrito
y que, además, incluye la cultura del “se busca” como en el oeste made in usa. Para todo
asesinato que se considera “de sentimiento nacional”, la policía el ejército, la fiscalía, etc.,
etc…etc. Inmediatamente le ponen precio, convocando a delatar….Valga decir, eso sí, que es
“el viejo truco” del poder judicial que no tiene bitácora propia. Y que, por lo mismo, es
irrespetado por quien quiera y se sienta con algo de respaldo por parte del antro en que
se ha convertido el quehacer gubernamental. Ni màs ni menos la cultura judicial que se la
monta a un ciudadano o ciudadana que, por ejemplo, se atreve a demandar acciones como la
del juego vicioso y fraudulento de los fondos privados de pensiones y cesantías….y,
el juez o la juez, extiende su manto protector. Con permisividad para que los
apoderados(as) de los Fondos manipulen todo tipo de pruebas. Pero, de otro lado,
dejan vencer términos en procesos de los considerados “gordos”….y procede la
preclusión infame. O casos de puro novelón barato como el de la fuga de Aida
Merlano y todo el tejido insano que ha girado alrededor. O el caso del pistolero que
matara en Bogotá D.C. a tres personas, argumentando que “…me iban a robar”
José Miguel Vivanco Inostrosa, director de Human Rigths Watch, denunció que estos casos no
son aislados y que se han constituido procedimientos constantes y sistemáticos.
En la teoría del poder instrumental, Ilse Schütz –Buenaventura (Dialéctica del Poder
Instrumental-Crítica de los fundamentos del autoritarismo y de la expansión violenta de la
sociedad occidental): (…) Una es la versión de la dialéctica hegeliana aplicada a la naturaleza en sì
misma, como en un todo vivo que guarda el equilibrio que la mantiene, hoy llamada ecología,
reconstruible por estadios evolutivos en el “concepto”, y muy otra la visión que se obtiene cuando lo
natural en general entra en relación con la instrumentación humana, que se alza por encima de su
entorno,para constituirseen primaria relación de enfrentamiento.Cuando se trata de establecer el nexo
práctico de la inteligencia con la naturaleza presenciamos el desarrollo no solo de una lógica de la
violencia,sino una lógica de la justificación de la misma. (…) (Ilse Schütz-Buenaventura “Dialéctica del
poder instrumental, ediciones América Libre, página 162.
Como subiendo la pendiente para decantar el ilusionismo de Sísifo, yendo que yendo vamos en
medio de la perfidia hecha doctrina. Pero de una manera tan bochornosa y tan envolvente, que
no atinamos a percibir, siquiera, algún insumo en vocería teórica, al menos, que pudiera dar la
talla para la discusión en los escenarios de vida pulcros, con algún viso de nervio intelectual
humanista. Es una universalización de la tropelía hecha cuerpo del día a día. Con sujetos y
sujetas que asumen lo suyo en la directriz exacerbada de la doctrina del Partido Centro
4. Democrático. Un Frente Burgués que ha pasado a ejercer como soporte de la gobernanza
impúdica. Transitamos hacia el Estado Corporativo.
No en vano, a veces, el espíritu puro del humanismo entra en postración. Por todo lo visto y
oído en este tiempo brutal. En donde lo cotidiano es observar y sufrir la violencia
desparramada. Hecha cuerpo en cada sujeto policía-militar corpóreo. Que va viene
pretendiendo horadar en cada acción lo màs vivo de la vida misma. Es decir de los que somos y
vamos viviendo y contando lo que es la existencia. En zozobra creada por la deleznable acción
de los agentes del extermino.
En toda constitución política se pretende la legalización del Estado como insumo básico y
fundamental en el proceso de implementación del poder. Siempre por vìa impropia. Si el
entendido de esto es las restricciones a la libertad y la coacción aplicada. Y. en suposición de
que es aceptada como eximio valor fundamental e indispensable para la instauración del
horizonte hablado y escrito. En instrumentación que sea refrendada cada que, por ejemplo en
crisis profundas, obligante a la refundación.
(…) Es asì como el lenguaje de Hegel, muy a tono con la atmósfera teológica de la tradición filosófica
alemana. Rodea siempre la caracterización del Estado, de un lado que, dirigiéndose a lo terreno, no puede
ocultar seguir utilizando la expresión mística de la religión (…) (Dialéctica del poder instrumental página
61).
Lo que sigue, entonces, no ha de ser otra cosa que la similitud respecto a la instrumentalización
ampliada y sistematizada. Es decir. En las secuencias en sumisión. En el entrever el horizonte
cono “la nitidez” propia de la gendarmería jurídica anclada en la noción del “ser en si” que
deambula como a puro palos de ciego. Por lo circundante. Bien que sea profundo y/o superfluo.
Entonces, el acervo. El acumulado. Y los contenidos constitucionales, generan envolventes
acopios que definen y redefinen iconos y costumbres políticas. En el entorno cultural propio de
lo que se denomina como procedente, por vìa propia. Es decir por lo que se supone subyace a
la democracia que desprende, por esto mismo, una o varias connotaciones. En uno u otro
tiempo. Por vìa de dilucidación de lo necesario, en el universal entendido de gobernabilidad.
