Detección de necesidades en las empresas saludables

1. Tipo de documento: Artículo
Detección de necesidades en las empresas saludables
Gimferrer Morató, Natàlia 1
.1 MC MUTUAL; ngimferrerm@mc-mutual.com
* Autor de contacto: ngimferrerm@mc-mutual.com;
Revisión: fecha; Aceptado: fecha; Publicado: fecha
Resumen
Cada vez son más las organizaciones que han dado un paso adelante dentro de la seguridad y salud
laboral y que están implantando acciones de promoción de la salud en el trabajo. Crear un ámbito de trabajo
seguro y saludable no tiene por qué ser tarea difícil, aunque sí que podemos encontrar algunas dificultades.
Cada empresa es única, con sus necesidades y su realidad individual. ¿Cómo acompañarla en el camino
saludable?
Ayudar a cada empresa de manera personalizada resulta imprescindible para detectar sus puntos
fuertes y sus puntos débiles, así como sus necesidades concretas. Para cada una de ellas debe definirse su
estrategia, objetivos, indicadores y acciones concretas. Todo el proceso es crucial para el éxito.
Para conocer de cerca las necesidades reales de las empresas, se han estudiado los programas
saludables de más de 40 empresas y se ha podido determinar aquellos puntos de mejora comunes en todas
ellas sus necesidades reales en la creación de un programa saludable. El análisis se ha realizado en varias
empresas de diferentes sectores y ubicadas en todo el territorio nacional.
Palabras clave: Empresa saludable, programas de promoción de la salud, necesidades de la empresa,
promoción de la salud en el trabajo, acciones saludables.
1. Introducción
Con el concepto de promoción de la salud (PST) se da un paso más a la prevención de riesgos llevada
a cabo hasta ahora. La PST debe estar integrada en las intervenciones de prevención de riesgos laborales,
abriendo un nuevo espacio en este ámbito. Un nuevo marco en el que la empresa actúa en todos los niveles,
aportando seguridad en el trabajo y salud y bienestar tanto dentro como fuera de él. Debe cuidarse al
trabajador para que esté contento, sano, sea productivo y proactivo, evitando, asimismo, la fuga de talento.
Son muchos los estudios que demuestran los beneficios que aporta ser una empresa saludable
superando con creces la inversión. Ser una empresa saludable repercute positivamente en muchos sentidos,
tanto para el trabajador como para el empresario. Entre ellos destaca: una reducción del absentismo laboral,
de la siniestralidad y de las enfermedades comunes, un aumento de la motivación del trabajador, de la
retención de talento o la excelencia en el trabajo. Una mejora en la salud individual de los trabajadores y en
su bienestar, una reducción del estrés y una muy buena proyección de la empresa a nivel nacional e
internacional.

2. Un programa de Empresa Saludable debe ser diseñado para satisfacer las necesidades de toda la
organización, integrando todos los ámbitos de la salud: física, mental y social, y considerando las cuatro
esferas del modelo de empresa saludable de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Modelo de la OMS de ambientes de trabajo saludables: vías de influencia, procedimientos y principios básicos.
Para las empresas no siempre es un camino fácil puesto que existen muchas maneras de empezar a ser
saludable, tantas como empresas comprometidas a serlo. Empezar el camino por el principio, sortear las
posibles trabas y ser constante, es la clave del éxito.
Objetivo general
Detectar las principales necesidades que tienen las empresas en la implantación de un plan de empresa
saludable con el fin de poder identificar los aspectos a trabajar y determinar futuras actuaciones a llevar a
cabo.
2. Metodología y resultados
Paso 1: punto de partida
Crear un ámbito de trabajo seguro y saludable no tiene por qué ser tarea difícil. Cada empresa es única,
de manera que el primer paso es determinar las intervenciones que concuerden con el nivel de compromiso
de la empresa y con los recursos disponibles. Sin embargo, sí que hay unos pasos a seguir que nos aseguran
que las acciones implantadas tienen un objetivo y unos beneficios tanto para el trabajador como para la
empresa.
