Este documento ofrece orientación sobre cómo votar como católico. Indica que los votantes deben informarse sobre las posturas de los candidatos y elegir primero según cinco puntos "no negociables" de la doctrina católica relacionados con el aborto, la eutanasia, el matrimonio y la manipulación genética. También sugiere optar por candidatos que promuevan la justicia social, respeten las raíces culturales católicas y fomenten una relación sana entre la Iglesia y el Estado. Además, adv
1. Cómo VOTAR
Para VOTAR como CATÓLICO hay que:
1. Decidirse a VOTAR y participar activamente en el proceso electoral.
2. Decidirse a dejar que la fe ilumine mis opciones políticas.
3. Informarse de la postura de los a candidatos.
4. Elegir primero según los 5 puntos “no negociables” de la Doctrina católica:
NO al aborto. SÍ A LA VIDA.
NO a la eutanasia, SÍ al AMOR para con nuestros ENFERMOS.
SÍ al matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una
mujer.
NO a la manipulación genética que significa el sacrificio de un embrión
humano, SÍ a la investigación con células madre adultas.
NO a la clonación humana, sí al reconocimiento de la dignidad de la
persona. Somos: únicos, irrepetibles e irremplazables.
5. Optar por un candidato que promueva políticas que alienten la justicia, la
creación y distribución del bienestar de manera concreta y realista.
6. Optar por un candidato que respete las raíces católicas de nuestra cultura
mexicana.
7. Optar por un candidato que promueva una sana coexistencia y
cooperación entre la Iglesia y el Estado.
8. Optar por un candidato que se preocupe por la difusión de las virtudes.
Cómo NO VOTAR
1. No decidas tu voto en la afiliación a algún partido político, tus hábitos
electorales o la tradición electoral de tu familia. Años atrás, estos
podrían haber sido criterios acertados para determinar por quién votar, pero
2. ahora ya no son confiables. Es necesario mirar candidato por candidato,
individualmente. Esto significa que podrías terminar votando por candidatos de
varios partidos.
2. No decidas tu voto de acuerdo a la apariencia, personalidad, o
“fuerza mediática” del candidato. Algunos candidatos atractivos,
carismáticos y que “suenan capaces” no son necesariamente buenos y no deben
ser elegidos, mientras que otros candidatos, que podrían no ser atractivos o
poco inspiradores, y poco carismáticos ante las cámaras, podrían promover y
generar leyes que estén de acuerdo con los principios cristianos básicos.
3. No votes por un candidato sólo porque se declara católico.
Desafortunadamente, muchos candidatos que se dicen católicos, en realidad
rechazan las enseñanzas católicas morales más básicas. Son “católicos” sólo
cuando buscan los votos de otros católicos.
4. No decidas tu voto por un candidato preguntándote “¿Qué gano
yo?” Decide de acuerdo a la capacidad de los candidatos para promover el bien
común, incluso si no te beneficias directa o inmediatamente con las leyes que
proponen.
5. No premies con tu voto a candidatos que están en lo correcto en temas no
muy importantes pero que están equivocados en temas morales
fundamentales. Un candidato puede tener un récord de apoyo a leyes
exactamente igual a lo que buscas, y al mismo tiempo haber votado a favor, por
ejemplo, de la eutanasia. Ese candidato no se merece tu voto. Los candidatos
tienen que aprender que al estar equivocados incluso en uno solo de los valores
o principios no negociables es suficiente para excluirlos de nuestra
consideración.