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Charla Farmacologia Dolor
1. Fármaco (principio activo) es toda sustancia química
purificada utilizada en el tratamiento, curación, prevención
o diagnóstico de una enfermedad, o para evitar la
aparición de un proceso fisiológico no deseado. Además
debe administrarse exógenamente.
Medicamento es el fármaco o conjunto de ellos integrado
en la formulación farmacéutica.
En esta unidad didáctica vamos a hablar sobre los
fármacos más utilizados en odontología, pero que también
son utilizados por otros profesionales sanitarios.
Cuando un paciente llega a la consulta presenta varios
aspectos que debemos tener en cuenta. Estos son:
ansiedad-miedo (no sabe lo que se le va a hacer),
inflamación, dolor (casi toda la patología bucodental cursa
con dolor, y también por los tratamientos quirúrgicos
dentales peridentales que vayamos a realizar), un foco
infeccioso en potencia como es la boca y la orofaringe, y
el sangrado si realizamos algún tipo de cirugía.
Los fármacos utilizados en odontología son: sedantes
anestésicos locales y generales, analgésicos, antibióticos y
antisépticos, coagulantes y hemostáticos y medicamentos
de urgencias.
El dolor es una de las señales de posible daño que el
organismo activa para indicarnos que algo no va bien. Pero
el dolor no es solo una experiencia física-sensorial (la
información que envía el organismo desde el lugar donde
se encuentra la lesión), sino que está afectada por
componentes emocionales (ansiedad, depresión…) y
psicológicos (actitudes frente al dolor). Por eso, si un
paciente está muy nervioso, estará incrementada su
percepción del color. El dolor y la ansiedad están muy
interrelacionados entre sí; y el control del dolor va asociado
al control de la ansiedad, es decir, deberíamos utilizar
anestésicos locales y analgésicos para el dolor y a la vez
2. anestésicos generales o sedantes para tranquilizar al
paciente.
Por motivos didácticos voy a hablaros primero de los
anestésicos locales, luego os comentaré algo sobre los
anestésicos generales, los sedantes y los analgésicos.
Desde que el ser humano existe, ha buscado remedios
para controlar el dolor. Antigüamente utilizaba sustancias
vegetales o venenos animales. Muchos medicamentos utilizados hoy para
combatir el dolor son básicamente los mismos que los que se usaban en la antigüedad. 4.000 años aC ya
se utilizaban la mandrágora y el beleño. Allá por el 400 antes de Cristo, Hipócrates escribió sobre los
efectos analgésicos de la corteza y hojas del sauce. La aspirina y la morfina, basados en los ingredientes
activos de esos remedios caseros, fueron aislados alrededor del 1800. También provienen de esa época
el descubrimiento del óxido nitroso y del cloroformo. El primer anestésico local tardó algo más de tiempo
en sintetizarse.
Anestésico significa sin sensibilidad.
Analgésico significa sin dolor.
Todos los estímulos dolorosos, se generen donde se
generen, llegan a algunos centros del cerebro que son los
que analizan la información y deciden que eso es un
estímulo doloroso, y por lo tanto notamos un dolor.
Cuando hablamos de anestesia nos referimos a una
técnica que permite operar a los pacientes sin dolor,
procurando su máxima comodidad y seguridad.
Si evitamos que el paciente note dolor en una zona
concreta de su cuerpo porque “dormimos” esa zona
estamos realizando una anestesia local.
Si evitamos el dolor en una amplia zona o región del
cuerpo porque bloqueamos la transmisión del impulso
nervioso desde donde se haya producido hasta el cerebro,
estamos realizando una anestesia regional.
Si dormimos el cerebro evitamos que el paciente note dolor
porque estamos realizando una anestesia general.
En los primeros casos usamos anestésicos locales, en el
último anestésicos generales.
3. Podemos decir que existen 3 tipos de anestesia:
1. LOCAL. Bien por infiltración, bien por vía tópica
(pulverización o torunda)
2. REGIONAL. Raquídea, epidural, plexal o troncular
3. GENERAL. Intravenosa, inhalatoria, endotraqueal.
ANESTESICOS LOCALES
Los anestésicos locales, cuando se aplican en
concentración suficiente en su lugar de acción, impiden la
conducción de los impulsos nerviosos por las membranas
del nervio y del músculo. Bloquean la percepción del dolor.
