El documento describe tres tipos de reforzadores para modificar la conducta de los niños: reforzadores sociales como halagos y muestras de afecto, reforzadores materiales como dinero y golosinas, y reforzadores de actividades como ir al parque o al cine. Los reforzadores sociales son los más utilizados porque ayudan a los niños a entender qué comportamientos son aceptables a través de una retroalimentación simple y positiva.