En la labor diaria a la que como docentes nos desempeñamos, y a las que las futuras docentes en formación se van a enfrentar, nos encontramos con algunas actividades y ceremonias muy particulares, unas que he decidido llamar “batallas oficiales”. Hago referencia a las asambleas o actos públicos para la adjudicación de cargos u horas cátedras, en especial en los distritos y jurisdicciones densamente poblados por docentes. El mecanismo de estas batallas lo explico más adelante, pero dado que el ser humano es un ser social que en su accionar demuestra la esencia propia al trabajar y comunicarse, voy a hacer referencia a los fundamentos teórico filosóficos para analizar estas batallas y así invitar a la reflexión sobre las mismas, y nuestra esencia como humanos en esta labor.
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LAS BATALLAS OFICIALES EN LA LABOR DOCENTE
1. II Congreso Internacional
sobre profesorado
principiante e inserción
profesional a la docencia
El acompañamiento a los docentes noveles:
prácticas y concepciones
Buenos Aires, del 24 al 26 de febrero de 2010
2. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
Prof. Colombo, Santiago 2
Eje temático: Investigaciones y experiencias de iniciación a la docencia.
Particularidades de los diferentes ámbitos de inserción.
ENSAYO
LAS BATALLAS OFICIALES EN LA LABOR DOCENTE
Prof. Colombo, Santiago
DNI. 29.368.412
santi_jc@yahoo.com.ar
I. S. F. D. Nº 14
Palabras clave: Listados oficiales – Iniciación laboral – Competencia docente
Resumen
En la labor diaria a la que como docentes nos desempeñamos, y a las que las futuras
docentes en formación se van a enfrentar, nos encontramos con algunas actividades y
ceremonias muy particulares, unas que he decidido llamar “batallas oficiales”. Hago
referencia a las asambleas o actos públicos para la adjudicación de cargos u horas
cátedras, en especial en los distritos y jurisdicciones densamente poblados por docentes.
El mecanismo de estas batallas lo explico más adelante, pero dado que el ser humano es
un ser social que en su accionar demuestra la esencia propia al trabajar y comunicarse,
voy a hacer referencia a los fundamentos teórico filosóficos para analizar estas batallas y
así invitar a la reflexión sobre las mismas, y nuestra esencia como humanos en esta
labor.
3. II Congreso Internacional sobre profesorado principiante e inserción profesional a la docencia
Prof. Colombo, Santiago 3
LAS BATALLAS OFICIALES EN LA LABOR DOCENTE
Introducción
En la labor diaria a la que como docentes nos desempeñamos, y las futuras
docentes en formación se van a enfrentar, nos encontramos con algunas actividades y
ceremonias muy particulares, unas que he decidido llamar “batallas oficiales”. Hago
referencia a las asambleas o actos públicos para la adjudicación de cargos u horas
cátedras, en especial en los distritos y jurisdicciones densamente poblados por docentes.
El mecanismo de estas batallas lo explico más adelante, pero dado que el ser humano es
un ser social que en su accionar demuestra la esencia propia al trabajar y comunicarse,
voy a hacer referencia a los fundamentos teórico filosóficos para analizar estas batallas y
así invitar a la reflexión sobre las mismas, y nuestra esencia como humanos en esta
labor.
El mecanismo de la batalla
En los actos públicos o asambleas presenciales para la adjudicación de horas y
cargos en las escuelas públicas se desarrollan algunas actividades muy particulares que
se asemejan a verdadera luchas competitivas donde se expone la valía de la persona a
través de un “listado oficial”, sí una lista de individuos ordenados por un organismo oficial
del estado con distintos puntajes asignados por el valor de su título, su capacitación
docente, su antigüedad como docente, su desempeño en el aula y distintos proyectos;
hasta por su domicilio legal. Quien mejor esté posicionado en este listado es quien mayor
chance tiene de elegir el cargo u horas a subastar, dejando lo indeseable a quienes se
encuentren por debajo de su valía.
Algo llamativo para destacar son los sentimientos y las artimañas de cada
individuo en estas batallas. Quienes estén mejor posicionados en los listados aguardan
tranquilos y pacientes en un rincón, cerca del encargado de la asamblea, hasta que
llegue el turno de demostrar con aires de superioridad su valía, tal como si de un trámite
sencillo se tratara, similar al hecho de retirar dinero del cajero automático.