La anestesia local puede producirse mediante muchas
aminas, ciertos alcoholes y diversos fármacos y toxinas.
Sin embargo, todos los agentes clínicamente útiles son
aminas terciarias.
Existen dos grupos de anestésicos locales según el enlace
químico que contengan, los ésteres y las amidas. Dentro
de cada grupo existen varios anestésicos locales que
presentan distinta potencia anestésica, latencia y duración.
Los ésteres casi no se utilizan por los problemas de
reacciones alérgicas, mientras que el uso de amidas es
prácticamente generalizado.
4. Como está formada una membrana axonal y como es la
conducción nerviosa. Fisiología de la conducción
nerviosa.
La membrana del axón está formada por una doble capa
lipídica. En su interior engloba proteínas, algunas de ellas
actúan como canales modulables que permiten el paso de
sustancias desde el medio extracelular al intracelular y
viceversa. Las proteínas que nos interesan son aquellas
que permiten el paso de iones (sustancias con una carga
eléctrica), en concreto son los canales de sodio, los de
potasio y la bomba de sodio potasio ATPasa.
Por otro lado, tenemos que en el exterior del axón hay un
predominio de iones de sodio mientras que el interior
celular tiene una mayor cantidad de iones de potasio. Estos
iones tienen una carga eléctrica, por lo tanto, entre el
interior y el exterior de la membrana axonal hay una
diferencia de carga eléctrica o voltaje. En reposo la
diferencia de voltaje entre las caras interna y externa es de
90 mV.
El potencial de reposo intracelular es de –70 mV. Cuando
el potencial de acción (impulso nervioso) llega a una zona
del axón provoca la apertura de los canales de sodio
permitiendo el paso de sodio al interior celular con lo que el
potencial se hace progresivamente menos negativo hasta
que llega a hacerse de +15 mV, es lo que se llama la fase
de despolarización del potencial de acción. Posteriormente
estos canales de sodio se cierran y se abren los canales de
potasio que permiten la salida de potasio hacia el exterior
celular con lo que el potencial se va negativizando, a esta
fase se le llama repolarización. Finalmente la bomba de
Na-K ATPasa extrae el sodio al exterior celular e introduce
el potasio al interior para volver al estado inicial, que es lo
que se denomina el potencial de reposo.
5. La transmisión nerviosa o potencial de acción es el
movimiento de esta despolarización por el axón de la célula
nerviosa.
En resumen, cuando llega el impulso o potencial de acción
a una zona del axón primero se abren los canales de sodio
permitiendo la entrada de sodio al interior celular
(despolarización), posteriormente estos se cierran y se
abren los canales de potasio que permiten la salida de
potasio al exterior (despolarización). Finalmente la bomba
de sodio-potasio extrae iones de sodio al exterior de la
célula a cambio de introducir iones de potasio, devolviendo
el axón a su estado inicial o potencial de reposo.
Mecanismo de acción de los anestésicos locales.
Los anestésicos locales se unen al canal iónico de sodio en
el interior de la membrana celular. Impiden la propagación
del impulso nervioso disminuyendo la permeabilidad del
canal de sodio, bloqueando la fase inicial del potencial de
acción.
Cada anestésico local tiene unas características propias
entre las que destaca la potencia, la latencia y la duración.
Los anestésicos locales, una vez administrados, tardan un
tiempo en iniciar su efecto, esto es lo que se denomina
período de latencia. Este período de latencia depende del
fármaco utilizado y de la dosis y concentración usada.
La duración de acción depende del efecto vasodilatador de
cada anestésico local. Si produce mucha vasodilatación, se
facilita el paso del anestésico local al torrente sanguíneo y
por lo tanto se elimina del sitio donde debe actuar.
Posteriormente se metaboliza en el hígado y se elimina por
la orina.
6. La adición de vasoconstrictores, como la adrenalina, se
utiliza para disminuir la velocidad de absorción del
anestésico local, por vasoconstricción, con lo que aumenta
la duración del bloqueo y mejora la calidad del bloqueo.
También se utiliza como un marcador de la inyección
intravascular inadvertida ya que produce taquicardia e
hipertensión.
No se deben de utilizar vasoconstrictores en pacientes
cardiópatas, hipertensos, con hipertiroidismo y glaucoma.
