Este documento discute los desafíos que plantea la cultura de la imagen para la escuela. Históricamente, la escuela se basaba en una cultura letrada y veía a la cultura visual como una fuente de degeneración moral e intelectual. Sin embargo, la pedagogía moderna ya usaba formas visuales como lecciones, libros ilustrados y arquitectura escolar para educar. La escuela no debe verse como opuesta a la cultura visual, sino como un participante activo en su configuración y en formar a los estudiantes para que sean espectadores