A continuación, se establece una orientación de las diferentes fases necesarias para las empresas que
quieren iniciar o mejorar un programa desde la perspectiva de Empresa Saludable. La aplicación de estos

3. pasos constituye un eje de trabajo sostenible para la implementación de acciones y consecución de objetivos
en materia de seguridad, salud y bienestar en el trabajo.
La metodología de actuación propuesta se basa en el ciclo PDCA (del inglés plan-do-check-act, o bien
en castellano: planificar-hacer-verificar-actuar). Se trata de una estrategia de mejora continua en cuatro
pasos, muy utilizado por los sistemas de gestión de la calidad (SGC). En nuestra metodología iniciamos con
un primer contacto presencial a la empresa o mediante videoconferencia en el que se explica el siguiente
procedimiento y se valora el punto de partida de los aspectos de calidad como empresa saludable: adhesión
a la Declaración de Luxemburgo, existencia de una política de empresa saludable, la constitución de un
comité de empresa saludable, etc.
1r paso: Cualquier acción en todo programa de intervención requiere previamente una detección de
necesidades y el establecimiento de prioridades. Se debe empezar por un exhaustivo análisis de la situación
inicial, ya sea mediante cuestionarios de salud, mediante el estudio epidemiológico, a través de encuestas
de clima, con informes de siniestralidad, etc. Lo importante es saber en qué punto se encuentra la empresa,
conocer la realidad palpable de la misma.
2º paso: Tras recoger y analizar los datos relativos a la salud y bienestar de los trabajadores, el siguiente
paso es dar forma a los objetivos que se quieren alcanzar. Los objetivos son aquello que se quiere lograr en
un tiempo determinado. Debemos tener en cuenta que, para crear objetivos que realmente hagan progresar
a un programa de empresa saludable, es necesario que estén insertos en su realidad. Éstos deben estar bien
formulados, deben ser claros y concisos, realistas y, por supuesto, medibles. De lo contrario, se vuelven
ineficaces o difíciles de alcanzar.
3r paso: Una vez que está claro el rumbo sobre el que se caminará hay que determinar las acciones a
llevar a cabo para alcanzar los objetivos establecidos. Para ello debemos determinar cuáles son las mejores
estrategias para llegar a los diferentes colectivos y qué actividades son las que más pueden impactar en ellos.
En esta fase se abre el gran abanico de posibles acciones a realizar: cursos, talleres, co-pagos en gimnasios,
nutricionista, yoga, mindfulness… la oferta es interminable. Durante la implantación, cada acción deberá
ser previamente comunicada a los trabajadores mediante los canales habituales (mailing, tablones, etc.), así
como tener interacción constante con ellos para detectar aspectos de mejora.
4º paso: Una vez trazada toda la trayectoria del programa: indicadores-objetivos-acciones, debemos
garantizar un proceso de mejora continua. Para ello será importante hacer un seguimiento de los objetivos
previstos, así como de todas las acciones implantadas. Evaluar si lo que queremos, lo estamos logrando.
Tener estos pasos bien implantados y bien documentados nos traza una línea en la que caminar. Si bien
así será más amable, pero no por ello estará exento de dudas. Ser saludable es un modo de vida en las
empresas, no son actividades puntuales, no son semanas saludables, es una cultura empresarial para toda
la vida. Y cuando es así, es cuando da sus frutos. Con la teoría aprendida, en la práctica podemos
encontrarnos con algunos contratiempos
Paso 2: detección de necesidades
En el camino saludable existen aspectos de mejora que hemos podido detectar mediante el
acompañamiento a decenas de empresas en su proyecto saludable. Desde 2016 hasta 2020 hemos
acompañado a más de 70 empresas a empezar, a seguir o a mantener sus proyectos saludables. Pasando por
la pequeña empresa, la mediana o grandes corporaciones. Desde acciones puntuales a la creación de grandes
proyectos saludables, desde empresas ubicadas en un solo entorno a empresas atomizadas a nivel nacional
o internacional. En un aspecto sí que coincidían todas ellas: disponían de un sistema de PRL bien implantado
y certificado.

