1. PARTICIPANTE:
MARIA E. PANZARELLI R
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS UNIVERSIDADES
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
VALLE DE LA PASCUA, ESTADO GUÁRICO.
Septiembre 2.017
2. La Salud Mental:
Se define como un estado de bienestar en el
cual el individuo es consciente de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales
de la vida, puede trabajar de forma productiva y
fructífera y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad.
La dimensión positiva de la salud mental se
destaca en la definición de salud que figura
en la Constitución de la OMS: «La salud es
un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia
de afecciones o enfermedades».
Es, en términos generales, el estado de equilibrio entre
una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su
participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar
un bienestar y calidad de vida.
3. Dr. Ramírez- Mejía define la salud mental como
un estado de armonía y plenitud entre el aspecto
intelectual y el emocional del cerebro y la
persona.
En 1998 la Mental Health for Canadians define a la salud
mental como la capacidad de las personas y de los grupos
para interactuar entre sí y con el medio ambiente de modo
de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso
optimo de las potencialidades psicológicas, cognitivas
afectivas relacionales, el logro de las metas individuales y
colectivas en concordancia con la justicia y el bien común.
Bohoslavsky identifica salud mental con
equilibrio interno, coherencia, capacidad de
ponerse en el lugar del otro, aceptación del rol,
tomar al otro como un objeto total, dar y recibir
afectos, tener confianza en sí mismo y
seguridad y confianza en el otro.
4. Salud Mental Normal
El término ha creado controversia entre los autores por la variabilidad
asociada al ser humano en relación a su biología, su psicología y los aspectos sociales
que le rodean. Una de las definiciones más empleadas sugiere que la normalidad es un
conjunto de patrones de conducta o rasgos de la personalidad que son típicos o
componen algún patrón estándar de formas adecuadas y aceptables de comportarse y
ser. Pero ello conlleva el problema de definir algunos términos considerados ambiguos
como son “adecuadas y aceptables”, que difieren de cultura en cultura y en este contexto
la normalidad puede clasificarse en:
1) Auto normal: persona que es vista como normal por su propia sociedad.
2) Auto patológico: persona que es vista como anormal por su propia sociedad.
3) Heterónoma: persona que es vista como normal por los miembros de otra sociedad
que la observa.
4) Hetero patológica: persona que es vista como inusual o patológica por los miembros
de otra sociedad que la observa. Daniel Offer y Melvin Sabshin ofrecen cuatro
perspectivas de la normalidad en relación a la salud mental, en donde toman en
cuenta: a) La normalidad como salud. b) La normalidad como utopía. c) La
normalidad como media y d) la normalidad como proceso.
5. Criterios de Normalidad.
Existen muchos criterios que pueden auxiliarnos a determinar cuando estamos en
presencia de la normalidad psíquica.
- Sentido propio de la identidad y la cohesión interna, que va unido aun conocimiento de uno
mismo, de las propias motivaciones, deseos y emociones.
- Sentido de la autoestima, ajustado a la realidad. Significa sentirse satisfecho y en paz con uno
mismo, con el desarrollo de su “Yo ideal” que sirve de referencia para la evolución en continuo
perfeccionamiento personal.
- Sentimiento de seguridad, de ser aceptado en el mundo social.
- Capacidad para aceptar y dar afecto.
- Responsabilidad hacia el grupo social y familiar en el que el sujeto se desenvuelve.
- Capacidad-no problematizada- de lograr una satisfacción de las necesidades biológicas: hambre,
sexualidad, sueño y descanso, etc.
- Capacidad para ser productivo y sentirse creativo y feliz en lo cotidiano.
- Desarrollo de un sistema axiológico, coherente y aceptado con responsabilidad.
- Ausencia de tensión y de hipersensibilidad.
- Presencia de un firme anclaje en la realidad, sin percepciones distorsionadas, de la misma ni
expectativas no adecuadas a ella.
- Resistencia al estrés y a la frustración. En función de la existencia de mecanismos de defensa del
- Yo y su capacidad de enfrentarse eficazmente con los conflictos.
6. Salud Mental Anormal
Hansell y Damour señalan los siguientes conceptos centrales que debemos tomar en
cuenta para poder definir la anormalidad:
La importancia del contexto
para definir y entender la
anormalidad
Sólo podemos etiquetar una
conducta como anormal si
consideramos el contexto
situacional en el que ocurre; las
conductas que son normales en
un contexto determinado
podrían ser consideradas
anormales en otro. Además, la
conducta anormal es
generalmente más entendible
cuando es vista en el contexto de
la historia de vida y los
acontecimientos vitales de la
persona. Finalmente, las
variables del contexto
demográfico como la edad, el
género, la cultura y la clase
social influyen en la definición,
clasificación, explicación y
tratamiento de las conductas
anormales.
