2 breve análisis de la reforma educativa en el salvador
1. BREVE ANÁLISIS DE LA REFORMA EDUCATIVA EN EL SALVADOR
Mario Nóchez, febrero 2000
La reforma educativa salvadoreña ha sido promovida, implementada y sostenida por un
fuerte financiamiento del Banco Mundial, a partir de los años 90s. Como consecuencia de
la fuerte dependencia del financiamiento del Banco Mundial, la reforma educativa ha
tenido un enfoque economicista, ya que se parte de la tesis de que “la educación es
crucial para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. La educación
contribuye a la acumulación del capital humano que es esencial para lograr ingresos más
altos y un crecimiento económico sostenido”.[1] Por otro lado se sostiene que “ cuanto
más especializada es la economía más general tiene que ser la instrucción… la mejor
formación para el trabajo es una educación básica de calidad con características
abarcativas, flexibles y polivalentes que permitan sustentar una posterior especialización
de acuerdo con las constantes modificaciones del mercado de trabajo”.[2]
En la gestión educativa 1989-1994 se adoptó la política de “ampliación de cobertura”,
cuyo propósito principal era la reorientación de la asignación de recursos para la atención
prioritaria de la educación inicial, parvularia y básica, especialmente en las áreas más
pobres del país. El eje principal de la reforma educativa fue la cobertura y uno de sus
programas pioneros para lograr tal fin en las áreas rurales fue el Programa Educación con
Participación de la Comunidad (EDUCO), el cual contó con el total respaldo financiero del
Banco Mundial a través de un préstamo de US$60,000.000.00 para la Rehabilitación de los
Sectores Sociales en El Salvador.[3] El Programa EDUCO actualmente tiene una cobertura
nacional y está brindando atención educativa a niños/as desde la educación parvularia
hasta el sexto grado de educación básica. (Desaparecido desde 2014)
El impacto de la política de ampliación de cobertura para el período 1991-1993 fue de un
incremento del 14 por ciento en la matrícula en las zonas rurales, siendo del 19 por ciento
en el año de 1991 y de un 29 por ciento para el año de 1993.[4]
La política de ampliación de cobertura de la educación inicial, parvularia y básica, se
desarrolla en el ámbito de las políticas globales de educación y pobreza. Sin educación, no
hay crecimiento económico y sin crecimiento económico no puede existir superación de la
pobreza. De ahí que la educación se convierta en el vehículo esencial para la superación
de la pobreza, ya que se ha demostrado que a mayores niveles de escolaridad, se elevan
los niveles de productividad de los trabajadores y ello marca la diferencia en sus ingresos
2. laborales.
La política de ampliación de cobertura, presenta tres tensiones que han influido en su
desarrollo:
a) Función de la educación: el enfoque economicista impulsado por el Banco Mundial, ha
encontrado una fuerte oposición de parte de la Iglesia Católica, partidos de oposición de
izquierda, gremios sindicales, particularmente de los docentes, por su visión “utilitarista”
ya que reduce al ser humano a una mera pieza del engranaje económico. La visión
humanista, impulsada por los opositores al Banco Mundial, aunque no excluye la
preparación del hombre para la eficacia y eficiencia laboral, a fin de mejorar su nivel
económico y el nivel productivo del país, promueve una transformación educativa
centrada sobre un sistema de valores humanistas y personalistas, que deben ser
plasmados en las mentes y corazones de las nuevas generaciones. En ese sentido, la
educación en El Salvador se encuentra tensionada entre los que impulsan el enfoque
economicista y los que impulsan el enfoque humanista.
b) Cuantitativo y Cualitativo: los esfuerzos realizados en la ampliación de la cobertura en
la educación inicial, parvularia y básica han sido significativos, ya que se ha garantizado
acceso a un mayor número de niños/as brindándoles igualdad de oportunidades. Sin
embargo, la ampliación de la cobertura ha ido en detrimento de la calidad, ya que los
resultados de las Pruebas de Logros de Aprendizaje, particularmente en las asignaturas de
Lenguaje y Matemáticas, reflejan una bajísima calidad de los aprendizajes de estudiantes
de tercero, sexto, noveno grado de educación básica, manifestando serias deficiencias en
la formación de los mismos. La calidad, de la educación es uno de los principales desafíos
que debe enfrentar la educación salvadoreña, para superar dicha tensión. Estado
proveedor y estado promotor: la política de ampliación de cobertura redefinió el rol del
estado, de proveedor de servicios hacia un promotor de los mismos. El estado
salvadoreño, focalizó los recursos hacia las comunidades más pobres del área rural y
transfirió la responsabilidad de la administración escolar del Ministerio de Educación hacia
los padres de familia de las Asociaciones Comunales Educativas (ACE), a través del
Programa EDUCO. Esta nueva modalidad de administración escolar generó conflictos
entre los docentes y el Ministerio de Educación, ya que al tener los padres de familia el
poder absoluto para contratar y despedir a los maestros, según su desempeño y
productividad, amenazaba la estabilidad de los mismos. La nueva modalidad de
administración escolar se mira como una estrategia de privatización de los servicios
educativos, donde el Ministerio de Educación se convierte en un ente normativo y no
ejecutor, dejando dicha responsabilidad en los padres de familia, para garantizar mayores
niveles de eficiencia y eficacia, lo cual es coherente con el enfoque economicista del
Banco Mundial