2. Cuando el carisma se puede retratar con tanta perfección, cuando la música
compagina tan magníficamente con la dualidad de la ambientación, y cuando la
interpretación cobra tanta importancia, es cuando estamos ante la serie mas
representativa de la perfección.
“Dexter” podría considerarse la ejemplificación de la serie perfecta. Su polémico
argumento resulta ser uno de los más originales que la televisión ha dado a luz, y es
un canal de pago como Showtime el que ha hecho posible la existencia de esta serie
tan novedosa. La temática creada por Jeff Lindsay acaba por convertirse en la
realidad del espectador, lo atrae, y le muestra el realismo de la mente humana, sus
respuestas a los problemas más típicos, solo que adaptados a la ficción. Teniendo en
cuenta que el talento interpretativo de Michael C. Hall se está convirtiendo en
actuaciones cada vez más creíbles, perfeccionando esa técnica iniciada con la primera
temporada, reflejando las dos caras de un papel cuya dificultad de realizar es uno de
los alicientes para elogiar a este actor. Sus secundarios tampoco bajan el listón,
creando personajes con comportamientos definidos, sin variaciones injustificadas,
como por ejemplo, los correspondientes a Julie Benz, quien interpreta a la pareja de
Dexter, Rita, a Deborah, su hermana, o incluso como Erik King, el atípico nemesis
del protagonista.
La música de Daniel Licht llena el ambiente de Miami como una puesta de sol
oscurecida por la sangre y el asesinato, obteniendo especial importancia tras los
silencios mentales del protagonista.
Por primera vez, en una serie de televisión, vemos que la fotografía resalta una faceta
visual, sin que quede sumergida por los típicos “sit-coms” estadounidenses, en los
que las escenas multicámara son repetitivas y asfixiantes, mientras que en “Dexter”
destacan las tomas que deberíamos esperar sobre Miami: la costa, el turismo, e
incluso se hace hincapié, ya tomando parte del guión, en la población cubana de
3. Florida. La iluminación queda bastante marcada a lo largo de la serie, incluso en las
sombrías de la noche.
El guión no llega a fracturarse en ningún momento, lo que lleva consigo que algunos
trasfondos sociales, como son las imperfecciones de los sistemas judiciales, el
ambiente familiar y su importancia... Los diálogos se mantienen en la línea de
“violencia moral”, y constituyen una gran pilar sobre el cual se sitúa la serie.
“Dexter” logra poner en jaque a todas las series actuales, mostrando el realismo y su
influencia en la vista del espectador, así como el toque a la moralidad del mismo, con
la vista de un personaje que piensa por si mismo, y cuya mentalidad lo lleva a
continuar realizando ese proceso mental.
Actualmente, es la única serie capaz de resaltar la dureza del mundo y su injusticia,
así como de plasmarla mediante el carisma de su protagonista.
4. La búsqueda de la respuesta correcta
Si algo es característico de la serie, es la solución a los problemas que se le plantea a
lo largo del hilo argumental. La constante presión ejercida sobre el protagonista debe
reflejarse en el rostro de Michael C. Hall, y esto lo consigue, no sólo gracias a su
facultad interpretativa, sino, ya como elemento técnico, y obviando al actor, con la
creación de respuestas efectivas a sus problemas.
El guión de la serie se estructura de manera que exista un nemesis, generalmente,
directo, y otro indirecto, un problema generado por él, y otros resultan consecuencia
de actuaciones sentimentales. Claramente, el guión tiende a no verse predecible,
como todos los que se crean, pero este lo consigue, sin volverse rebuscado, y
tomando esos problemas como desarrollo de la serie. Lo más significativo de este
sistema de narración, es lo poco superficiales que resultan las situaciones en las que
se envuelve el protagonista, y el espectador no llega a percibir que lo que ve está bajo
la influencia del guión. Estas toman realismo, y acaban por tener un desenlace en
perspectiva a “Crimen y Castigo”, con consecuencias, generalmente, emocionales, y
se suelen dar en el entorno del protagonista.
Este elemento es el que altera totalmente la realidad del protagonista, y por tanto,
cambia la imagen de la serie, haciendo que tome una figura de comparación de una
persona cualquiera, pero alternando los hechos en cuanto a la gravedad de los
mismos.
5. MICHAEL C. HALL, “el papel de su vida”
Este actor ya ha tomado de Hollywood lo que quería. Con el papel de Dexter Morgan
ha logrado convencer tanto al público como a la crítica, gracias a su expresiva faz, y a
su fluidez correspondiente al diálogo. Gracias a él, la serie adopta más firmeza, y
logra afrontar la barrera del realismo que suele suponer un problema para algunas
series, como la inexactitud de diálogos, de personajes, de comportamientos de los
mismos...
En las escenas más profundas, llega a emocionar su condescendencia hacia sus actos,
expresándolos como si fueran parte del actor, y adquiere la misma sensación en lo
relacionado a su familia, a quien trata con gestos suaves y delicados diálogos,
retratados como una personalidad del personaje, mientras que en escenas conjuntas
con compañeros de trabajo, convierte el personaje de dos bandas a uno de tres,
obviando sus anteriores
actuaciones, y realizando una
interpretación polivalente.
Actualmente, es un actor cuyo
talento se desaprovecha con
papeles muy poco comerciales,
aunque destaca en todas sus
interpretaciones, pero, tras haber
interpretado a un polifacético
asesino en serie, al que, con toda
seguridad nadie más que él podría interpretar, es extraño que pueda superarse a si
mismo, y, ante tal maestría, el listón se sitúa muy alto en cuanto a otras series de
televisión.
Es aquí cuando vemos la importancia del talento interpretativo en cualquier
producción audiovisual, y que cuanto más complicado es el rol a interpretar, más
elogios merece su papel.
6. Daniel Licht, “no hay música más idónea”
Este compositor, situado en la raya profesional entre Philip Glass y Hans Zimmer,
roza la perfección con su banda sonora, que acaba por pulir el acabado de la serie. No
concentra el modernismo, como podría ser el caso de Trent Reznor y Atticus Ross,
pero tampoco abusa del técnico estilo orquestal de John Williams, sino que emplea
una música que sigue las pautas técnicas y artísticas de la serie.
Hablando del modernismo, usa los sintetizadores en casi todas las pistas de la banda
sonora, pero su uso se ve eclipsado por el talento artístico de la misma,
considerándolos como segundo plano de la misma.
El estilo clásico al que se ha hecho referencia con John Williams, está presente a
nivel principal con algunas pistas como la de “Blood Theme”, cuyo desarrollo se
presenta concorde a este estilo.