Toxicidad de los anestésicos locales
Las dosis utilizadas en odontología son pequeñas y no
suelen producir toxicidad sistémica, pero una inyección
intravascular inadvertida si puede provocarla. Las
reacciones sistémicas afectan al SNC y al sistema
cardiovascular
En SNC aparece:
1º Sabor metálico o a plomo.
2º Mareo y vértigo
3º Alteraciones visuales o auditivas
4º Desorientación y somnolencia
5º Convulsiones y coma
6º Depresión respiratoria y parada respiratoria
En sistema cardiovascular:
Depresión miocárdica. Bradicardia. Paro cardíaco
Hipotensión arterial
Otra posible complicación son los fenómenos alérgicos,
que son más frecuentes con los ésteres (ya no se utilizan
tanto). A nivel local puede aparecer eritema y prurito; a
nivel general broncoespamo-laringoespasmo; hipotensión y
shock distributivo.
7. Los anestésicos locales se pueden administrar por vía
tópica mediante pulverizaciones, enjuagues, aerosoles y
torundas aplicadas sobre la mucosa.
También se administran mediante técnicas infliltrativas.
Para ello se utilizan jeringas diseñadas para el uso dental,
con agujas desechables y carpules de uso único que
contienen el anestésico local.
Las técnicas infiltrativas pueden ser:
técnicas periapicales que se utilizan en la arcada
superior y consiste en inyectar el AL por encima de los
ápices radiculares, a nivel vestibular;
anestesia troncular en la que intentamos bloquear un
nervio terminal, y por lo tanto vamos a anestesiar un
territorio más amplio que con las infiltraciones periapicales,,
se puede utilizar en el maxilar superior, y siempre en el
maxilar inferior;
técnicas intraligamentosas e intrapulpares que
aunque están en desuso a veces se usan de manera
complementaria a las otras técnicas. La anestesia pulpar se
utiliza en tratamientos endodónticos. La intraligamentosa
se considera una técnica intraósea.
Los anestésicos locales más empleados en odontología
son
Anestésico Potencia Inicio Acción
vasodilatador
a
Máximo
nº de
carpules
Lidocaína 1 2-3
min
1 6,1-8,3
Mepivacaína 0,75 1-2
min
0,8 5,5
Articaína 1,5 2 min 1 6,9
8. ANESTESIA GENERAL
Los anestésicos generales se utilizan, en odontología, con
los disminuidos psíquicos o con personas muy aprensivas o
no colaboradoras, siempre que hayamos fracasado con
todas las medidas utilizadas para tranquilizarlos.
Se deben utilizar en el ámbito hospitalario o en centros que
cuenten con equipo adecuado y personal capacitado
(anestesistas).
Los anestésicos generales se administran por vía
intravenosa (propofol, barbitúricos como el pentotal, y
benzodiacepinas a dosis altas) o por vía inhalatoria (óxido
nitroso y/o sevofluorane).
SEDANTES
Antes de llegar a estos extremos podemos utilizar fármacos
sedantes, es decir, que van a tranquilizar al paciente. Se
utilizan en pacientes nerviosos o poco colaboradores.
Los principales sedantes utilizados por vía oral e
intravenosa son las benzodiacepinas (diazepam,
midazolam y alprazolam). Tienen efectos amnésicos
(pérdida de memoria), hipnóticos (inducen al sueño) y
sedantes (tranquilizantes).
Pero en las consultas dentales el método más utilizado, y
también el más seguro, es la inhalación de N2O mezclado
con O2 al 50%.
El manejo de estos fármacos, benzodiacepinas y óxido
nitroso, no está exenta de riesgos, entre los que destaca la
depresión respiratoria. Es conveniente la presencia de
9. personal experto y aparatología idónea para resolver las
posibles complicaciones.
De todos modos, el mejor tranquilizante es hablarle al
paciente y tener contacto físico con él.
Mi consejo es que en pacientes muy aprensivos y
nerviosos que no se dejan manipular es preferible citarlos
otro día en la consulta y prescribirles un ansiolítico por vía
oral antes de acudir a la consulta.
ANALGESICOS
Existen 3 grupos de fármacos que producen analgesia: los
antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los derivados del
alcaloide del opio, y los corticoesteroides. De estos tres,
los más utilizados en odontología son los AINEs.
