4. Leyendo los Padres de la Iglesia
«...en figura de pan se te ha dado el cuerpo
y en figura de vino se te ha dado la sangre,
para volverte […] con-corpóreo y con-sanguíneo con Él,
[…] “partícipe de la naturaleza divina” [2 Pd 1, 4]».
Cirilo de Jerusalén - Cat. myst., 4, 3
«[De la Eucaristía] se le dice comunión y lo es
verdaderamente, […] porque por ella […] nos volvemos
miembros los unos de los otros, dado que somos con-
corpóreos de Cristo».
Juan Damasceno - De fide orth., IV, 13
5. Dios en la tierra y en la “carne”
«Durante mi descanso en los Alpes,
en un paseo,
tuve de golpe la impresión
que el sol hubiera caído en el valle.
Su luz envolvía el paisaje
no desde arriba y desde lo externo,
sino que brillaba desde abajo y desde dentro.
Montes, caminos y aguas estaban iluminados
por el sol, en ellos y por debajo de ellos».
Mons. Klaus Hemmerle
Navidad 1993
6.
7. Un salto de calidad…
Todas las religiones buscan la unión con Dios
En el AT Dios establece una alianza con el pueblo elegido.
Jesús trae la unidad: a través de la Eucaristía
nos volvemos «partícipes de la naturaleza divina» (2 Pd 1, 4),
vivimos en Cristo (Pl): ¡no solamente con Dios sino en Dios!
Experiencia Mons. Hemmerle:
Antes vivía con Dios en la misma ciudad,
después en la misma casa, después en Dios, en el Seno del Padre
8. Reflexiones en Teotihuacán
¡Dios quiere nuestro corazón! (cf. AT/NT)
No hay luz sin sacrificio (cf. la vida de los Santos)
9. Reflexiones en Teotihuacan
Dios nos ha donado su “corazón”: el Hijo (cf. Jn 3, 16)
En la Cruz: fuera del recinto sagrado (cf. Eb 13, 12)
10. Reflexiones en Teotihuacan
Un corazón traspasado del que surge el Espíritu (Jn 19, 30)
Que se nos da cada día en la Eucaristía (cf. Jn 6)
11. Un tomar conciencia
En la Eucaristía la Iglesia nace y vuelve a nacer cada día
del don de Jesús hasta el abandono:
don sin reservas, al Padre por todos.
Y nosotros, como Pueblo sacerdotal, podemos entrar en
esta realidad con todo aquello que somos y vivimos,
y volver a partir regenerados, con esta medida plena del
amor: ¡por el Padre – por todos!
Como presbíteros estamos al servicio de este milagro.
«El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús»
San Juan María Vianney
12. Existencia eucarística
«La Eucaristía es el lugar privilegiado del encuentro
del discípulo con Jesucristo. Con este Sacramento,
Jesús nos atrae hacia sí y nos hace entrar en su dinamismo
hacia Dios y hacia el prójimo. […] En cada Eucaristía,
los cristianos celebran y asumen el Misterio Pascual,
participando en él. Por tanto, los fieles deben vivir su fe
en la centralidad del Misterio Pascual de Cristo
a través de la Eucaristía, de modo que toda su vida
sea cada vez más vida eucarística».
Documento de Aparecida 251
14. «Corazón por corazón»:
con Dios y entre nosotros
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón» (Mt 22, 37)
«… ámense, pués, unos a otros de todo corazón, ya que han
nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra
incorruptible del Dios que vive y permanece» (1 Pd 1, 22-23)
«Él entregó su vida por nosotros; y en esto hemos
conocido el amor; ahora también nosotros
debemos dar la vida por los hermanos.
Si uno goza de riquezas … y cierra su corazón
cuando ve a su hermano en apuros, ¿como puede
permanecer en él el amor de Dios?» (1 Jn 3, 16-17)
15. Miembros de un solo cuerpo
«Así, siendo muchos formamos un solo cuerpo,
porque el pan es uno y todos participamos
del mismo pan» (1 Cor 10, 17)
«miembros los unos de los otros» (Rm 12, 6)
«Si un miembro sufre, todos sufren con él;
y si un miembro recibe honores,
todos se alegran con él» (1 Cor 12, 26)
«Por eso, no más mentiras:
que todos digan la verdad a su prójimo,
ya que todos somos parte del mismo cuerpo» (Ef 4, 25).
