Este documento habla sobre la importancia de la convivencia en las escuelas. Menciona que la convivencia se debe construir a través de lazos de amor, respeto y solidaridad entre estudiantes y maestros. También es necesario crear estrategias para prevenir la violencia y resolver conflictos a través del diálogo. La escuela juega un papel clave en enseñar valores y normas sociales que promuevan una buena convivencia.
1. ESCUELA NORMAL EXPERIMENTAL DEL
FUERTE
Extensión Mazatlán
Nombre del alumno: Allala Pérez Cecilia Guadalupe
Grado y grupo: 3 D
Semestre: sexto
Asignatura: proyecto e intervención socioeducativa
Nombre de maestro: Víctor Manuel Sandoval Ceja
2. CONVIVIR, APRENDER Y ENSEÑAR EN EL AULA
El presente trabajo nos habla sobre la convivencia que se pretende se viva dentro
de una escuela. Se puede ver como es el mecanismo de convivencia y formas de
relación de una institución, en donde se busque propiciar la construcción de
sistemas de socialización, que ayuden a lograr lazos sociales.
La sociedad menciona que dicha convivencia se formula en la escuela, no se dan
cuenta que ellos como padres de familia también contribuyen y tienen
responsabilidad del niño en su casa, y fuera de ellas, sin embargo, la sociedad nos
deja el paquete a la escuela.
La escuela a pesar de todas las crisis factores de padres de familia, deben
comenzar a construir esos lazos de amor, convivencia, amistad, solidaridad,
reciprocidad, y todos los valores. Reprimiendo la violencia o bien castigándola no
la vamos a solucionar, si no que la convivencia es la que va a generar esos lazos
que mencionaba anteriormente.
Por ello durante las prácticas educativas, una buena solución para el proyecto de
intervención socioeducativa es crear estrategias para la convivencia.
La violencia se va a poder contener, se van a construir con tolerancia, respeto,
igualdad (lazos sociales), al mismo tiempo, la palabra puede llegarnos a poner en
conflicto, sin embargo, una bien empleada puede ayudarnos al diálogo.
Normalmente nosotros llegamos a creer que el conflicto es malo, es como decir
que no debe existir, pero sin duda alguna no nos damos cuenta que forma parte
de la vida del ser humano, o sea, que es natural al ser humano. Sin embargo, hay
momentos que en lugar de atender el conflicto, tratamos de ocultarlo, pero
indudablemente, es un medio idóneo que da pie a ser una aportación muy valiosa
para el aprendizaje (una oportunidad para el aprendizaje), siendo este, la
herramienta con la que debemos trabajar (mediación y diálogo).
Dentro de esto se debe hacer un análisis a escenas que posibilitan pensar la
complejidad de fenómenos como lo son: la violencia, indisciplina, formación en
valores, construcción de las normas sociales, construcción de lazos sociales y la
convivencia escolar, así como, diversas dimensiones intra y extra-muro:
estructurales y coyunturales, políticas y económicas, sociales y culturales,
singulares y familiares, institucionales y pedagógicas.
3. Los aspectos que llegan a estar presentes en la convivencia de las problemáticas
de la violencia en el ámbito escolar nos llevan a considerar aspectos
complementarios, desde la perspectiva de los sujetos singulares, los procesos
institucionales, estructurales y/o coyunturales (económicos, políticos, sociales y
culturales) y desde las relaciones entre ellos.
A continuación se presentan 9 categorias que nos menciona esta lectura que
tienen que ver con los rostros de violencia que se pueden llegar a ver reflejados
dentro de la escuela: 1. Los diferentes rostros de la violencia: violencia en la
escuela y de la escuela (o violencia institucional), violencia física y simbólica. Y,
dentro de la violencia simbólica diferentes manifestaciones: hostilidad,
intimidación, acoso, agresividad.
2. El marco jurídico-político que tiene que regir la vida escolar (Políticas
Nacionales y Jurisdiccionales, PEI), la formulación pedagógica en tanto
planteamiento orientador del quehacer específico de la escuela, en el plano
estrictamente pedagógico (PCI, Proyectos Generales y de Aula), y la práctica
educativa y pedagógica cotidiana en la escuela.
3. Lo instituido y su relación con la acción instituyente a partir de analizar la
cotidianeidad de la práctica educativa y pedagógica.
4. La mecánica del poder en la escuela a partir de los roles de conducción y de los
docentes, de la resistencia al cambio o de la colaboración.
5. Los mecanismos o estrategias formadoras de valores y normas sociales que se
estructuran en torno a cierta intencionalidad educativa y pedagógica, consistencia
(entre lo que dicen, promueven y hacen), y formas de participación y comunicación
(institucional áulico), que pueden tendera prevenir o todo lo contrario, favorecer la
producción de escenas de violencia.
6. El carácter de la normatividad que se expresa a través de las modalidades de
conducción (necesaria o democrática, autoritario y/o “dejar hacer”).
7. La invisibilización o visibilización de los conflictos como modalidad de uso
cotidiano para la resolución de conflictos.
8. La presencia o carencia de programas, proyectos y acciones de prevención de
violencia.
9. La lógica de la simplicidad o de la complejidad en el análisis abordaje de los
conflictos, y su relación con los procesos de socialización.
4. La conducción de una escuela recae en primera instancia en el director. Se logre
indagar las relaciones de poder entre directivos, entre directivos.
El consenso y el trabajo es el que ha favorecido que haya menos violencia, según
el ejemplo que se retomó de la escuela primaria Ausejo, en donde hay 8
indicadores que ayudaron a que se prevenga dicha violencia.
El poder en la escuela se basa y se rige por el consenso, sin embargo, hay
algunos maestros que llegan a tener resistencia (esos son los puntos por mejorar
en la institución), porque no está completamente democratizada, pero como la
mayoría están de acuerdo.
La tarea de la escuela reside en ser partícipe de la solución de estos problemas,
que aunque el cambio no será en toda la sociedad, se podrá ver una
transformación en la escuela.
Resolver un problema de esa magnitud no será sencillo pero podemos empezar
por crear lazos entre esos actores que intervienen en el aprendizaje del
protagonista alumno).
No se puede llegar y querer que una convivencia buena se logre de la noche a la
mañana, se necesita más que eso, se necesita de la ayuda de todos los
integrantes y que esta misma tenga relación con la reflexión y la comunicación, no
se puede llegar a un lugar y querer que esto se haga tal cual uno quiere, se
necesita de una mentalidad abierta para todo tipo de cosas.
Para la construcción de convivencia y prevención de violencia en el ámbito escolar
es necesario proponer espacios de encuentro, espacios donde prime la
comunicación, la circulación de la palabra y la escucha, donde se pueda analizar,
disentir o consensuar proyectos o, simplemente, estrategias alternativas, o
alcanzar simples intercambios de puntos de vista y experiencias. Se trata de
espacios que posibilitan el encuentro con el otro, con el diferente y el semejante,
en tanto pueden permitir la construcción o reconstrucción de tratos y la realización
de contratos o, simplemente, la posibilidad de alcanzar acuerdos en torno a
problemáticas de interés común.