AINEs
Son un grupo muy heterogéneo de fármacos con una
respuesta individual muy variable. Presentan un
mecanismo de acción similar al bloquear la síntesis de
prostaglandinas, por lo que su efecto se produce a nivel
periféricos, es decir, en el lugar de la lesión.
En diverso grado poseen capacidad analgésica,
antiinflamatoria y antipirética. El paracetamol es el único
que no presenta actividad antiinflamatoria.
No se potencian entre sí, por lo que la utilización conjunta
de dos AINEs de distinto grupo no mejora la potencia
analgésica y si aumenta el riesgo de efectos secundarios.
Si se pueden utilizar conjuntamente con opioides débiles
como la codeína (como veremos a continuación).
Los principales inconvenientes que dan son irritación
gástrica, aumento del sangrado por ser antiagregantes
plaquetarios, y reacciones alérgicas.
10. OPIACEOS
Son derivados del opio que presentan un efecto analgésico
a nivel central (SNC).
Se deben utilizar cuando el dolor es muy intenso y no se
controla con otros grupos analgésicos y siempre durante un
corto período de tiempo por su capacidad de crear
dependencia.
Los principales efectos secundarios son la depresión
respiratoria y la fármacodependencia.
Los opiáceos se clasifican según su potencia analgésica en
elevada, moderada o débil potencia. Los de potencia
moderada o débil se pueden asociar a AINEs para mejorar
la calidad analgésica y disminuir los efectos secundarios.
Los fármacos más utilizados por vía oral, solos o en
combinación con AINEs, son la codeína y el tramadol.
CORTICOSTEROIDES
Los corticoides se utilizan en el tratamiento del dolor en
virtud de su potencia antiinflamatoria (bien administrados
sitémicamente [iv, im, oral], bien administrados a nivel local
[pomadas]), y en menor cuantía a su actividad antiálgica.
Los utilizados en odontología son la prednisolona y la
cortisona.
Si se utilizan durante mucho tiempo pueden aparecer
efectos secundarios como hipertensión, edema o
hinchazón, irritación gastrointestinal, hiperglucemia…
11. ANTISEPTICOS Y ANTIBIOTICOS
En la boca, en situación normal, existen unos
microorganismos que la habitan sin provocar
enfermedades, esto es lo que se denomina flora
bacteriana. Esta está constituida por microorganismos G+ y
G- aerobios y anaerobios, y por hongos. Los principales
microorganismos son: ver cuadro de la página 120
Cuando se produce una disrupción de la barrera natural, en
este caso la mucosa bucal, estos microorganismos pueden
pasar a los tejidos adyacentes y a la sangre provocando
infecciones. Estas infecciones se dicen que están causadas
por flora mixta ya que hay microorganismos G+ y G-. Es
por ello que debemos emplear sustancias para evitar la
infección siempre que vayamos a provocar lesiones en la
boca.
Los antisépticos se utilizan en forma de colutorio para
matar la flora bacteriana local (bucal). Se utiliza
profilácticamente de manera preoperatoria y postoperatoria,
y para tratamiento de múltiples patologías bucodentales.
Los principales antisépticos bucodentales son la hexetidina
(enjuagues de 15 ml 2-3 veces al día o 30 minutos antes de
la cirugía) y la clorhexidina. Es mejor la primera.
Los antibióticos son sustancias sintéticas o semisintéticas
que provocan la muerte de las bacterias, bien de manera
directa la destruir su membrana celular (bactericidas), bien
indirectamente al impedir la reproducción de la bacteria
(bacteriostático), impidiendo que se replique el ADN.
12. Cada antibiótico tiene su espectro de actuación, es decir,
es capaz de matar unos microorganismos y a otros no. Se
dice que son de amplio espectro si son efectivos sobre
muchas bacterias o de corto espectro si son efectivos sobre
pocas bacterias.
Hay muchas familias de antibióticos y tres de antifúngicos.
Los antibióticos más utilizados son los betalactámicos y
penicilinas, los macrólidos, el metronidazol y algunas
tetraciclinas. Los antifúngicos más utilizados son la
nistatina y el miconazol.