Por otra parte se encuentran los menos favorecidos en este listado que – con un
espíritu más competitivo – viven esta batalla. Añoran que los demás competidores falten,
no asistan, no estén atentos en la asamblea y, algunos más extremistas, desean incluso
la misma muerte de los otros, o siquiera un accidente que no les permita asistir. Entre sus
artimañas figuran los despistes, la insistencia en adelantarse a la mesa del listado y,
algunos más audaces, la impugnación del acto recurriendo a algún pretexto poco creíble.
Como contracara y disciplinamiento a este actuar los “mejores", aprovechando su
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posición, eligen horas o cargos que no desean, y por tanto nunca van a hacer efectiva la
toma de posesión, para luego renunciarlas y que se presenten como botín para otra
batalla.
Finalmente el botín obtenido, las horas o cargos pueden tener una duración
efímera, en escuelas alejadas unas de otras y con realidades sociales muy complicadas
para sobrellevarlas; aún así adquieren tal valor en las batallas por lo cual se “justifican”
todas las estrategias bélicas posibles para emplearse.
Ahora bien ¿cómo puede analizarse filosófica y socialmente esta batalla? Existen
varios aspectos para destacar a la luz:
El análisis filosófico-social de las batallas
Analizando algunos textos recientes, varios filósofos plantean interesantes
miradas sobre la actividad humana y sus relaciones sociales, y en particular con el
trabajo. Para lo cual citamos varios de ellos y la conexión de sus planteos con las batallas
a las que hacemos referencia.
Partiendo de los dichos de Althusser, la oficialidad de esta batalla está
garantizada por un Estado que utiliza distintas instituciones especializadas para perdurar
una estructura social constituida por una base económica y una superestructura jurídico-
política e ideológica. En particular esta última, la ideología, interpela a los individuos
concretos como sujetos concretos, “actúa” o “funciona” de tal modo que “recluta” sujetos
entre los individuos, o transforma a los individuos en sujetos por medio de esta
interpelación y, como tales, practicamos sin interrupción los rituales del reconocimiento
ideológico que nos garantizan que somos realmente sujetos concretos, individuales,
inconfundibles e irremplazables... claro, con un mayor o menor valor según el orden del
listado confeccionado por este Estado que asegura por distintos medios las condiciones
políticas de reproducción de las relaciones de explotación, y de tal forma la escuela como
institución estatal puede asegurar el sometimiento a la ideología dominante enseñando
las habilidades necesarias a los dominados. (Althusser; 2005)
Sobresalen también las palabras de Sennett para explicar los sentimientos de los
individuos en estas batallas con la conversación y reflexión sobre la vida de Rico y Enrico
(Sennett; 2000). Compara el trabajo que realiza Rico: un trabajo que se caracteriza por la
estacionalidad y temporalidad fragmentada, con un marcado espíritu competitivo, lleno de
cambios y riesgos permanentes que “debe” asumir con una actitud abierta, haciendo
fugaz los lazos de amistad (lo que podría entenderse como un espíritu de pertenencia a
un grupo de compañeros), y un dilema ético por la frase “nada a largo plazo”, ya que no
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le permite comprometerse ni asumir una lealtad fuerte con la institución (empresa) en la
que trabaja. Y en contraposición el trabajo de su padre Enrico se caracteriza por un
trabajo estable, previsible, que le permitía organizar sus tiempos y proyectarse en un
futuro lineal, con un fuerte compromiso con su labor y sólida relación solidaria y leal con
sus compañeros.
Estos personajes bien representan a los actores de las batallas oficiales. Enrico
puede identificarse con los más favorecidos en el listado, mientras que los menos
favorecidos están representados por Rico. Los primeros pueden elegir los cargos u horas
en las escuelas en las que ellos mismos eligen trabajar, generalmente porque ya trabajan
en estas escuelas, es decir ya tienen un sentimiento de compromiso con la institución,
donde existe probablemente un grupo de colegas amigos y son reconocidos por los
demás actores de la comunidad educativa como docente de la institución. Los segundos
deben competir con los demás candidatos a tomar las horas, asumir el riesgo de trabajar
en escuela discriminadas (por no ser elegidas por los primeros), quizá con la convicción
de la temporalidad fugaz del trabajo por tratarse de una suplencia, que a su vez no
permite construir un fuerte sentimiento de compromiso y lealtad con la institución (ya que
sabe que no va a estar presente para participar de proyectos a largo plazo, “nada a largo
plazo”), lo que generalmente le produce sentimientos de culpabilidad, y como no puede
relacionarse regularmente con el mismo grupo de compañeros puede establecer, en
muchos casos, pocos lazos de amistad en su trabajo.