4. ¿Qué tienen en común todas ellas?, ¿en qué puntos del proceso se detienen?, ¿cuáles son las
necesidades detectadas en las empresas?, ¿cómo poderlas acompañar? A continuación, se detallan los
principales problemas detectados en las empresas asesoradas:
FALTA DE INDICADORES INICIALES: no se pueden empezar acciones de promoción de la salud sin
conocer las necesidades reales de la empresa. Resulta imprescindible realizar un correcto diagnóstico de la
situación del estado de salud y bienestar de los trabajadores a fin de conocer cuáles son los aspectos que
afectan al colectivo. Solo de esta forma podremos establecer prioridades y centrar los esfuerzos en aquellos
factores que tengan un mayor impacto sobre la organización. El problema detectado es que gran parte de
las empresas desconocían este punto y no solo no conocían la realidad de su empresa, sino que empezaban
acciones saludables al azar, porqué sí, sin un hilo conductor. Saber establecer unos indicadores iniciales, da
respuesta a las necesidades reales, sin ellos, no puede haber programa saludable.
OBJETIVOS MAL FORMULADOS: Como ya hemos comentado, debemos tener en cuenta que para crear
objetivos que realmente hagan progresar a un programa de empresa saludable, es necesario que reflejen una
realidad alcanzable para la empresa. De lo contrario, se vuelven ineficaces o inalcanzables. Es recomendable
utilizar los objetivos SMART (inteligentes): Qué quiero, cuánto (% que quiero aumentar o disminuir, por
ejemplo), cómo lo voy a hacer, con qué medios o acciones y en cuanto tiempo.
Para las empresas no es tarea fácil definir sus objetivos. En la mayoría de los casos no aparece el
“cuánto”, uno de los determinantes de los objetivos más importantes. Ejemplos: El 75% de los trabajadores
de la empresa conocerá los beneficios de la actividad física (AF) al año de iniciado el programa. Reducción
de un 1% el IMC de los trabajadores con sobrepeso u obesidad en un periodo de 2 años. Seguir esta
metodología SMART, puede ayudar significativamente.
Además, es importante destacar que, para elaborar unos objetivos alcanzables, la empresa debe
conocer en base a qué muestras de referencia trabajar, por ejemplo, la Encuesta Nacional de Seguridad
Española, como un marco de referencia validado.
FALTA DE INDICADORES DE SEGUIMIENTO Y FINALES: los indicadores finales sirven para poder
llevar a cabo el proceso de mejor continua. Para poder conocer si hemos logrado aquellos que queríamos.
No se puede evaluar una acción llevada a cabo si no se mide su eficacia. No podemos asegurar que el
programa saludable previsto dará sus resultados si no los medimos. Este es quizá el punto débil más
representativo en todas las empresas. A priori, se pueden utilizar los mismos indicadores iniciales (Estudio
epidemiológico, informes de IT, de absentismo, encuestas de clima, encuestas de salud realizadas por
entidades externas, etc.), así como también se pueden utilizar indicadores relacionados con la efectividad
del programa. Sin embargo, es aconsejable, además, evaluar los resultados obtenidos en términos de
satisfacción, salud, productividad o retorno de la inversión.
FALTA DE UN PLAN DE COMUNICACIÓN EFECTIVO: Es importante contar con un contexto adecuado
para la implantación de un programa de empresa saludable, únicamente de esta manera se garantiza la
eficacia y los resultados del mismo. La comunicación resulta esencial y se convierte en unos de los pilares

5. más importantes para llegar a todos los trabajadores de una organización. En muchas ocasiones, este es uno
de los puntos más flacos del programa pudiendo llegar a provocar que el programa entero no pueda
implantarse como debería. La comunicación es una de las herramientas más potentes que dispone la
empresa, informar a los trabajadores de manera amable, lúdica, informal, formal, divertida, atractiva…
resulta imprescindible para el éxito de cualquier campaña de salud. Además de la comunicación, el respaldo
de los líderes resulta de vital importancia. Las empresas no disponen de un plan de comunicación eficaz, en
la mayoría de ellas, muchas de las acciones que llevan a cabo o incluso el propio programa de empresa
saludable queda a oscuras, se desconoce. No se comunica adecuadamente.
