Este documento proporciona orientaciones para ayudar a los niños con mutismo selectivo a aumentar sus interacciones comunicativas. Recomienda darle tiempo al niño para que se abra poco a poco, destacar sus puntos fuertes, y facilitar actividades físicas y sociales. También aconseja no presionar al niño a hablar, no hablar por él, y modelar conductas de interacción a través de grabaciones de audio y video.
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Aumentar las interacciones comunicativas en niños con mutismo selectivo
1. • Darle tiempo para que poco a poco se vaya abriendo, los
cambios requieren tiempo.
• Incidir en lo positivo, destacando sus puntos fuertes,
reforzando las tareas que el niño realiza adecuadamente y
utilizando con frecuencia el refuerzo social.
• Buscar actividades físicas de carácter lúdico que permitan
descargar las tensiones que experimentan los niños
durante la jornada escolar.
• No realizar comentarios relacionados con su habla ni
justificar ante otras personas.
• No hablar por él/ella ni permitas que otro familiar lo haga,
pues es necesario que tome sus propias decisiones para
no crear un estado de dependencia.
• Facilitar al máximo la interacción con sus compañeros,
vecinos y amigos de su edad (actividades extraescolares,
salidas, parques, fiestas, espectáculos).
• Automodelado mediante grabaciones de audio y/o video.
La técnica consiste en la grabación o filmación del sujeto al
que el niño no habla (por ejemplo la maestra) realizando
preguntas que el niño debe responder de igual manera (a
través de la grabación o del vídeo).
• No mostrar preocupación por su comportamiento.
Luisa Jiménez de la Blanca
Capilla Eva Muela Martínez
ORIENTACIONES A LA
FAMILIA: MUTISMO
AUMENTAR LAS
INTERACCIONES
COMUNICATIVAS EN EL
MEDIO SOCIAL
ETPOEP-EOEE
Equipo de Atención Temprana, Jaén. 1
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2. ¿Qué es el mutismo selectivo?
1. Es un trastorno que se caracteriza por la inhibición
persistente del habla del niño en situaciones sociales o
entornos específicos: el niño o la niña no habla, por ejemplo,
en el colegio, aunque sí puede hacerlo en otros lugares.
2. Sin embargo, su capacidad de comunicación y habla es
adecuada. No es un problema de lenguaje, sino más bien un
problema de ansiedad.
3. En el mutismo selectivo la inhibición para hablar tiene como
consecuencia que el niño o la niña, no puede funcionar con
normalidad en los ambientes en los que tiene lugar: no
responde en la escuela, no se relaciona con sus compañeros
ni sus profesores.
4. La diferencia con la timidez está en que el mutismo selectivo
impide un funcionamiento normalizado en las situaciones en
las que aparece.
5. Normalmente, muchas de las familias de niños y niñas con
mutismo selectivo, no son conscientes del problema y
piensan que es por una excesiva timidez. Pero, el problema
debe de ser solucionado con la mayor brevedad posible, sin
mostrar una excesiva preocupación, debido a que se podría
agravar este trastorno.
Pautas para las familias
• Eludir a forzarle hablar en situaciones de ansiedad.
• Reforzar positivamente las interacciones que mantenga el
niño o la niña con sus iguales.
• Eliminar comentarios que hagan referencia a su
problema, así como evitar comparaciones con
hermanos/as u otro niños/as.
• Planificar situaciones que faciliten la comunicación
verbal (hacer recados, ir a cumpleaños o fiestas…).
• Enseñar al niño o la niña conductas de interacción con
los demás, como saludar o despedirse.
• Jugar con el niño o la niña y otros niños a juegos que
propicien la producción verbal, como el “¿quién es
quién?” o juegos de cartas, juegos de mímica, juegos
de niños en establecimientos como el “Tíger”… juegos
donde se irá subiendo la dificultad para que el pequeño
sienta la necesidad de hablar.
• Mantener una buena comunicación con el centro
educativo para trabajar en la misma línea.
• Facilitar la interacción con sus compañeros o amigos, ya
sea en el parque o en fiestas.
• Para ampliar las interacciones personales nuevas (con
quienes no habla), siempre en un ambiente lúdico con
juegos sin forzar situaciones y con solo una persona de
ese grupo con la que no hable, el resto sí. Hacerlo de
forma reiterada con ese grupo y esas dinámicas. Hasta
que no esté controlado totalmente y se relacione
manteniendo conversaciones ya sea mediante juegos u
otras formas, no introducir a más. Dichas interacciones
comenzarán en el hogar.
• Evitar la sobreprotección.
• No mostrar preocupación por su comportamiento.
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