Elementos que inciden en el aprendizaje de las matemáticas
La función pedagógica de la evaluación
1. “La función pedagógica de la evaluación”
Jaume Jorba, en su lectura “La función pedagógica de la evaluación”, nos habla
de la evaluación como eje vertebrador de la educación, concibiéndolo de esta
manera considero que todo trabajo deberá girar en torno a los objetivos deseados,
lo cual nos deberá de mover hacia el análisis de nuestras practicas para lograr
percibir cuales son los errores en nuestra estrategia de trabajo puesto que de ello
dependerá los aprendizajes adquiridos por parte del alumno lo que a su vez se
vera reflejado en la evaluación.
La evaluación más que un quehacer tedioso o un simple requisito debería de
verse como la oportunidad de crecer y de adquirir nuevas habilidades y
conocimientos por parte del alumnado pero ante todo del docente debido a que es
imprescindible ser consientes de que el alumno por si solo no podrá apropiarse de
conocimientos complejos y para que sea de esta manera el docente deberá de
reflexionar sobre lo que deseamos lograr y cuales han sido las actividades que
han dado un resultado adecuado.
Es verdad que la evaluación no tiene solo un propósito cualitativo pues además de
ello la sociedad en la que vivimos nos exige representar lo aprendido mediante un
icono o numero siendo así que la evaluación también debe ser considerada como
un ente cuantitativo pero no debemos olvidar que la función primordial es analizar
que tan aplicables ha sido lo estudiado en la escuela, si eso cumple la función
deseada en el entorno del niño, si nuestros propósitos plasmados en nuestras
planeaciones han sido o no logradas y mediante que estrategia lo hemos logrado,
de no ser el caso retroceder hacia el punto en que se ha dificultado y examinar
cuales fueron los causantes de este problema.
La evaluación, lejos de ser como se pensaba (al final de una sesión o tema), debe
de ser un proceso permanente ya que debe fungir como autorregulación, por ello
es conveniente que, antes de iniciar a trabajar, docente y alumnos establezcan los
propósitos a lograr, de que manera ha de trabajarse, el papel que cada quien
desempeñara y los recursos que se han de emplear para que el alumno no sea un
sujeto pasivo y logre ser autónomo.
En el proceso de evaluación debe de ser constante, permanente y se ha de dar en
tres momentos: antes de iniciar la sesión o tema llamada evaluación diagnostica,
durante las actividades denominada formativa y al terminar las actividades la cual
es “sumativa”.
En la evaluación inicial lo mas importante a considerar son los conocimientos que
el alumno posee acerca de un tema antes de abordarlo en el aula, de esta manera
2. podremos observar que tan complejo será emprender el nuevo tema, si ya hay
conocimientos acerca de ello considerar la estrategia que ha permitido dicho
aprendizaje y la misma vez considerar el uso de una diferente estrategia para
llegar al nuevo conocimiento.
En el segundo momento se habla de una evaluación formativa la cual debe de ser
mas concisa y ha de tener como fundamento la adecuación de nuevas formas de
trabajo en caso de que la que se haya realizado no de lo resultados esperados, ha
de ser capaz de detectar las debilidades y fortalezas y ante los errores examinar
cuales han sido los factores que han intervenido.
Por ultimo, tenemos un tercer momento y es la evaluación sumativa, en la cual,
como su nombre dice, hemos de sumar las observaciones obtenidas de las
evaluaciones anteriores.
Estos tres momentos son, en si, un solo proceso que nos permitirá adecuar
nuestra practica docente por ello debemos trabajar con miras a lo que deseamos
generar en nuestros alumnos, sin olvidar que ellos mismos deberán de ser
participes en dicho proceso de evaluación teniendo con ello una “autoevaluación”
que nos servirá de herramienta en el quehacer pedagógico.