1. Paradigmas. Arte y desarrollo Humano.
Se suele considerar el arte como expresión divina. Salvo por aquellos que no se dan cuenta de su verdadero
valor.
El arte forma al ser humano, luego al actor y la técnica y luego propiamente el arte, dándole énfasis al proceso
de formación y no al producto como suele suceder.
El arte pretende despertar aquello que está dormido, con naturalidad, libertad y debe iniciar en el hogar,
donde también encontramos enemigos del arte, empezando por la misma familia, cuando desconoce su
importancia o por visiones diferentes; la misma sociedad que a veces margina a los artistas y actores, pero
hay otro enemigo y es el miedo a uno mismo donde no se tiene una visión clara de su importancia para la
vida. Recuerden que el mismo arte puede aislar.
El arte requiere estudio general y específico, conocimiento de uno mismo, sus músculos, para los movimientos
escénicos, formas de hablar, estilos de voz, dominio de temas, análisis, formas de dominar el propio ego, e
inclusive puede cambiar su propia identidad, cuando no tiene domino emocional.
Además el arte fortalece las habilidades sociales como autoestima, autovaloración, toma de decisiones. No
solo es distracción, es formación, es práctica de valores, es proceso.
El arte además es terapia para ser feliz, sacar al niño interior de cada ser humano, manejar emociones.
El arte es memoria colectiva, histórica de un pueblo, pudiendo conocerse un pueblo a través de su arte,
rescatando la identidad, sus raíces culturales, y logar la perpetuidad de la memoria de las civilizaciones.