En la vida líquida, las personas y la tecnología cambian constantemente y rápidamente. Esto crea incertidumbre y obsolescencia. Algunas personas pueden aprovecharse de esta situación como consumidores, mientras que otros se marginan. Las relaciones humanas también están cambiando, ya sea enfocándose más en la tecnología o manteniendo un enfoque humanista.
La formación en el contexto tecnológico y de vida líquida
1. La formación en el contexto tecnológico y de vida líquida
Elaborado por: Sofía Idalia Martínez Gutiérrez y María de La Luz Ramírez Mata
Palabras Clave: vida líquida, tecnología, consumo, rapidez, sociedad, actualidad.
Síntesis:
En la vida líquida las maneras de actuar de las personas cambian antes de que se
conviertan en rutinas o hábitos. En ella hay un clima de incertidumbre constante;
la tecnología es un claro ejemplo de la vida líquida pues hay constantes cambios
en ella. Por lo tanto, en ella también cabe la posibilidad de un rezago tecnológico y
además hay finales repentinos y comienzos muy rápidos, por ejemplo, los
celulares, hoy tienes el más nuevo y mañana hay otro mejor, todo se vuelve
obsoleto fácilmente. Es una vida devoradora y los sujetos pueden convertirse en
objetos de consumo y sujetos de deshecho.
En la sociedad moderna no hay individuos sino individualidad ya que cada uno
puede consumir, son los que tienen dinero, los que pueden pagar y que al mismo
tiempo se conciben como consumidores, son los creadores de la vida líquida.
Desgraciadamente estas personas son solo grupos pequeños, para los demás
esta forma de vida es inalcanzable. Hay dos clases de sujetos en la vida liquida
unos tienen una posibilidad de acceso mayor a la cumbre de poder global y, la otra
parte, son los que distan de esta posibilidad, o sea, los marginados económicos.
En la vida actual las relaciones humanas están cambiando gracias a la vida
líquida, esta, a su vez, puede verse desde dos perspectivas: a) una que le da
primacía a la tecnología, se apoya en lo que no es importante, lo inmediato, lo
volátil, los valores humanos son minimizados. B) el uso socio-céntrico,
humanístico o reflexivo de la tecnología.
En conclusión, el ritmo de vida de la sociedad moderna, nos ha llevado a dejar
de lado las relaciones humanas y a centrarnos más en los avances tecnológicos
que traen consigo un cambio en la manera de vida y, por lo tanto, en la manera en
como actúas y en como te relacionas con los demás, pues ahora nuestras
relaciones se limitan al interés de lo que el otro nos puede ofrecer de manera
material o intelectual. Además los objetos materiales toman más valor que los
sujetos, a los que consideramos desechables.