16. Un solo corazón y una sola alma
«La multitud tenía un solo corazón y una sola alma.
Nadie consideraba como propio sus bienes,
sino que todo lo tenían en común». (Hch 4, 32)
¿Qué consecuencias tiene para la vida de nuestras comunidades?
¿Y qué consecuencias para nuestra pastoral?
¿Cómo liberar siempre más la divina potencia de la Eucaristía?
21. Lo que obra la Eucaristía
«La Eucaristía no es que da solamente frutos bonitos,
buenos,
de santidad, de amor; ni siquiera que tenga como primer
fin el de aumentar la unidad con Dios y entre nosotros […].
Sí, también esto.
Pero la función de la Eucaristía es otra.
La Eucaristía tiene como fin: hacernos Dios (por
participación). Mezclando sus carnes vivificantes por el
Espíritu Santo y vivificantes del Cristo con las nuestras,
nos diviniza en el alma y en el cuerpo. Nos hace Dios. […]
22. Lo que obra la Eucaristía
«Al mismo tiempo la Eucaristía no hace esto sólo de un
hombre, sino de muchos, los cuales, siendo todos Dios,
ya no son muchos, sino uno. Son Dios y todos juntos en
Dios. Son uno con él, perdidos en él.
Ahora, esta realidad, que obra la Eucaristía, es la Iglesia.
¿Qué es la Iglesia?
Es el uno provocado por el amor recíproco de los cristianos
y por la Eucaristía.
La Iglesia está formada por hombres divinizados, hechos
Dios, unidos al Cristo que es Dios y entre ellos.
23. Lo que obra la Eucaristía
«Si queremos verlo un poco a la humana, expresado con
términos humanos - con un ejemplo que la Escritura usa – la
Iglesia es un cuerpo, en el que la cabeza es Cristo glorioso.
«Pero como Cristo está en el seno de la Trinidad, así la Iglesia
está llamada a ser, y lo es ya desde aquí abajo, en los miembros
en los que la Eucaristía obra, en el seno del Padre.
Y si todavía no lo es, está en camino hacia aquello.
Después el hombre arrastra consigo todo lo creado, porque es
la síntesis.
Por tanto, todo lo que ha salido de Dios, vuelve a él por la
Eucaristía en la Trinidad».
Chiara Lubich
25. Fuego eucarístico y
«espacio» del Resucitado
«En el pan y en el cáliz están el fuego y el Espíritu»
Efrem el Sirio
«Ya no hay distinción entre judío o no judío, entre
esclavo o libre, entre varón o mujer, porque todos
ustedes son uno (eis = una sola persona) en Cristo Jesús»
Gal 3, 28
NB: No viene eliminada la diversidad
sino que se superan las dialecticas negativas (contraposiciones
exclusivas): recíproca inmanencia «trinitaria»
26. El fin último se llama
«trinitización»
«el Señor Jesús, cuando ora al Padre para que «todos sean
una cosa sola, como yo y tú somos una cosa sola» (Jn 17,
21),
abriendonos perspectivas inaccesibles a la razón humana,
nos ha sugerido una cierta semejanza entre las uniones de
las Personas divinas y la unión de los hijos de Dios en la
verdad y en el amor.» GS 24
«el fin último se llama “unidad” o, mejor todavía,
“trinitización” de toda la realidad: aquelloo que Dios es
como Dios trinitario, nosotros lo podemos y lo debemos
ser».
Gisbert Greshake
27. Para el trabajo
de los grupos
1. Comunión sobre la reflexión personal:
¿Qué significa para mí, para nosotros,
celebrar y vivir la Eucaristía?
2. Tres consecuencias para la vida personal
de cuanto hemos profundizado hoy
y tres consecuencias para la pastoral
28. Palabra de vida
7 abril
“Ya no hay distinción entre
judío o no judío, entre
esclavo o libre, entre varón
o mujer, porque todos
ustedes son uno en Cristo
Jesús”
(Gal 3, 28)