ACTIVIDAD 7. DCI y sinonimia de los medicamentos esenciales.pptx
Paz Interior
1. PAZ INTERIOR Despertar Espiritual
¡Solo quiero estar en paz! Ésta es una frase que muchos de nosotros hemos repetido más
de una vez, pero, ¿Qué significa estar en paz?
La paz interior es un estado de calma, armonía y tranquilidad que encuentra el ser humano
como resultado de ver la vida como un proceso de evolución, en el cual tenemos activa
responsabilidad y participación. Cuando tenemos el discernimiento para distinguir las cosas
que podemos modificar de las que no está a nuestro alcance cambiar y logramos cultivar la
aceptación y el desapego, comenzamos a transitar el camino de la armonía interior.
Vayamos analizando esto por partes. Un punto importante a destacar es que alcanzar este
estado no depende en ningún caso de factores externos. Podemos encontrarnos en una
situación extremadamente activa y complicada, y a la vez, estar en paz con nosotros
mismos. Por más difícil que resulte creerlo, es solo una cuestión de aceptación y
perspectiva. La paz interior depende en gran medida de la manera en que vemos el mundo
y en la relación que tengamos con nosotros mismos.
Ver la vida como un proceso de evolución permanente hace que nos liberemos de
emociones negativas como el fracaso, o la frustración. Desde este punto de vista, todo lo
que nos ocurre es parte del aprendizaje y del proceso de evolución, y cada vez que
sentimos que nos equivocamos, o que podríamos haberlo hecho mejor, es una lección
aprendida, una experiencia de vida que nos enriquece. A lo mejor, la diferencia es sutil pero
es importante ya que al ver nuestra vida como un proceso de evolución y aprendizaje
constante no nos cargamos de culpas inútiles, de sensación de fracaso y no seguimos
agregando gotitas al vaso de la baja autoestima.
Otro punto importante a destacar en esta materia, es el del tan nombrado ego o auto
imagen. El ego es un falso sentido del yo creado con nuestros gustos, historias, recuerdos,
emociones y sentimientos. Todos estos aspectos son pertenecientes al terreno mental, al
conocimiento de nosotros mismos mediante los sentidos. No significa esto, que todo lo
antes mencionado sea descartable, solo significa, que estamos omitiendo gran parte de lo
que somos, e identificándonos con una pequeña parte de nosotros mismos. El ego para
alimentarse, necesita de las opiniones de los demás, de la visión del entorno, y este es el
peor enemigo de la paz interior. Porque para estar en paz, el foco de nuestra atención tiene
que estar puesta en nuestro interior.
Si mi valoración como ser humano está basada en lo que creo que soy, en el trabajo que
tengo, en la pareja que tengo o que no tengo, en la posición social a la cual pertenezco, o
en el lugar en donde vivo, estoy bastante lejos de conquistar la paz interior, porque las
cosas de las cuales depende mi estabilidad emocional no son cosas que yo pueda manejar
enteramente. Todos estos aspectos, dependen de la manera en que me observa el entorno,
y para estar en paz es necesario no relegar mi valoración como ser humano a nadie más que
no sea yo mismo.
Hay un momento en la vida en que uno se da cuenta que lleva una vida armónica, que está
en paz consigo mismo y esto ocurre cuando los problemas externos no afectan nuestra
autoestima, la alegría o felicidad que tenemos en nuestras vidas. Cuando al encontrarnos
con algún incidente, hacemos los planes necesarios para solucionarlo pero este, no
modifica mi estabilidad emocional. Si cometí un error, pido disculpas y me hago cargo de las
consecuencias pero no me castigo con toneladas de culpa y auto flagelaciones.
También decimos que la vida es un proceso de evolución en el cual tenemos
responsabilidad y participación, porque la vida la hacemos todos los días. Es un devenir
constante, en el cual nuestras decisiones, nuestra manera de pensar y actuar construyen
nuestro presente y nuestro futuro. Los responsables de que tengamos una vida pacífica
somos nada más que nosotros, por más agitada que se presente nuestra existencia. Todo el
tiempo estamos eligiendo, cuando se presenta algún evento particular en nuestra vida,
somos nosotros los que elegimos como reaccionar. ¿Alimento mi neurosis llenándome de
odio, culpas y ansiedades o veo cuales son las posibilidades de acción, tomo una decisión y
sigo con mi vida? Depende de cómo reaccionemos el grado de paz que vamos a
2. PAZ INTERIOR Despertar Espiritual
experimentar, y esto es una cuestión de todos los días. Conquistar la paz interior, no
significa plantar un árbol y no volver nunca más. Es preciso cuidarlo y regarlo todos los días.
En cuanto al concepto de aceptación y desapego es importante aclarar que cuando
hablamos de aceptación, lo que estamos diciendo no es que no vamos a hacer nada para
modificar las cosas que nos molestan o nos hacen sufrir porque “por algo será”, sino, saber
reconocer cuales de los sucesos que ocurren en nuestra vida son factibles de ser
modificados y cuales simplemente están fuera de nuestro dominio de acción. En los casos
en dónde no tengamos posibilidad alguna de modificarlos, simplemente, nos queda aceptar
las cosas como son y no hacer depender nuestra autoestima de factores externos.
Otro tema polémico es el desapego. Desapego no significa no tener deseos así como
tampoco significa que para estar en paz, o ser una persona espiritual tengamos que
despojarme de todos nuestros gustos y placeres terrenales. No es así, simplemente
significa, disfrutarlos, pero no depender emocionalmente de ellos o lo que es peor, no
hacer depender nuestra autoestima de ellos.
Para resumir, podríamos decir que las bases en las que se cimenta la paz interior son las
siguientes:
Autoestima equilibrada
Visión evolutiva de la vida
Consciencia de la impermanencia
Aceptación y desapego
La paz interior y la felicidad deben ser cosas que todos los seres humanos deseamos y una
de las cosas que más trabajo nos cuesta conseguir. Para colaborar con el proceso de
aprendizaje y asimilación de las cualidades necesarias para lograrlo, nos gustaría dejar
algunos consejos para su puesta en práctica. Ya sea para conquistar la paz interior, o
cualquier otra cualidad que deseemos cultivar.
Elegir un autor de nuestra confianza que trate el tema objetivo de estudio.
Seleccionar un libro.
Leerlo, analizando y subrayando cada párrafo. Anotar las ideas principales al
margen.
A medida que voy leyendo meditar sobre los puntos que llaman nuestra atención.
Tomarnos el tiempo necesario para internalizar cada punto. Reflexionar sobre la
sensatez de lo que estamos leyendo.
Auto observación constante.
Modificación de los patrones de conducta necesarios para conquistar el objetivo.
Para los que se sientes más cómodos con el aspecto devocional del aprendizaje espiritual,
pueden hacer prácticas de yoga o meditación. Si son devotos de alguna religión, participar
en los rituales de la misma puede proporcionar un momento de conexión interior, calma y
armonía.
Lo más importante es tomar consciencia que el aprendizaje es un camino que no termina
nunca y que por lo tanto lo mejor que podemos hacer es disfrutarlo. ¡Buen viaje!