Eso es lo que sucede con todo proceso de sumisión, inserción y desinserción. Es, en veces, lo
uno o lo otro. Casi como empalagosa certeza en la cual no procede la ambigüedad, en razón a
que ejercerìa como sinonimia de la dualidad que no pueda ser permitida.
Por cierto que, en todo escenario de limitación y delimitación. Es como si se pusiera al fuego lo
permitido en toda legitimación y/o deslegitimación. Es decir: no solo lo concerniente al
reconocimiento del otro o de los otros como sujetos de insurgencia aviesa (en términos de la
simbología de la democracia burguesa). Para instaurar el entorno dialogante. Sino que, por esa
vìa, se acceda a la localización de nuevos mojones para el equilibrio incluyente. No por lo que
esto suponga reconocimiento de la postulación del contrapoder que conlleve, por esto mismo, a
la compartición y, por lo tanto, a la pérdida de la hegemonía totalitaria.
Tendencialmente y de hecho, las fisuras pueden y son de insurgencia probable. Con mayor
razón, habida cuenta de lo contradictorio de todo el proceso en sí. Por lo mismo que
contrapone fuerzas del poder real instrumental. Y fuerzas que propugnan por el mantenimiento
del corpus básico represor del Estado como omnisciente sujeto pétreo, que debe entenderse
incólume, inamovible.
Viene desde tiempo atrás, en lo que relaciona decisiones soportadas en falacias
gubernamentales. Con la vocería enana del presidente. Ya, en escritos anteriores, he referido
su horizonte en términos de lo que es su formación política. Es como cuando uno da cuenta de
un ejercicio realizado por sujeto sin nervio ni pulso que pudieran asociarse a una impronta o
escuela válida. O, siquiera aproximada a la teoría clásica de economía política. Simplemente es
sujeto de posiciones que expresa, pero que no entiende. Es decir, lo suyo, no proviene de
ninguna construcción teórica y práctica que merezca algún respeto. El sujeto presidente, habla
5. y repite lo que le ordenan desde su partido politico Centro Democrático. Y éste, a su vez, no es
otra cosa que una sumatoria de sujetos y sujetas perniciosos(os). Adheridos (as) al afán de
protagonismo. En un ejercicio del poder que, simplemente, replica la teoría vesánica de su
orientador Álvaro Uribe Vélez.
(…) Cómo asombrarse que la conciencia, el monólogo de sus individuos, se asemeje a un
caleidoscopio iridiscente, a un flujo incesante y maquinal. El Ulises es esa fourmillante cité
baudelariana, equiparada por él a una multitud de sueños inconscientes, donde lo demencial se
personifica, según Henry Miller. Monólogo y ciudad son lo mismo, entonces, pues el laberinto es
su mejor expresión. El Ulises es ese laberinto, esa geometrizaciòn aparentemente caprichosa
donde el azar, necesidad, demencia, lucidez, sueño y vigilia se confunden. Si el monólogo
joyciano es mucho màs que un puro monólogo, y su Ulises una anti-novela, es porque en ella,
en él, todo es factible de ficción: hasta el mismo sujeto, hasta la propia novela. En ella todo es
triturado, asimilado, reacomodado a diversas velocidades; como en la ciudad, como en un
monólogo, como en la vida (…) (Téllez, Freddy “Palimpsestos Los Rostros de la Escritura”, Ed.
Universidad Nacional de Colombia, página 17).
Y es que, en eso de ir reinventando lo ya inventado. A propósito de justificar la comparecencia
a procesos repetidos que ejercen como trampas políticas para justificar esas reinvenciones. Es
como cuando se trata de ajustar tiempos y movimientos. En el universo mismo de logotipos que
ruedan por ahí. Ditirambos que enternecen a fuerza de utilizarlos de manera constante.
Multipropósitos sustentados en la necesidad que tiene un determinado sujeto individual y/o
colectivo; de ir condicionando, a cada paso, a la opinión pública: De tal manera que se
entiendan como hallazgos inmensos, en el contexto de los paradigmas creados. Como
envolturas de figuras que se traslapan. Ejerciendo como hipnosis colectiva. Como conjunción de
poderes que sedimentan los espíritus. Y que prolongan los hechizos solemnes.
[…] No se sabe bien por qué es que quiere gobernar. Una sola cosa ha podido averiguarse, y
es que està poseído de una furia que lo atormenta: quiere gobernar. Es un oso que ha roto las
rejas de su jaula, y desde que tenga en sus manos “su gobierno” pondrá en fuga a todo el
mundo. ¡Ay de aquel que caiga en sus manos¡. No lo largará hasta que expire bajo “su
gobierno”. Es una sanguijuela que no se desprende hasta que estè repleta de sangre […]
(Lamartine). Citado por Domingo Faustino Sarmiento en “Facundo” Edición Universidad
Autónoma de Méjico segunda edición 1972, página 216