Paso 3. Creación de SOMOS SALUDABLES MC
Detectadas las necesidades de las empresas con las que acompañamos en su camino saludable, era
necesario buscar de qué manera poder actuar, cómo dar un valor añadido a las empresas y ayudarlas no
solo en mejorar sus puntos críticos sino darles más herramientas, más conocimiento, involucrarlas más. Así
surge el grupo SOMOS SALUDABLES MC, un proyecto que nace con la intención de ser un punto de unión
entre las empresas que participan, con el fin de compartir experiencias y proyectos, discutir ideas, resolver
dudas y evaluar necesidades. Se trata de un espacio en el que poder trabajar codo a codo con las empresas,
resolver sus aspectos de mejora, compartir sus experiencias, guiarlos, ayudarlos a crear, iniciar o mantener
su sistema de empresa saludable.
Criterios de selección de las empresas:
• Empresas enfocadas en la implantación de la promoción de la salud en el trabajo.
• Empresas con algún reconocimiento o en proceso de obtenerlo, aunque no es criterio excluyente.
• Empresas a las que como mutua hemos acompañado o estamos acompañando.
El objetivo es que los grupos sean vivos y que, una vez implantado el programa, podamos evaluar su
creación y abrir nuevos grupos de empresas. En SOMOS SALUDABLES MC las empresas tienen nuevas
interconexiones, nuevas visiones y nuevas oportunidades.
El proyecto se inicia de manera oficial en enero del 2021 con 10 empresas seleccionadas. En este corto
recorrido se han llevado a cabo una gran cantidad de acciones como: mailings, newsletters, reuniones online,
se ha creado una comunidad saludable e interactiva entre las empresas. Es un grupo dinámico en el que
surgen opiniones, dudas, preguntas y respuestas, soluciones compartidas, etc. Hemos invitado a expertos
en materia saludable en las reuniones, podemos abordar los principales problemas de las empresas de una
manera específica, adaptada y compartida. En este grupo trabajamos la problemática real de las empresas
que lo forman, así como al abordaje de los aspectos de mejora que se han citado anteriormente. A día de hoy
la respuesta es muy positiva por parte de las empresas colaboradoras, están satisfechos con el servicio,
colaboran activamente y el feedback en cuanto a la utilidad del grupo, es muy positiva. Pendientes a finales
del 2021 hacer una exhaustiva valoración del servicio.
3. Conclusiones
Empezar un programa de empresa saludable es un compromiso de la empresa con el bienestar de las
personas que en ella trabajan. Más allá de la obligación legislativa aplicada, representa la voluntad de crear
una verdadera cultura preventiva y de bienestar laboral. Incluirlo en los planes estratégicos corporativos es
sinónimo de una dirección comprometida en la mejora de la calidad de vida y del bienestar de sus
trabajadores, asegurando un crecimiento más productivo, seguro y saludable.
En un programa de promoción de la salud en el trabajo quedan reflejados valores de la empresa que
los lleva a cabo. Sin embargo, en el camino hacia una empresa saludable, pueden aparecer algunas
dificultades. Para que el programa sea un éxito y los resultados los esperados, resulta de vital importancia
recorrer paso a paso todos los eslabones de una empresa saludable. La detección de aquellos aspectos de

6. mejora en las empresas nos permite poder acompañarlas de una manera mucho más específica y
personalizada. Las principales dificultades encontradas han sido:
• Falta de indicadores iniciales
• Objetivos mal formulados
• Falta de indicadores de seguimiento y finales
• Falta de un plan de comunicación efectivo
Para ello, con la creación de SOMOS SLAUDABLES MC se ha dado un paso más en el acompañamiento
a las empresas. Con la creación de este espacio, podemos dar respuesta a los problemas detectados además
de poder adaptarnos a las necesidades reales de las empresas. Es un grupo abierto y dinámico, en el que se
ha priorizado la comunicación entre las empresas que forman parte con el fin de poder compartir sus
inquietudes, dudas y problemas, pudiéndose nutrir de otros programas, otros puntos de vista u otras
maneras de hacer. Al final, ser saludable no tiene límites
Bibliografía
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https://www.insst.es/materias/transversales/promocion-de-la-salud