Marx en su Manuscrito de economía y filosofía de 1844 planteaba que en esta
sociedad capitalista que asegura la propiedad privada genera una guerra competitiva
entre los codiciosos; entre individuos que, por estar enajenados en su trabajo, se
encuentran desespiritualizados y ligados a la naturaleza. “Lo animal se convierte en
humano y lo humano en animal”, es decir, cuando debe conseguir su trabajo, y lo que
implica esto, actúa con un instinto animal. Pelea por su territorialidad, lucha por conseguir
el botín y hasta que no quede saciado de su hambre no permite que otros coman de la
presa. En este particular Kojève (Kojève; 1999) compara los deseos y actitudes humanos
y animales. Llamaba el Deseo humano a lo que se desea porque otros lo desean, no
necesariamente por su utilidad, sino por el simple hecho de enfrentarse a otros en una
lucha por el reconocimiento propio, están dispuestos a arriesgar su vida. Dispuestos a
llegar hasta el fin en la búsqueda de obtener la satisfacción.
Textualmente decía:
“Desear el Deseo de otro es, pues, en última instancia desear que el valor
que yo soy o que “represento” sea el valor deseado por ese otro: quiero que él
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“reconozca” mi valor como su valor; quiero que él me “reconozca” como un valor
autónomo.”(Kojève; 1999, p.15)
Como se ve en cada una de estas batallas estos enfrentamientos donde se pone
en juego el valor del individuo. En esta lucha se trata que el competidor muera, pero
como bien explica Kojève, esa muerte no implica la muerte literal del otro, sino que
reconozca la valía del otro estando en vida, sino no podría realizarse ni revelarse la
humanidad, logrando que abandone su deseo. Así mismo, para poder lograr ese
reconocimiento del otro, debe comprender que el competidor también quiere hacerse
reconocer, y que está dispuesto a arriesgarse, a “negar” su vida animal en una lucha por
el reconocimiento de su ser-para-sí humano.
Finalmente algo sobre lo que llama la atención el autor es que los individuos-
humanos están subjetivamente seguros de sí mismos, pero no lo están del otro. Es que
en la batalla cada uno de los competidores está consiente de su valor “oficial” pero no
siempre sabe cuál es el valor de sus competidores.
Conclusión
En los primeros años de nuestra labor docente experimentamos la misma esencia
humana en estas “batallas oficiales”. Claro... dependen mucho del lugar donde estemos
viviendo y cómo actúe el aparato estatal para garantizar o fomentar estos
enfrentamientos. Pero es en estas donde debemos lograr un reconocimiento propio
(autoconciencia), y con ello el reconocimiento de los demás colegas, que cumplen la
función de competidores. Debemos entonces abandonar, al igual que abandonó la
generación de Rico, los valores de la lealtad y solidaridad, para convertirnos en individuos
“animales” que luchamos por obtener un botín. Un botín que se desea, pero no con un
deseo animal para satisfacer las necesidades físicas propias o de su familia, sino para
lograr un salario que lo enajena del trabajo, convirtiéndolo – tal como Marx planteaba –
en un servidor a él.
Sin embargo, para poder comprobar nuestra esencia humana, existen otros
medios, otros que no impliquen batallas oficiales. Espacios en los que se logre una
liberación que garantice una comunidad de interpares. Lograr una infraestructura y
superestructura de la sociedad donde nos encontramos que garantice una liberación tal.
Debería cambiarse el sistema, una ardua tarea por delante que debería llevarse a cabo.
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Bibliografía
ALTHUSSER, L. (2005): Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Freud y
Lacan, Bs. As., Nueva Visión
DELEUZE, G. (1996): Conversaciones 1972 – 1990 , Valencia, Pre-textos
FOUCAULT, M. (1980): La verdad y las formas jurídicas, Barcelona, Gedisa
ediciones
KOJÈVE, A. (1999): La dialéctica del amo y del esclavo en Hegel, Bs. As., Ed.
Fausto
MARX, K. (2007): Manuscritos de Economía y Filosofía-1844, Bs. As., Ediciones
Colihue
SENNETT, R. (2000) : La corrosión del carácter, Barcelona, Ed. Anagrama