2. El asma es un trastorno que provoca la hinchazón y estrechamiento de las
vías respiratorias, presentando sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el
pecho y tos. Se estima que en México cerca del 10% de la población padece de
asma, y esta cobra la vida de alrededor 4 mil personas. Siendo que la prognosis del
asma con tratamiento positivo, estas cifras son alarmantes ya que solo alrededor de
5% de los mexicanos con asma controlan su asma. Así mismo el asma es la
enfermedad crónica de mayor incidencia en la infancia. (Fernández, 2013) El
ambiente donde se desarrollan los niños, la obesidad y la dinámica familiar son
detonantes del asma que ellos mismos no pueden controlar. Elena G. de White nos
dice, “La mayor parte de los males que acarrean miseria y ruina a la raza humana
podrían evitarse, y el poder de luchar contra ellos descansa en sumo grado en los
padres.” (MC, 294). A esta edad temprana los padres son los responsables de
cuidar de la salud de sus hijos.
Uno de los mayores factores que detonan el asma en los infantes es el
ambiente en que estos se están desarrollando. Ciertos animales y su pelaje, polvo,
medicamentos específicos, cambios de clima, químicos en el aire o ambiente, moho,
polen, humo de tabaco, entre otros son causantes del asma en los niños. Sin
embargo se ha mostrado que hay mayor incidencia en desarrollar el trastorno del
asma cuando se expone a una temprana edad al humo del tabaco. (Acosta, 2014)
La exposición a factores ambientales, tales como los árboles, césped, flores o polen,
destacan como causantes de la rinitis, el prurito o lagrimeo ocular y silbidos o pitos.
Es de vital importancia mantener alejados a los infantes de aquellos ambientes
nocivos para el cuerpo, como el humo de cigarro o lugares con altos niveles de
contaminación, ya que estos pueden detonar el asma pediátrica. “Los padres han
de vivir más para sus hijos y menos para la sociedad. Estudiad los asuntos
relacionados con la salud, y practicad vuestros conocimientos.” (MC, 299)
Siendo el sobrepeso y el asma dos de las enfermedades pediátricas con
mayor incidencia en la infancia se han llevado a cabo estudios para encontrar si hay
relación entre estas. El aumento de ambas enfermedades puede sugerir la
existencia de alguna relación entre ambas. (Álvarez, 2014) Existen estudios que
afirman que la obesidadprecede al asma, sin embargo la relación aún no está clara.
Se cree que el efecto negativo de la obesidad se encuentra en función pulmonar,
volviéndolo proinflamatorio, así como el reflujo gástrico son pruebas del efecto
detonador que tiene la obesidad para el asma. En estudios realizados en México se
ha encontrado que la obesidad mórbida ha tenido un aumento en los niños con
asma, demostrándose que la asociación entre la gravedad del asma y aumento del
IMC es predominante. (Alaníz, 2013). “Difícil sería exagerar la importancia que tiene
el hacer adquirir a los niños buenos hábitos dietéticos.” (MC, 297).
Otro factor importante es la dinámica familiar en la que el niño vive. Aun en
la etapa prenatal hay factores que afectan al embrión en desarrollo. Hay estudios
que revelan que el embarazo no planeado es un detonante del asma de inicio en la
adolescencia. (Vázquez, 2013). Esto debido a que no se toman las debidas
3. prevenciones para un embarazo óptimo. El tabaquismo pasivo y activo de personas
alrededor de la madre en la etapa prenatal es una de las consecuencias de los
embarazos no planeados, agregando detonantes a una posible asma. Una vez ya
nacido el niño, también entra en juego el ambiente familiar. Se ha comprobado que
de los niños asmáticos, la mayoría viene de una familia disfuncional y los padres
consideraron que las crisis asmáticas empeoraban por los problemas familiares. Al
enviar a estos niños y sus familias a terapia familiar, se vio un cambio marcado en
la frecuencia de crisis que el niño presentaba. (Berbesí, 2013). “Es necesario tener
un buen ambiente familiar para evitar detonantes del asma. Padres, dejad entrar en
vuestros corazones los rayos de sol del amor, de la jovialidad y del feliz
contentamiento, y permitid que su dulce y preciosa influencia compenetre vuestro
hogar.” (MC, 300)
Como visto, el asma infantil tiene detonantes que pueden ser controlados por
los padres. Es por esto que siendo el asma una de las enfermedades pediátricas
con mayor incidencia en los niños, estos deben cuidar el ambiente de desarrollo del
niño, cuidar su peso y tener una dinámica familiar sana. Ya que a esta corta edad
los niños no pueden hacer mucho para controlar estos factores, los padres quedan
como responsables del cuidado de la salud de sus hijos. México tiene una gran
población asmática, por esta razón los padres deben estar al pendiente de eliminar
los mayores detonantes posibles.
4. Acosta, T., Brooks, M., Carmona, O., González, N. y Rivero, I. (2015).
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