El documento describe la anatomía y fisiología del cerebro y su irrigación sanguínea. Explica que el cerebro está protegido dentro del cráneo por el fluido cefalorraquídeo. Un golpe en la cabeza puede causar daño cerebral inmediato o retrasado debido a edema o hemorragia. El casco protege absorbiendo el impacto y reduciendo la aceleración del cerebro. El flujo sanguíneo cerebral depende de factores como la demanda metabólica y la presión arterial, autorregulándose para mantener la
1. FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE MEDICINA
CATEDRA ANATOMIA III
DOCTOR. GUILLERMO GUALPA
ESTUDIANTE: Jahaira Lema
FECHA: 24/06/2020
NEUROANATOMIA CLINICA SNELL 7MA Ed. REVISADA
CAPITULO 1, PAGINA 28 CASO N.- 10
RESOLVER EL CASO,
Mientras exploraba a un varón inconsciente de 18 años ingresado en la sala de
urgencias después de un accidente de motocicleta, el neurocirujano preguntó al
estudiante de medicina asistente qué sucede en el encéfalo en un accidente en el que
súbitamente se produce una desaceleración en el interior del cráneo. ¿De qué sirve
llevar casco?
El cerebro, encerrado dentro del marco óseo del cráneo, es un material gelatinoso que
flota dentro de un mar de fluido cerebroespinal. Este fluido sostiene al cerebro y actúa
como amortiguador de golpes en los movimientos rápidos de la cabeza. La superficie
externa del cráneo es lisa, pero la interna tiene irregularidades que pueden causar daños
graves en las lesiones de cabeza cerrada, ya que el cerebro rebota dentro del cráneo sobre
las estructuras óseas rugosas. Cuando la lesión es el resultado de un traumatismo, el daño
cerebral se puede producir en el momento del impacto o se puede desarrollar
posteriormente debido a la inflamación (edema cerebral) y el sangrado dentro del cerebro
(hemorragia intracerebral) o el sangrado alrededor del cerebro (hemorragia epidural o
subdural). (Pérez, Álvarez & Cabrera, 2011)
Cuando la cabeza se golpea con suficiente fuerza, el cerebro gira y se retuerce sobre su
eje (el tallo encefálico), interrumpiendo las vías nerviosas normales y provocando la
pérdida de la conciencia. Si esta inconsciencia persiste por un tiempo prolongado, se
considera que la persona está en coma, condición causada por la interrupción de las fibras
nerviosas que van desde el tallo encefálico hasta la corteza cerebral.
2. De modo que un golpe en la cabeza o una desaceleraciónsúbita lleva a un desplazamiento
del mismo. Se puede producir así un daño cerebral importante; el estiramiento o la
distorsión del tallo cerebral, avulsión de nervios craneales y comúnmente, rotura de las
venas cerebrales ancladas. El casco ayuda a proteger el encéfalo porque absorbe gran
parte del golpe, reduce la aceleración y el movimiento de cerebro y cráneo. es por ello
que todas las personas deberían tener la protección adecuada y evitar daños cerebrales
que incluso puede llevar a la muerte.
El cráneo, tras el cierre de las suturas y las fontanelas, se convierte en una estructura
inextensible y, por tanto, mantiene un volumen constante independientemente de su
contenido. En condiciones normales, este contenido se puede dividir en 3 compartimentos
(teoría de Monro-Kellie): parénquima cerebral (80%), líquido cefalorraquídeo (LCR)
(10%) y sangre (10%). Cuando aumenta el volumen de alguno de los 3 componentes,
aumenta también la presión que ejerce dicho compartimento sobre los otros 2. (García,
Pérez & Gutiérrez, 2017)
Flujo sanguíneo cerebral entre el 15 y el 25% del gasto cardíaco está dirigido al cerebro,
con un flujo sanguíneo cerebral (FSC) de 40-50ml/100g de tejido cerebral/min. El FSC
está determinado por el consumo metabólico de oxígeno cerebral (CMRO2), vía
autorregulación mediante la resistencia vascular cerebral (RVC), y por la PPC, que es la
diferencia entre la PAM y la PIC.
La autorregulación cerebral se basa en la modificación de la RVC (vasodilatación o
vasoconstricción) con el fin de mantener un FSC acorde a las necesidades metabólicas
cerebrales de O2 de cada momento. Está determinada en gran parte por la presión parcial
arterial de dióxido de carbono (PaCO2), por la PAM y, en menor medida, por la presión
parcial arterial de oxígeno, la adenosina, el pH, etc. Así, cuando la PaCO2 cerebral es alta
(mayor trabajo metabólico), la RVC cae (vasodilatación), aumentando el FSC y la entrega
cerebral de oxígeno (CDO2). Lo contrario ocurre cuando la PaCO2 disminuye (menor
trabajo metabólico; vasoconstricción). (García, Pérez & Gutiérrez, 2017)
Presión de perfusión cerebral PPC se define como la presión necesaria para perfundir el
tejido nervioso para un buen funcionamiento metabólico. Una PPC menor de 50mmHg
implica una disminución severa del FSC, con el riesgo de isquemia cerebral. Por contra,
3. valores sobre 60-70mmHg han sido determinados como seguros en adultos (en niños aún
no ha sido bien establecido, si bien se sabe que los cerebros inmaduros como los de los
recién nacidos toleran mejor cifras de PPC más bajas).