COAGULANTES Y HEMOSTATICOS
En condiciones normales la sangre permanece fluida,
siendo capaz de solidificarse (coagularse) en presencia de
lesiones de la pared vascular. ¿Qué ocurre cuando se
produce la rotura vascular?:
1º hay una vasoconstricción del vaso lesionado
2º hay adhesión y agregación plaquetaria
3º hay una coagulación de la sangre a nivel local
formando una red de fibrina
4º finalmente la fibrina es degradada y la lesión
vascular reparada.
Como veis tenemos por un lado las plaquetas, luego el
proceso de coagulación, que se realiza mediante una serie
de reacciones en cascada, y finalmente la degradación de
la fibrina, de la que se encarga el sistema fibrinolítico.
Tras cirugía bucal es frecuente que haya pequeñas o
grandes hemorragias que precisan de actuaciones a nivel
local para controlarlas. Si estas hemorragias ocurren por
transtornos de la coagulación (por ejemplo toma de
anticoagulantes tipo sintrom) o por problemas locales de
tipo angiomatoso, se requiere la hospitalización inmediata
para que el paciente sea atendido por especialistas.
13. Además, si tuviésemos sospecha (previa a la cirugía) de
problemas de coagulación, tendríamos que valorar la
posibilidad de no realizar la cirugía en la consulta y remitir
al paciente a un hospital con servicio de cirugía
maxilofacial.
Ahora vamos a centrarnos en las pequeñas hemorragias
que ocurren el la consulta. Generalmente basta con dar
unos puntos de sutura o con realizar compresión y/o
utilización de sustancias tópicas para controlar la
hemorragia.
Los hemostáticos tópicos más usados en la consulta
dental son:
- esponja de gelatina absorbible (espongostan). Se
utiliza en zonas muy vascularizadas en las que es
difícil suturar. Se puede humedecer con suero
fisiológico o con ácido epsilon aminocaproico o ácido
tranexámico.
- Celulosa oxidada (surgicel). Es una gasa tratada que
favorece la coagulación por efecto físico (compresión
y tapón).
- Trombina (tachosil). Puede degradarse al entrar en
contacto con antisépticos.
Los antifibrinolíticos son el acido tranexámico
(amchafibrin) y el ácido epsilonaminocaproico (caproamin).
Ambos evitan que se degrade la fibrina (el coágulo). Se
pueden utilizar a nivel local (solos o combinados con los
hemostáticos tópicos que hemos visto antes), o bien
administrarse por vía oral o parenteral.
OTROS MEDICAMENTOS
14. El odontólogo puede utilizar cualquier medicamento que
precise para tratar las enfermedades bucodentales, y otros
a los que recurre ocasionalemente:
Protectores gástricos cuando un paciente tiene
síntomas dispépticos o cuando receta antiinflamatorios.
Dos ejemplos son el omeprazol y la ranitidina.
Antieméticos en personas nauseosas cuando se
precise tomar una impresión. Dos ejemplos son el
primperan y el zofran.
Antisialogogos para disminuir el flujo salival. Atropina,
glicopirrolato.
Sustitutos de la saliva en tratamientos de disminución
de la saliva.
MEDICAMENTOS DE URGENCIAS
En una consulta dental, y en cualquier consulta en que se
realicen procedimientos quirúrgicos menores debe existir
un carro de urgencias con medicación y material para
situaciones de emergencias.
Cuadros clínicos que requieren solución urgente:
• Síncope vasovagal: atropina, adrenalina, efedrina
• Hipotensión: efedrina, atropina
• Angina de pecho, IAM: NTG, AAS
• Parada cardíaca: adrenalina, amiodarona, bicarbonato
sódico, cloruro cálcico
• Arritmias: amiodarona, lidocaína
• Parada cardíaca: adrenalina, amiodarona
• Reacciones alérgicas: polaramine, actocortina,
metilprednisolona
• Shock anafiláctico: adrenalina, actocortina
• Broncoconstricción: ventolín, aminofilina
• Epilepsia: valium, dormicum
• Coma hipoglucémico: glucosmon
• Coma diabético: insulina
15. Material de urgencias para una consulta de odontología:
• Bala de oxígeno
• Cánulas de guedel
• Laringoscopio y tubos orotraqueales
• Ambú
• Sistemas de suero. Agujas y jeringuillas
• Sueros: fisiológico, glucosado, ringer lactato
• Desfibrilador