Las ventajas y desventajas
del diagnóstico
Como otros campos científicos
la Psicología Anormal cuenta
con un sistema de categorías
para clasificar su objeto de
estudio. Estos sistemas
diagnósticos tienen la ventaja
de facilitar el tratamiento, la
investigación y la enseñanza de
la Psicología Anormal. Pero los
sistemas diagnósticos en la
Psicología Anormal tienen
también limitaciones
importantes; pueden
simplificar demasiado
problemas complejos, y un
diagnóstico de enfermedad
mental puede ser
estigmatizante y
desmoralizante para la persona
que está siendo diagnosticada.
La conexión entre la mente y
el cuerpo fusión
Un entendimiento concienzudo
de la Psicopatología requiere
que comprendamos la conexión
entre la mente y el cuerpo.
Sabemos que las anormalidades
cerebrales pueden causar
síntomas emocionales, y, a la
inversa, que el sufrimiento
emocional puede causar
síntomas físicos. Como
resultado, es importante poner
atención a la interrelación entre
el funcionamiento psicológico y
físico de una persona para poder
explicar y tratar la conducta
anormal.
7. Criterios de Anormalidad
De acuerdo con Rosenhan y Seligman (1989), existen siete criterios que pueden utilizarse para etiquetar el
comportamiento como “anormal”:
•Malestar o deterioro. Un individuo experimenta malestar personal o deterioro en su funcionamiento, lo que produce
un riesgo de menoscabo físico o psicológico, o pérdida de la libertad para actuar.
•Irracionalidad. Un individuo actúa o habla de manera irracional o incomprensible para otros. Un hombre que responde
a voces que no existen en la realidad objetiva, se comporta de manera irracional.
•Conducta impredecible. Un individuo que actúa de forma impredecible o errática de una situación a otra, como si
experimentara una pérdida del control. Un niño que golpea su puño contra una ventana sin ninguna razón aparente,
manifiesta una conducta impredecible.
•Poca convencionalidad y rareza desde el punto de vista estadístico. Un individuo se comporta en formas
estadísticamente raras y que violan las normas sociales o lo que es aceptable o deseable. Sin embargo, el simple
hecho de ser poco común desde el punto de vista estadístico, no produce juicio psicológico de anormalidad. Por
ejemplo, un nivel muy alto de inteligencia es sumamente raro, pero se considera indeseable, por lo que con frecuencia
se califica como anormal.
•Incomodidad del observador. Un individuo provoca incomodidad en los demás al hacerlos sentir amenazados o
molestos de alguna forma. Una mujer que camina a la mitad de la calle, hablando en voz alta consigo misma, crea
incomodidad en otros peatones que tratan de evitarla.
•Violación de normas morales e ideales. Un individuo viola las expectativas de la forma en que nos debemos
comportar, en relación con las normas sociales. Con este criterio, un individuo podría ser considerado anormal si no
desea trabajar o no cree en dios. Este criterio de la anormalidad también es importante en situaciones legales.
•Para poder etiquetar una conducta como “anormal”, más de un indicador debe estar presente y ser válido. Cuanto
más extremos y preponderantes sean los indicadores, habrá mayor confianza en el señalamiento de una condición
como anormal. Ninguno de estos criterios es condición necesaria, compartida por todos los casos de anormalidad.
También es verdad que ningún criterio por sí solo es condición suficiente para distinguir todos los casos de conducta
anormal de aquellas variantes normales del comportamiento
8. La diferencia entre la conducta normal y lo anormal
No es tanto una diferencia entre dos tipos independientes de conducta,
sino más bien una cuestión de grado en que los actos de una persona
cumplen un conjunto de criterios acordados de anormalidad. Gerrig y
Zimbardo señalan que es mejor entender al trastorno mental como un
continuo que va de la salud mental a la enfermedad mental.
Debido a que la diferencia entre normal y anormal es relativa y
no absoluta, es útil considerar a la salud mental como un continuo. En
un extremo se encuentran las conductas que definen la salud mental
óptima; en el otro extremo están las conductas que definen una mínima
salud mental. Entre ellos encontramos incrementos graduales de
conductas desadaptadas.