El encéfalo se encuentra ubicados dentro de un estuche óseo rígido e inextensible,
constituido por el cráneo. En condiciones normales existe una comunicación entre estos
dos compartimentos, que permite un paso bidireccional del líquido cefalorraquídeo
(LCR) entre ambos, por lo que podríamos definir la presión intracraneal (PIC) como la
presión que existe dentro de este espacio cráneo espinal. (Pozo, Mena & Riveiro, 2005)
La PIC se expresa en la mayoría de artículos en milímetros de mercurio (mm Hg). Las
equivalencias entre unidades indican que 1 mm Hg equivale a 13,6 mm H2O y 1 kPa a
7,5 mm Hg. En el adulto sano, y en una posición de decúbito supino o en decúbito lateral,
la PIC media normal deber ser inferior a 12 mm Hg. En los niños menores de cinco años,
este valor normal se reduce a 10 mm Hg, para pasar a ser de 5 mm Hg por debajo de los
dos años de edad. La PIC presenta elevaciones moderadas durante el sueño,
especialmente en las fases Ri (movimientos rápidos de los ojos), y aumenta también de
forma puntual durante las maniobras de Valsalva. La hipertensión intracraneal (valores
de PIC por encima de 20 mm Hg) constituye una de las principales causas de muerte y
discapacidad en los individuos con procesos neurológicos agudos, como los traumatismos
craneoencefálicos, por lo que en el momento actual los protocolos terapéuticos en estos
y otros pacientes neurocríticos se dirigen fundamentalmente a mantener valores de PIC
inferiores a 20 mm Hg. (Pozo, Mena & Riveiro, 2005)
Se puede agregar un volumen limitado de tejido, sangre, líquido cefalorraquídeo o edema
adicionales al contenido intracraneal sin que se incremente la presión intracraneal (PIC)
es <10 mmHg. El deterioro clínico o la muerte pueden aparecer después de aumentos de
la PIC que desvíen el contenido intracraneal, distorsionen los centros vitales en el tronco
encefálico o alteren la perfusión cerebral. La presión de perfusión cerebral (PPI), definida
como la presión arterial media (PAM 95mmHg) menos la PIC, es la fuerza que impulsa
la circulación en los lechos capilares del cerebro. En general, la PIC debe mantenerse <20
mmHg y la PPC debe conservarse en ≥60 mmHg. (Sánchez & Rodríguez, 2016)
El cerebro, tiene un patrón único de circulación sanguínea que está abastecido
directamente por sangre de la aorta, formando un intrincado sistema de arterias (Polígono
4. de Willis) que perfunden todo el tejido cerebral, llevando cerca del 15% del total de la
fracción de eyección cardíaca hacia el cerebro. (Sánchez & Rodríguez, 2016)
El tejido cerebral representa menos del 2% del total del peso corporal (1.3 – 1.5 kg), sin
embargo, consume cerca del 20% del oxígeno disponible en el cuerpo El cerebro, al ser
el órgano que controla todas las funciones corporales debe tener un sistema de regulación
muy riguroso, abasteciéndose de oxígeno continuamente en respuesta a la demanda local
inducida por la actividad metabólica, previniendo de esta forma la hipoxia neuronal
inclusive durante situaciones de hipovolemia. La elevada demanda metabólica del
cerebro en condiciones normales requiere un flujo de sangre de alrededor de 45-50 ml
100g-1 min-1 en un rango que va desde 20ml 100g-1 min-1 en la sustancia blanca hasta
70 ml 100g-1 en la sustancia gris. En circunstancias normales, cuando el flujo sanguíneo
cerebral desciende a niveles menores de 18-20 ml 100g-1 min-1, la función eléctrica de
las células nerviosas comienza a fallar, despertando los mecanismos intrínsecos de
incremento en el flujo sanguíneo cerebral que se encuentra mediado por una
vasodilatación reactiva altamente eficaz. (Ortiz & Banderas, 2018)
CONCLUSIÓN
El flujo sanguíneo cerebral es altamente dependiente de factores tanto internos como
externos. Mantener una oxigenación cerebral adecuada es fundamental para garantizar el
correcto funcionamiento del cerebro y mantener la homeostasis neuronal. La oxigenación
cerebral altamente dependiente de factores como la hipoxia, el metabolismo cerebral, el
flujo sanguíneo cerebral y el uso de anestésicos, dificulta generalizar cuáles son los
valores definitivos de perfusión tisular neuronal.
Por otro lado, existen varias formas de evidenciar si la perfusión cerebral es adecuada,
teniendo a nuestra disposición métodos directos e indirectos para medir la presión parcial
de oxígeno cerebral así como el consumo propio de oxígeno.
La gran mayoría de los estudios revisados demuestran que el flujo sanguíneo cerebral,
altamente dependiente de la demanda metabólica del cerebro es en promedio 45-50
ml/100g-1/ min-1 con un rango que va desde 20ml/100g-1/min-1en la sustancia blanca
hasta 70 ml 100g-1 en la sustancia gris. Este flujo sanguíneo cerebral causa que la presión
parcial de oxígeno cerebral (PtO2) tenga un rango entre 20 a 30 mmHg en condiciones
normales. (Ortiz & Banderas, 2018)
5. BIBLIOGRAFÍA:
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Neurológica.