9. Psicología
Psiquiatría
Psicopatología
Es la disciplina que estudia lo anormal, lo desviado, lo desadaptado, lo trastornado, lo
desorganizado, etc., cuyo interés se centra en la naturaleza y las causas de la conducta anormal o
psicopatológica y se plantea como objetivo principal descubrir leyes que regulan la conducta anormal o
patológica mediante el método científico. El interés de la Psicopatología radica en la naturaleza y las causas
de la conducta anormal o psicopatológica. Sin embargo, es difícil definir absolutamente y con total precisión
lo que debe entenderse por conducta anormal o psicopatológica, por lo cual es útil conocer cuales son los
criterios o parámetros que nos permitirán al campo de lo anormal o psicopatológico.
Es la disciplina que investiga sobre los procesos mentales de personas y animales.
La palabra proviene del griego: psico- (actividad mental o alma) y -logía (estudio).
Esta disciplina analiza las tres dimensiones de los mencionados
procesos: cognitiva, afectiva y conductua
Es la ciencia que se dedica al estudio y
tratamiento de las enfermedades mentales.
Su objetivo es prevenir, diagnosticar, tratar y
rehabilitar los trastornos de la mente.
10. Semiología
Enfermedad
Síndrome
Es la ciencia que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades
humanas, estudiando las propiedades generales de los sistemas de signos, como
base para la comprensión de toda actividad humana. Aquí, se entiende por signo un
objeto o evento presente que está en lugar de otro objeto o evento ausente, en virtud
de un cierto código.
Según la organización mundial de la salud (OMS), es la de “alteración o desviación
del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general
conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es
más o menos previsible”.
Es un cuadro clínico o un conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad con
cierto significado y que por sus propias características posee cierta identidad; es
decir, un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos), que
concurren en tiempo y forma, y con variadas causas o etiología.
11. Trastornos
Síntoma
Signo
Remite directamente a la condición anormal o no natural de un
individuo de acuerdo a los parámetros establecidos por la naturaleza y
principalmente por la ciencia médica
Es una señal que aparece en el organismo en respuesta a una enfermedad.
Una enfermedad es generalmente responsable de varios síntomas, que pueden ser
idénticos de una patología a otra, de ahí el interés de hacer coincidir todos los
síntomas y utilizar los llamados exámenes complementarios para permitir un estudio
más detallado de éstos y las posibles causas responsables.
Manifestación objetiva de una enfermedad o un síndrome, que resulta
evidente para un observador diferente del sujeto que lo presenta. Puede ser
espontáneo o provocado por una maniobra exploradora.
12. La Historia Clínica
Documento legal
Se origina con el primer episodio de enfermedad o control de salud en el
que se atiende al paciente, ya sea en el hospital o en el centro de atención
primaria, o en un consultorio médico. La historia clínica está incluida dentro del
campo de la semiología clínica.
Es un documento que da fe de una circunstancia, hecho, acto o
actividad.
El concepto legal, implica que tiene índole legal o que puede tenerla, tal
como sucede con los pagarés, que si bien son usados en materia civil, tienen una
implicación de obligación.
13. Diagnóstico
Pronóstico
Son el o los resultados que se arrojan luego de un estudio, evaluación o
análisis sobre determinado ámbito u objeto. El diagnóstico tiene como propósito
reflejar la situación de un cuerpo, estado o sistema para que luego se proceda a
realizar una acción o tratamiento que ya se preveía realizar o que a partir de los
resultados del diagnóstico se decide llevar a cabo.
Generalmente de una enfermedad, es el conjunto de datos que posee la
ciencia médica sobre la probabilidad de que ocurran determinadas situaciones
en el transcurso del tiempo o historia natural de la enfermedad. Es la predicción
de los sucesos que ocurrirán en el desarrollo de una enfermedad en términos
estadísticos. Es un tipo de juicio clínico.
14. Estructura de la Historia Clínica.
La conversación con el paciente es fundamental para conocer qué le pasa. En
niños o personas con trastornos mentales o de conciencia, siempre va a ser necesario
recurrir a alguien que nos pueda aportar información (sus familiares directos, testigos, etc.).
La información que se obtiene es lo que viene a constituir la Historia Clínica.
El orden cómo se va recogiendo la información podrá variar de una persona a otra, de cómo
surgen las oportunidades de hacer una u otra pregunta, pero al final, lo importante, es captar
lo que a la persona le está ocurriendo, en qué circunstancias y todo lo que pueda ser
pertinente.
Al momento de presentar o escribir la información se ordena de acuerdo a un
esquema previamente establecido que viene a ser el siguiente.
Secciones que forman parte de la historia clínica.
1) Identificación del paciente.
2) Problema principal o motivo de consulta.
3) Enfermedad actual o anamnesis próxima.
4) Antecedentes o anamnesis remota.
5) Revisión por sistemas.
Al registrar la información, se debe anotar la fecha y, eventualmente,
la hora (tenga presente que de un día a otro la situación del paciente puede haber
cambiado)